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Patricia Walsh
Patricia Walsh
“El aparato represivo sigue impune”
A minutos de viajar a La Plata para estar presente en la lectura del fallo contra el genocida Etchecolatz, Patricia Walsh brindó una entrevista a El Socialista, comentando lo histórico de esa medida, así como también la política a llevar adelante por la aparición con vida del testigo Julio López.
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El genocida Etchecolatz, fuertemente custodiado por la policía |
Patricia Walsh lleva días muy agitados. Viajó permanentemente a la ciudad de La Plata para estar presente en las audiencias más relevantes del juicio que se le sigue al genocida Etchecolatz. Es parte de “Justicia ya! Buenos Aires”, una organización que se formó en La Plata y se trasladó a esta Capital, integrada por un grupo de querellantes, abogados, familiares y organismos de derechos humanos que se ocupan de causas judiciales que se van a seguir ventilando.
Patricia es querellante en la causa por la desaparición de su padre, Rodolfo Walsh; en estos días pidió la elevación a juicio oral y público en la denominada megacausa de la ESMA, que investiga ese hecho, juicio que está previsto se desarrolle en los primeros meses del año entrante.
Patricia, siendo diputada nacional, fue autora de los proyectos legislativos de nulidad de la Obediencia Debida y el Punto Final, y de nulidad de los indultos a los genocidas.
Esto nos dijo:
“El fallo contra Etchecolatz es histórico. Por primera vez una sentencia dice que los hechos criminales que perpetró y determinaron su condena a reclusión perpetua en una cárcel ordinaria se llevaron a cabo “en el marco de genocidio”. Y sienta jurisprudencia, eso quiere decir que se va a tener en cuenta para futuras decisiones judiciales.
En la Argentina no está tipificado (contemplado) el delito de genocidio. Hay nueve proyectos legislativos en el Congreso para que así lo sea, uno de ellos presentado por el diputado Carlos Tinnirello del Bloque Redes, que a su vez señala que es imposible indultar a genocidas por delitos de lesa humanidad.
Por este fallo nos tenemos que felicitar todos. Hay que reivindicar la lucha de años que venimos sosteniendo, y a los abogados y organismos de derechos humanos que plantearon en todos los estrados que se pusiera esa figura. Es decir, si bien sigue sin existir en la ley “el genocidio”, que se lo mencione y considere en esta sentencia implica que sienta jurisprudencia y va a ser parte del Derecho de Gentes y de los tratados internacionales. Significa que de aquí en más va a tener relación con todos los juicios por venir, en los cuales vamos a pedir que se cambien las carátulas y se investiguen por genocidio.
¿Qué opinás del caso López?
La mayoría de los indicios indica que fue obra de la “mano de obra desocupada”, que por estas horas parece que está “muy ocupada”. Es que todo el aparato represivo sigue impune. En Buenos Aires siguen actuando las patotas policiales y parapoliciales, y Felipe Solá sigue siendo la máxima autoridad de ese distrito donde actúan. No nos debemos olvidar. Solá fue secretario de Ganadería y Pesca de Menem y no quedó una merluza en pie en Mar del Plata. Fue responsable del desastre ecológico depredador que provocaron las multinacionales. Fue el mismo que ante los asesinatos de Kosteki y Santillán dijo: “Son los piqueteros, que se están peleando entre ellos”.
¿Hay seguridad en la provincia de Buenos Aires, donde al día de hoy, después de más de una semana de la desaparición del testigo López, no se pueda encontrar, sea que esté enfermo o secuestrado? Día a día se está fortaleciendo el motivo de la venganza. Y si aparece con vida (que es lo que todos queremos), todo va a quedar igual, el aparato represivo sigue impune, la inutilidad administrativa y política de la institución policial y la complicidad del gobernador Solá en esto.
¿Y el presidente?
Néstor Kirchner y Cristina de Kirchner también son responsables. Mientras estaban rindiéndoles pleitesías a los empresarios norteamericanos en Nueva York, tocando la campanita en Wall Street, acá teníamos este tremendo caso. Esto no se resuelve con recompensas ni tampoco sólo con protección a los testigos, que ni siquiera la había. Y si la implementan, ¿quién va a dar seguridad a los testigos? ¿Quién va a brindar seguridad?, ¿las mismas Federal y Bonaerense, sospechadas en este caso? ¡Es ridículo!
Sigue habiendo desaparecidos entonces…
Sí. Pero quiero aclarar que este hecho lamentable de la desaparición de López no es el caso 30.001, como dicen. Precisamente el 2 de octubre próximo viajo a Comodoro Rivadavia a preguntarle al gobernador Das Neves si ha podido averiguar algo en estos años (lo dice sarcásticamente) sobre el paradero del primer desaparecido en democracia, el joven Iván Torres, desaparecido de una comisaría de esa provincia hace tres años. Su madre, María, se quedó durmiendo tres meses en un banco de la misma comisaría de donde lo hicieron desaparecer, pidiendo por su hijo, y hasta hoy no tuvo respuesta.
Y no hay que olvidar a los muertos del gatillo fácil, a los muertos por la represión, a los desaparecidos por ser víctimas de la miseria planificada, el hambre, la desnutrición infantil; los chicos que se mueren por causas evitables, a los muertos en el penal de Magdalena y muertos en las cárceles que están en condiciones infrahumanas de vida…
López sería el primer testigo desaparecido que fue fundamental en la condena a un genocida. Fue un detenido desaparecido que vuelve a desaparecer. Por eso mañana vamos a la marcha a Plaza de Mayo a decir bien fuerte: “¡Exigimos al gobierno su aparición con vida ya!”
¡Ahora, ahora, resulta indispensable, aparición con vida y castigo a los culpables!
Así titula el documento conjunto acordado por decenas de organizaciones que se leerá en la marcha a Plaza de Mayo este miércoles. En sus partes sobresalientes señala:
“… Treinta años atrás Julio soñaba y luchaba por un país solidario y fraterno, con justicia social, sin explotadores ni explotados. Ese sueño y esa lucha lo llevaron a enfrentar a la dictadura y a soportar el secuestro, la desaparición, la tortura. Y treinta años después, con 76 años, ese mismo sueño lo impulsó a sentarse frente a un tribunal a denunciar a Etchecolatz…
Hoy Julio está desaparecido nuevamente y nosotros estamos aquí para exigir su APARICION CON VIDA YA! Y además para denunciar que la mayoría de los indicios apuntan a que Julio López fue secuestrado por las patotas de la Policía Bonaerense y la derecha fascista.
…los genocidas saben que con esta sentencia peligra la impunidad de la que gozan… dos días después del secuestro de Julio apareció un cadáver fusilado con una bala 9 mm y calcinado en el Camino Negro de Punta Lara, la misma “técnica” y el mismo lugar donde en los años previos a la dictadura arrojaban los cadáveres de nuestros compañeros… la Policía Bonaerense comunicó inmediatamente a la prensa que ese cadáver era de Julio López, sin una sola pericia que lo confirmara.
Denunciamos la campaña tendiente a instalar la idea de una desaparición accidental. El lunes 18 a la madrugada Julio estaba con vida. Hoy debe aparecer con vida. Y eso es responsabilidad del gobierno nacional. Por eso le exigimos la aparición con vida ya de Julio López y el castigo a los culpables.
También es responsabilidad de este gobierno que el aparato represivo siga impune. A pesar de los hechos del Puente Pueyrredón, donde participó activamente el aparato represivo de Camps-Etchecolatz, nos enteramos ahora, por boca del propio ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, que sesenta policías de la Bonaerense que se desempeñaron en campos de concentración seguían en funciones hasta el viernes pasado. Esto es una aberración que sólo genera más impunidad ¿Hacía falta la desaparición de Julio y nuestro reclamo para que los echaran? Nos preguntamos: ¿son sólo sesenta en la Bonaerense? ¿Cuántos más siguen en sus cargos en el Ejército, en la Armada, en la Fuerza Aérea, en la Gendarmería, en la Prefectura, en la Policía Federal, en las policías provinciales, en la SIDE?
Durante veinte años gozaron de la impunidad total que les brindaron los gobiernos constitucionales. Con nuestra lucha conseguimos la nulidad de la Obediencia Debida y Punto Final, la reapertura de las causas y la primera sentencia en la que se condena a un verdugo por genocida. No permitiremos que la desaparición de Julio López sea la respuesta.
Exigimos que el gobierno ordene la inmediata baja de todos aquellos que cumplieron funciones en los campos de concentración de la dictadura. Exigimos juicio y castigo para todos los genocidas, sus cómplices y beneficiarios civiles…”
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