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Escribe:
Juan Carlos Giordano
Aumento del salario mínimo
Ni siquiera para salir de la pobreza
Esta semana se reuniría el Consejo del Salario Mínimo. Las patronales quieren llevarlo de 630 a 750 pesos. Pero esa cifra no alcanza ni para salir de la pobreza. Hay que decir no al pacto Kirchner-CGT y reclamar como mínimo 1.800 pesos para cada familia trabajadora.
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Los salarios de los estatales están por debajo de la inflación |
“El ajuste ideal para el salario mínimo sería un incremento del 19%, en línea con el porcentaje que el gobierno logró imponer para las negociaciones colectivas”, señaló Héctor Méndez, presidente de la UIA (La Nación, 21-7-06). Y claro. El jefe de los industriales se agarra de la política oficial para seguir manteniendo ese techo salarial.
Un 19% significaría que de los 630 pesos actuales, el mínimo pasaría a 750 pesos, 110 menos que la canasta fijada por el gobierno para salir de la pobreza.
A su vez, los empresarios plantearon pagar el aumento que se acuerde en cómodas cuotas y que sea diferenciado de acuerdo a las regiones en que se aplique. Con el argumento de que en La Rioja u otras provincias del interior mucha gente va a trabajar en bicicleta y no paga colectivo, por ejemplo, aducirán que allí el mínimo debe ser menor. Una verdadera caradurez explotadora.
¿Qué piden la CGT y la CTA?
La CGT rechazó la propuesta de los empresarios, pero estaría dispuesta a redondear el aumento y llevar el mínimo a $800. De ser así, alcanzaría a sólo 700.000 trabajadores, el cual ni siquiera incluye a los trabajadores rurales ni al personal doméstico. Pero si se llega a ese monto ($ 50 más de lo que ofrecen los empresarios), será a cambio de moderar los proyectos laborales del gobierno, que decían iban a modificar la terrible flexibilización laboral de los 90, y modificar el proyecto de las ART -de riesgos del trabajo- que debe enviarse al Congreso. Otro pacto a espalda de los trabajadores.
Dicho aumento, de otorgarse, no tiene nada que ver con lo que están subiendo los productos de primera necesidad. El gobierno ha fijado que la canasta para salir de la pobreza está en $857. ¿Pero quién dice que una familia que gana más que eso “deja de ser pobre”? Aun así, hay 12 millones de personas debajo de la línea de pobreza que no llegan a ese monto, provenientes de familias integradas por trabajadores “en negro”. Tienen un ingreso de $506, alcanzando a cubrir sólo el 57% de aquel monto. El gobierno, en complicidad con las patronales y la burocracia sindical, esconde que el valor para medir cuánto debe ganar una familia tipo, debería considerarse en relación con la canasta familiar, que según la CTA está en $2.200. La pregunta es: ¿por qué si es ése el monto los dirigentes sindicales están pidiendo una miseria?
Aumento digno y escala móvil
El Consejo sólo tratará el aumento del mínimo. Cuando fue la primera reunión, decían que iba a considerar también el grave problema del trabajo en negro que involucra a casi el 50% de los trabajadores. Pero parece que se han olvidado del tema, dejando a millones que sigan prestando sus labores en jornadas superexplotadoras, sin cobertura social ni aportes jubilatorios.
Méndez, de la UIA, finalmente, agradeció a Kirchner: “A mí me tranquiliza saber que se hizo mucho esfuerzo desde el gobierno por mantener los precios y encauzar las negociaciones salariales de los convenios”. Esto desmiente la campaña oficial de que se está enfrentando a los empresarios y distribuyendo la riqueza vía aumentos en las paritarias.
Hay que denunciar el techo salarial del 19% pactado por la CGT, el gobierno y las patronales. Con la política de la burocracia, los salarios promedio siguen siendo de pobreza, aunque en las paritarias se hayan conseguido logros importantes fruto de la lucha y la movilización.
Pero cuando se lucha con dirigentes que no se venden y consultan todo en la base, se logran pasos muy importantes. Uno para mostrar es precisamente el alcanzado recientemente por los ferroviarios del Mitre y el Sarmiento de TBA, que acaban de lograr un importante aumento llevando el salario bruto de un trabajador de limpieza a $2.354, y el de un guarda a $2.893. ¿Ganan mucho? No. Es lo que merece toda familia para vivir dignamente.
Por eso tenemos que reclamar un salario igual a la canasta familiar, partiendo de que toda familia trabajadora perciba como mínimo $ 1.800. Que el salario se indexe mediante una escala móvil de acuerdo al aumento de la inflación. Que se termine con el trabajo en negro y el trabajo tercerizado. Y que se anule toda la legislación explotadora de la década menemista.
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