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ChileLos estudiantes exigen la derogación de la ley de PinochetLa semana pasada hubo nuevamente en Chile grandes movilizaciones estudiantiles de secundarios y tomas de colegios. Volvieron a exigir, en las calles y en los colegios, la derogación de la siniestra LOCE, la ley de privatización de la educación que dejó Pinochet como herencia y que llevó a un desastre educativo. El gobierno los reprimió.
La ley fue promulgada el 10 de marzo de 1990, un día antes de que Pinochet dejara la presidencia. Las escuelas pasaron a ser municipales y el gobierno entregó gran parte de los fondos públicos a empresarios privados llamados “sostenedores”. La gran movilización estudiantil comenzó en abril y mayo de este año y alcanzó tal fuerza que obligó al gobierno a dar concesiones menores (becas y boletos escolares) y prometer que se reformaría la ley pinochetista, LOCE, mediante una comisión asesora de educación. 80 personajes, 49 reuniones y ningún resultado Nombraron a ochenta “expertos” elegidos a dedo. Y entre ellos la mayoría, que son los que precisamente apoyaron y se beneficiaron con la LOCE desde hace años. Estos “expertos”, con la asesoría de empresarios privados y de los estudiantes, se reunieron 49 veces. Pero no discutieron el tema de fondo: terminar con la LOCE. En resumen, ni los “expertos” ni el gobierno tienen la menor intención de cambiar de fondo el sistema educativo pinochetista. Por eso los estudiantes se hartaron y discuten retirarse de la comisión. Y vuelven a la lucha para exigir algo muy simple: que se derogue la LOCE y que todo el sistema educativo pase a depender nuevamente del Estado nacional (y no como ahora de los municipios) con financiamiento adecuado. No hacen falta tantos “expertos” para entender eso. Movilización y represión Las protestas estudiantiles del martes pasado finalizaron con 369 detenidos en todo el país, según información proporcionada por el Ministerio del Interior. El intendente de Santiago, Víctor Barrueto, informó que la represión fue porque las movilizaciones “no estaban autorizadas por la intendencia” por lo que, según el “democrático” intendente, “debió actuar Carabineros para disolverlas”. Una de las marchas, que intentó llegar hasta el edificio de Educación, fue disuelta por Carabineros, con ayuda de carros lanzaaguas y lanzagases. Durante los enfrentamientos, que se extendieron por unos treinta minutos, los manifestantes respondieron lanzando piedras y pintura a los efectivos policiales. También fueron desalojados violentamente los colegios tomados. El Colegio de Profesores dio su apoyo a los estudiantes. Su dirigente, Jorge Pavez, reiteró que el magisterio respalda “la forma y el fondo” de las protestas estudiantiles. El alcalde de Providencia, Cristian Labbé, un pinochetista, sancionó a decenas de estudiantes expulsándolos de hecho del sistema educativo. El vocero del gobierno, Ricardo Lagos Weber, dijo que se “trata de una medida correcta” la actitud de Labbé. “Hay que poner orden”, remató. La presidenta Michelle Bachelet demuestra cabalmente que es digna sucesora de los demás gobiernos de la Concertación, dispuesta a aliarse al propio pinochetismo para mantener el neoliberalismo más extremo que caracteriza a Chile. Los estudiantes dijeron basta Estos pibes de 15 años están cambiando a Chile. Salieron a la calle, conmovieron a toda la sociedad, lograron el apoyo de sus profesores y de la inmensa mayoría de la población trabajadora y han creado una nueva organización, la Asamblea Nacional de Estudiantes Secundarios (ANES), que funciona con delegados y voceros revocables. Hicieron las movilizaciones más grandes desde el golpe de Pinochet en 1973. Es el movimiento que, exigiendo una educación estatal, gratuita y de calidad, comienza a cuestionar de fondo al supuesto “milagro chileno” que condena a gran parte de la población y de la juventud a la marginación y a empleos basura con salarios de hambre. |
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