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¡Alto a la escalada terrorista israelí!

Una vez más, el Estado de Israel despliega su terrorismo genocida, sembrando muerte y destrucción en Gaza, Cisjordania y Líbano. Hasta el escritor peruano Vargas Llosa, proyanqui y proisraelí, dijo que "le da vergüenza ser amigo de Israel". Al que no le da vergüenza es a Bush, que provee aviones y misiles. Y a todos los líderes supuestamente "democráticos" de Occidente, incluyendo al presidente Kirchner, que guardan un silencio cómplice ante la masacre

Estrago producido por una bomba israelí sobre Beirut

Protesta de la población del Líbano

Los invasores israelíes ya mataron a centenares de personas, en su inmensa mayoría civiles indefensos ante aviones F-16, barcos con poderosa artillería, helicópteros Apache. Demolieron puentes, usinas eléctricas, acueductos, estaciones de servicio, el aeropuerto de Beirut (el de Gaza ya lo habían destruido el año pasado), caminos, escuelas, fábricas, centros comerciales, edificios públicos, la Universidad de Gaza, y hasta el faro del puerto de Beirut. Un ómnibus lleno de familias desesperadas, que huían de una ciudad bombardeada al sur del Líbano, fue a su vez bombardeado en plena ruta, resultando muertos muchos de sus ocupantes. Un millón y medio de habitantes de Gaza están sometidos a una situación desesperada. Aparte de los bombardeos, no tienen electricidad, ni comida y se interrumpió el servicio de agua potable. Centenares de miles de libaneses son obligados a escapar de sus casas a buscar refugio en las montañas.

¿Cuál es la causa de tanta locura?

Supuestamente Israel empezó esta escalada demencial porque le capturaron tres soldados. Uno en Gaza y dos más en la frontera con Líbano. Dijo que los operativos militares eran para “rescatarlos”. Como semejante desastre para rescatar a tres soldados no era muy creíble, para seguir justificando sus acciones el gobierno israelí dice ahora que quiere “terminar con los terroristas de Hamas y Hezbollah”.

La lógica del sionismo y del Estado de Israel es la expulsión de todos los palestinos de la Palestina histórica. Hacer en Gaza, Cisjordania y Jerusalén lo mismo que hicieron en 1948 en lo que hoy es Israel, y siguieron haciendo todos estos años: aterrorizar a los palestinos, asesinar a sus dirigentes, destruirles su economía, dejarlos sin trabajo, sin casas, sin tierras, sin árboles, incluso sin comida y sin agua potable, como lo están haciendo ahora en Gaza, para que tengan que irse definitivamente de sus territorios. Ese es el objetivo de Israel, como lo han dicho reiteradamente sus fundadores y gobernantes. Logró así expulsar a la mitad del pueblo palestino y a la mayoría ya los despojó de sus tierras y propiedades.

Pero esta lógica genocida está sostenida y alimentada por el imperialismo mundial. Israel fue una creación del imperialismo angloyanqui para aplastar al nacionalismo árabe y dominar Medio Oriente. Y no existiría sin la permanente ayuda económica y militar yanqui. Sólo en ayuda económica los Estados Unidos entregaron a Israel 4.000 millones de dólares al año, el 20% de la ayuda total a nivel mundial, y 700 dólares por habitante, además de una enorme ayuda militar.

Israel cuenta con 3.800 tanques, 1.500 piezas de artillería pesada, 2.000 bombarderos, helicópteros de combate y cazas, incluidos los F-16 de fabricación estadounidense y, se estima, 300 bombas nucleares.

Por eso, además de su política de limpieza étnica contra los palestinos, Israel vive en agresión constante contra todos sus vecinos árabes, ocupa parte de Siria (las Alturas del Golán) y atacó varias veces el Líbano, Egipto, Jordania e Irak.

Detener el genocidio

En diciembre pasado, el partido Hamas ganó las elecciones en Palestina. Los palestinos lo eligieron porque se oponía a la capitulación a Israel del anterior gobierno de Al Fatah. En nombre de la “paz” pactada con Arafat, los israelíes invadieron Gaza y Cisjordania con 400.000 colonos que se adueñaron de las mejores tierras. Desde que asumió, Israel quiere derribar al gobierno del Hamas, -uno de los objetivos de su agresión-, que fue elegido democráticamente por los palestinos. En un operativo militar dentro de Cisjordania encarceló a decenas de parlamentarios. Incluso trató de asesinar al primer ministro.

Israel intenta aplastar a Hamas y a Hezbollah, y destruir toda la infraestructura de Gaza, para expulsar a todos los palestinos de ahí y posiblemente reocupar el sur del Líbano.

Los palestinos de Gaza pelean con armas de mano contra tanques y aviones. Hezbollah, en el Líbano, tiene más armas y cohetes Katiusha de poca precisión, aunque sí cuenta con gran apoyo popular. Pero poco puede hacer contra los bombardeos.

Es necesaria y urgente la más amplia solidaridad internacional con la exigencia del cese de los bombardeos, por la retirada israelí de Gaza, Cisjordania y Líbano, liberación de los 10.000 presos palestinos. Exigir a los países árabes, en primer lugar a Siria y a Irán, que provean masiva ayuda militar a los resistentes y permitan que vayan voluntarios a apoyarlos.

Llamamos a la movilización popular para organizar el boicot internacional a Israel y exigir a todos los gobiernos ruptura de todas las relaciones económicas, militares, diplomáticas y culturales. ¡Nadie que se diga democrático puede permanecer indiferente ante este genocidio!

Y en la Argentina llamamos a marchar para reclamar a Kirchner que cambie su vergonzosa política proisraelí, suspenda la venta de aviones Pampa de la Lockheed Martin de Córdoba que está negociando con Israel y que rompa relaciones con el gobierno genocida.

Algunos datos de población

Israel: 6.000.000
judíos: 5.000.000
palestinos: 1.000.000

Gaza y Cisjordania
judíos: 400.000 (colonos)
palestinos: 3.200.000
Palestinos en otros países árabes: 4.000.000 (reclaman derecho a volver al territorio de Israel de donde fueron expulsados sus abuelos)

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