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Ni amnistía, ni esperar al 2007
¡Aparición con vida de López y castigo a los culpables!
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Con descolgar los cuadros no alcanza |
El mensaje de los familiares de los genocidas que realizaron el acto en Plaza San Martín el pasado jueves 5 fue claro. Organizados en “Memoria Completa”, reivindicaron el terrorismo de Estado y pidieron una “amnistía general”. Muchos hablan de que en el país hay un “clima enrarecido”. Lo que ocurre es que se vuelve a repetir la misma historia.
Esos sectores, cobijados bajo la impunidad que le dieron los sucesivos gobiernos constitucionales, vuelven a pedir perdón. Sus voceros, como Mariano Grondona, dicen que no hay que revolver el pasado, todo para salvar a los genocidas. Pero si no ajustamos cuentas con el pasado todo vuelve a la cruda realidad. Miremos el caso López, un nuevo desaparecido en democracia. Con el argumento de que no hay que generar “resentimientos ni rencores”, la jerarquía de la Iglesia Católica se sumó al pedido de perdón.
Bignone ya lo quiso hacer y no pudo. Al final de la dictadura dictó una ley de “autoamnistía” que salvaba a quienes asesinaron y torturaron, engendro que posteriormente fue anulado por el Congreso por la presión popular.
Después de treinta años vuelven a la carga. ¿Por qué?
La derecha y los sectores fascistas están dando un manotazo de ahogado, ya que se ven acorralados ante el avance arrollador en la lucha contra la impunidad. La nulidad de la Obediencia Debida y el Punto Final que declaró el Congreso a través del proyecto de la ex diputada Patricia Walsh ha permitido reabrir muchos juicios que estaban congelados, y que exista el primer condenado, el “Turco” Julián.
En el juicio a Etchecolatz por primera vez se reconoce que hubo “genocidio”. Se avecinan nuevos juicios, como el de la megacausa de la ESMA, donde se encuentran imputados los asesinos de Rodolfo Walsh; el juicio al ex capellán de la Bonaerense de Ramón Camps y Etchecolatz, Von Wernich, asesor espiritual de los grupos de tareas de La Plata, donde se probará la complicidad de la Iglesia con la dictadura, y la lista sigue.
Esa lucha quiere ser frenada con la desaparición de López, amenazas intimidatorias, pintadas con esvásticas y llamados a la “reconciliación” tendientes a un segundo punto final. Reclamo que tendrá que enfrentarse a los millones que se movilizan contra los genocidas y miles y miles que están dispuestos a seguir en las calles por López y el castigo a los responsables.
Si estos grupos fascistas pueden hacer esto, es porque se han venido cobijando bajo la impunidad que le han brindado la UCR, el PJ y los viejos políticos.
Ahora Kirchner y su gabinete dicen estar en contra de la amnistía, pero sólo han tomado en su contra medidas cosméticas. Solá desafió a esos sectores a “ver quién tiene más votos” en las elecciones del 2007. ¡Ni amnistía ni esperar al 2007! Hay que tomar medidas para aplastarlos ahora.
Si Kirchner y Solá están por los derechos humanos, ¿no es una vergüenza que Bignone esté suelto, indultado y cobrando una jubilación de $15.000? ¿Por qué no se anulan los indultos a todos los genocidas?
Solá ha reconocido que en el caso López intervinieron policías de la Bonaerense vinculados al terrorismo de Estado. ¿Por qué no los identifica, les da la baja deshonrosa y los mete presos, en vez de premiarlos con la jubilación anticipada?
¿Por qué no se disuelve la SIDE, abren todos los archivos del Estado y se pone toda la documentación en mano de los familiares de las víctimas para que se llegue a la verdad en el caso López y de todo lo que ocurrió en estos años? Kirchner y Solá tienen el poder absoluto sobre el aparato represivo, ¿por qué no lo desmantelan? Ellos están en el poder, tienen mayorías en las Cámaras y el apoyo popular. Si no lo hacen es porque saben que tienen que apelar a él para reprimir las luchas -como lo hicieron con los petroleros de Las Heras-. Y porque revisar el pasado significaría ir contra los cómplices civiles de la dictadura, de la deuda externa fraudulenta y quienes vinieron aplicando en estos años un modelo económico dándole continuidad al hambre y la pobreza inauguradas en el 76. Si todo el aparato del Estado está buscando a López (policía, Gendarmería, Ejército, Prefectura, SIDE, Justicia), y al día de hoy no hay ningún indicio, es la mejor prueba de que ese aparato está diseñado para reprimir, no para defender los derechos humanos. Recordemos cuando esas mismas fuerzas, en una acción mancomunada, asesinaron a Kosteki y Santillán. Por eso esas instituciones buscan a López en Los Hornos, como si estuviera perdido, y no entre sus filas, lo que llevaría a encontrar rápidamente a los responsables, ya que los represores de ayer están en las actuales fuerzas como represores de hoy.
Por eso la tarea de encontrar a López, castigar a los responsables, desmantelar el aparato represivo y encarcelar a todos los genocidas y represores de ayer y de hoy ha quedado en mano de los trabajadores y el pueblo. Hay que seguir movilizados para lograrlo. Como lo haremos con la gran marcha que se está preparando en Capital, de Congreso a Plaza de Mayo, para el 18, día en que se cumple un mes de la desaparición de López, donde están previstas también distintas movilizaciones a lo largo y ancho del país.
Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.
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