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Irak
Multitud repudia a Estados Unidos e Israel
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Masiva protesta en Bagdad, capital de Irak |
El viernes pasado se movilizaron centenares de miles de personas en Bagdad, repudiando a Israel y Estados Unidos, gritando su apoyo a la resistencia libanesa y palestina.
El acto de masas fue convocado por el dirigente chiita iraquí Moqtada Sadr. Los manifestantes desafiaron las amenazas y la inseguridad que vive el país, donde ayer murieron 23 personas en diversos atentados. Viajaron en autobús desde varios puntos de Irak para congregarse en el barrio de Sadr City, bastión de Moqtada Sadr, en el noreste de la capital. El barrio, un enorme suburbio de la capital, es controlada por el Ejército Mahdi del clérigo, que tiene su propio aparato de seguridad. El canal de televisión estatal dijo que el ministerio de Defensa había aprobado la protesta, una señal del enojo público por la ofensiva israelí en el Líbano.
“Hoy un millón de personas se reúnen para apoyar la resistencia en el Líbano, país que Israel no ha podido invadir desde hace 22 días”, declaró en su sermón Hazem al Aariji, representante de Moqtada Sadr. Varios militantes, que enarbolaban banderas iraquíes y estandartes amarillos de Hezbolá, quemaron banderas israelíes, estadounidenses y británicas, mientras que milicianos vestidos de negro registraron a los manifestantes por temor a atentados. La policía y el ejército iraquíes se mantuvieron al margen y el ejército estadounidense reforzó las medidas de seguridad alrededor del barrio. “¡Muerte a Estados Unidos, muerte a Israel! Alá, da la victoria a Nasralá”, gritaban los participantes de la protesta, muchos de ellos vestidos con mortajas blancas para mostrar su determinación de llegar hasta el martirio. “Si Nasralá nos llama, quemaremos Haifa (ciudad de Israel)”, clamaban jóvenes militantes, en referencia a Hassan Nasralá, líder de Hezbolá. La tensión es tan sensible que el jueves por la tarde militantes de Moqtada Sadr y soldados norteamericanos mantuvieron intensos enfrentamientos armados” (Página/12, 5/8).
La manifestación en Bagdad tiene una doble importancia. Por la solidaridad con la resistencia de palestinos y libaneses y para la propia resistencia irakí. Es el mayor acto de masas desde la invasión yanqui. Y los convocantes están ligados a un ala del propio gobierno de Irak que se supone colaboracionista con los ocupantes. Esto último ya plantea un tremendo problema a los estados Unidos. Pero el hecho más decisivo es que semejante manifestación se haga en pleno Bagdad, desafiando en forma directa a las tropas norteamericanas que debieron escuchar el rugido de odio a Bush e Israel.
La cuestión se agrava para los invasores aún más, si se considera que la manifestación parte de la mayoritaria comunidad chiita (60% de la población), que supuestamente está enfrentada a los sunnitas (30%) que dominaban con Saddam Hussein y que son el eje de la resistencia armada. Los yanquis hablan de “guerra civil” entre ambas comunidades, que los ocupantes fomentan. Pero los manifestantes chiitas no gritaban contra sus compatriotas sunnitas, sino contra los yanquis. La resistencia heroica de libaneses y palestinos, está alentando el levantamiento nacional irakí contra los ocupantes.
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