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El MST de Vilma Ripoll rompe un acuerdo y recurre a la justicia burguesaSe ha producido un hecho lamentable y desleal en la izquierda. Los dirigentes del MST-Unite han roto un acuerdo firmado sobre las legalidades con el MST-El Socialista y han recurrido a la justicia del sistema. Han intervenido nuestro distrito de Córdoba con los métodos propios de los partidos patronales. Pretenden justificarse con falsas acusaciones. Los luchadores y la izquierda deben pronunciarse contra este tipo de actitudes ajenas a la tradición y métodos de la clase obrera. Somos conscientes de que es una cuestión desagradable llevar este tipo de hechos al debate entre los luchadores, los trabajadores y la izquierda. Pero no lo podemos dejar pasar porque hemos sufrido una agresión con la cual se nos pretende quitar legalidades y fondos económicos que nos corresponden porque somos una parte importante de lo que fue el MST (ver quiénes somos). Desde hace más de dos años, el MST sufre una crisis que se ha ido ahondado, de la cual es consciente toda la izquierda y los luchadores. Es público que existe el MST-Unite, cuyas figuras más conocidas son Vilma Ripoll, Gustavo Giménez y Agustín Vanella. Y el MST-El Socialista, que tiene de referentes al dirigente ferroviario “Pollo” Sobrero, Liliana Olivero (legisladora por Córdoba), el ex diputado Daniel Campos y Juan Carlos Giordano. Muchos compañeros los identifican como MST-1 y MST-2. Desde junio de 2005 ambas organizaciones acordaron editar dos periódicos, Alternativa y El Socialista, respectivamente. La crisis fue creciendo con las diferencias políticas y de proyectos de construcción nacional e internacional. Entre algunas de esas diferencias está su sectarismo contra las nuevas direcciones sindicales cuando ellos no tienen un rol destacado. Por eso, por ejemplo, buscan dividir los cuerpos de delegados de los ferroviarios de TBA. Mientras en otros casos muestran su cara oportunista, como en la UBA, cuando llegaron a barajar apoyar la candidatura de Buzzi, decano de Medicina, para rector, que era el candidato de los sectores prokirchneristas. O en su desesperación mediática, Vilma Ripoll concurrió a un acto contra los superpoderes junto a Blumberg y Cecilia Pando. En el plano internacional avanzan en acuerdos con corrientes oportunistas como el MES (Corriente del PSOL de Brasil), que consideran que hay que hacer un “frente único antiimperialista” con el gobierno de Chávez. Rompen el acta acuerdo de abril Las diferencias políticas y de criterios fueron creciendo, y en el último año, de nuestra parte, se fueron haciendo los máximos esfuerzos por evitar una nueva división que derive en un estallido. En ese marco es que, en abril de este año, se firmó un acta acuerdo entre ambas organizaciones sobre la legalidad político- electoral (ver anexo) y sobre los fondos que provienen de esas legalidades. En dicha acta también se fijó que la legalidad nacional quedaba para el MSTUnite (por eso es falsa toda acusación de que “queríamos quedarnos con el nombre”), acordándose que éste no pondría ningún obstáculo para que el MST-El Socialista también la lograra cuanto antes “con el nombre que considere necesario para identificarse” (punto 2). A tal fin, se acordó que a El Socialista le correspondían los distritos del MST de Córdoba, La Rioja y San Luis, entre otros. El hecho es que, sin ningún tipo de aviso o reunión previa, el MST-Unite rompió ese acuerdo firmado y quitó el distrito Córdoba al MST-El Socialista, interviniéndolo a través de un juzgado nacional. Justo cuando habíamos iniciado el trámite de cambio de nombre. Como decimos en la carta que les enviamos en respuesta a esta actitud a los dirigentes del MST-Unite: “Nada justifica que hayan ido a la justicia burguesa a intervenirnos nuestro distrito electoral… hablan de supuestos incumplimientos con respecto al nombre legal… cosa totalmente fuera de lugar porque simplemente estábamos cumpliendo los acuerdos firmados”. Romper un acuerdo ya es grave. Pero recurrir a la justicia burguesa para dirimir cuestiones entre quienes se reivindican socialistas revolucionarios es de principios. Encima teníamos un acuerdo que explicitaba que ninguno de “los dos sectores que nos reclamamos del MST” lo haríamos. Este acuerdo fue firmado, por parte de su dirección, por Alejandro Bodart y Raúl Barbiero. Incluso fue asentado en el juzgado de La Plata, en el acta 60. Romper un acuerdo ya es grave. Pero recurrir a la justicia burguesa para dirimir cuestiones entre quienes se reivindican socialistas revolucionarios es de principios. Encima teníamos un acuerdo que explicitaba que ninguno de “los dos sectores que nos reclamamos del MST” lo haríamos. Este acuerdo fue firmado, por parte de su dirección, por Alejandro Bodart y Raúl Barbiero. Incluso fue asentado en el juzgado de La Plata, en el acta 60 (ver recuadro). ¿Un “grupo minoritario” que los ataca? Ante nuestra carta del 8-9 llamando a que retrocedan y levanten la intervención de Córdoba, enviaron a toda la izquierda una nota en donde, de hecho, reafirman su accionar, ya que hablan de todo pero no responden a la cuestión principal. Y en esa misma semana (14-9) presentaban una apelación legal a la decisión del juzgado de La Rioja que nos había otorgado el cambio de nombre. En esta nota dicen que se trata de “un grupo minoritario que decidió separarse de nuestra organización hace 14 meses”, que “ha resuelto hacer una campaña en nuestra contra”. Acá empiezan las propias mentiras de los dirigentes del MSTUnite. Porque cualquier compañero puede preguntarse: si era un “grupo minoritario” y se fueron “hace 14 meses”, ¿por qué firmaron un acuerdo con ellos hace cinco (5) meses, en abril, y le reconocieron casi el 47% de la representatividad del MST para distribuir legalidades y las finanzas que devenían de ellas? La respuesta es clara: se pisaron solos. Pero además toda la vanguardia sabe quién es quién. En su nota no demuestran nada, nos hacen todo tipo de ataques políticos, que seríamos un sector “sectario”, “autoproclamatorio”, pero eluden responder al hecho central de por qué intervinieron nuestro distrito de Córdoba y por qué recurrieron a la justicia burguesa para dirimir diferencias entre quienes se dicen socialistas revolucionarios. ¿“Nueva cultura en la izquierda” o nueva farsa política? Lo más insólito es que su nota termina llamando a “ un nuevo proyecto de izquierda” para que “impere una nueva cultura de izquierda, no sectaria, no dogmática, no autoproclamatoria, donde nos acostumbremos a respetar igual o más todavía al que piense distinto a nosotros”. Los hechos muestran que esto es la versión del doble discurso en la izquierda. ¿Cómo pueden hablar de “nueva cultura de la izquierda”, de “respetar”, cuando mienten alevosamente, rompen un acuerdo firmado y van a la justicia burguesa? Ahora sale a la luz que Vilma Ripoll y los dirigentes del MST-Unite vienen montando una farsa política bajo el discurso de “nueva cultura en la izquierda” y del “reagrupamiento político nacional e internacional”. Está demostrado, porque figura en el expediente del juzgado de La Plata, que hicieron la presentación de la intervención del distrito Córdoba el 14 de agosto, con un acta de fecha 5 de agosto, antes de su congreso “abierto” de los días 18, 19 y 20 de agosto. Y mucho antes de que nos enviaran la carta del 29 de agosto. En este sentido, su llamado congreso “abierto” es parte de su farsa política y metodológica. Porque los delegados ni los invitados se enteraron de esta presentación ni se trató la cuestión. Es un doble discurso cuando, por un lado, se proclama una “nueva cultura” y “respetar… al que piense distinto a nosotros”, mientras por otro se apela a los peores métodos desleales, al sectarismo más brutal y al “vale todo”. Entre los fundamentos de la apelación legal en La Rioja llegan a invocar incluso a la propiedad privada para tratar de quedarse con esa legalidad. Ellos dicen: “Otro artículo violado es el 17 de la Constitución Nacional, que dice que: "La propiedad privada es inviolable y ningún habitante puede ser privado de ella…" Ellos se consideran propietarios de ese distrito, donde encima no tienen ningún militante. Diferencias políticas existen, pero no se dirimen en la justicia burguesa Desde ya que hay diferencias políticas de fondo con el MST-Unite. Pero ahora no es momento de polemizar sobre ellas. El debate es sobre los procedimientos que debemos tener entre los que nos llamamos de izquierda o del movimiento obrero. Discutimos cosas elementales, como respetar un acuerdo firmado y que las diferencias políticas o de cualquier tipo no se dirimen recurriendo a la justicia burguesa. Llamamos a los luchadores, personalidades sindicales, democráticas o de izquierda independiente, y a los partidos de izquierda, a repudiar estos hechos y a contribuir en el llamado a que Vilma Ripoll y los dirigentes del MST-Unite retrocedan en su desbarranque. Comité Ejecutivo del MST-El Socialista |
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