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Se fue Palacios de la UTAJuan Manuel Palacios anunció que a fin de año dejará la conducción de la UTA. Según declaró, es para “jubilarse y dar lugar a un recambio generacional”. Pero el anuncio lo hizo luego del informe periodístico de que es propietario de estancias. La denuncia es que Palacios compró, mediante la empresa Calema S.A., valiosas tierras y campos. Dicha empresa tiene en su directorio a su actual mujer, Noemí Marchetti; a su hijo, Gabriel Adrián Palacios; a Roberto Carlos Fernández, su segundo en la UTA, y su administrador, Miguel Angel Criste, empleado de esa entidad sindical. Calema no es un pequeño emprendimiento familiar. Es una empresa propietaria de estancias valuadas en 11 millones de dólares. Así se confirma que los dirigentes sindicales, sean del color que sean, se vienen enriqueciendo a la sombra de apoyar gobiernos de turno, como lo hicieron Palacios y la CGT apoyando el acto kirchnerista del 25 en la Plaza de Mayo, y pactando topes salariales del 19%, como lo hizo la CGT con Kirchner, a espalda de los trabajadores. Nada se puede esperar de los viejos líderes sindicales. Hacen falta nuevos dirigentes que no traicionen ni pacten a espalda de los trabajadores. Que consulten permanentemente a la base y hagan sólo lo que los trabajadores decidan democráticamente en asamblea. Dirigentes que ganen lo mismo que un trabajador al cual representa y no se perpetúen en el poder, sino que vuelvan a trabajar después de un período, evitando que se enquisten en sus sillones durante años. Hay dirigentes que actúan así. Son los que han surgido en los Cuerpos de Delegados ferroviarios de TBA Mitre y Sarmiento; en las seccionales opositoras de los SUTEBA, cuerpos de delegados del subte, Zanon, varias líneas de la UTA y tantos otros lugares, a los que hay que seguir apoyando en el camino de lograr una nueva conducción del movimiento obrero, antipatronal, clasista y antiburocrática. |
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