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Entrevistó: |
Esquel: No a la mina“Tocan a uno, nos tocan a todos”
La Minera El Desquite S.A., subsidiaria de la multinacional canadiense Meridian Gold Inc -con sede en el paraíso fiscal de las islas Caimán-, inició una demanda judicial a seis vecinos de Esquel por haber difundido la grabación de una reunión de ejecutivos en la que se planeaba “revertir los resultados de la consulta popular”, donde en 2003, el 81% votó rechazar el proyecto minero a cielo abierto, por el terrible impacto ambiental y social que se produciría en el agua, el suelo y las producciones sustentables. Así los vecinos lograron paralizar la obra. Pero la Meridian Gold Inc permanece en Esquel, no le cancelaron la concesión de los yacimientos y está a la espera de lograr la “licencia social para operar”. Se reunió con políticos zonales, nacionales e incluso con la empresa que asesoró la campaña electoral del presidente Kirchner para organizar la conspiración contra la comunidad, tal como lo testimonia una reunión grabada en la que uno de sus ejecutivos dijo textualmente: “en Esquel no se deben enterar que vamos a torcer la voluntad del pueblo”. La querella a 6 vecinos es parte de ese plan. Entrevistamos a Pablo Quintana, periodista y vecino de la ciudad, uno de los querellados por la minera. Esquel se hizo famosa hace unos cuantos años, recordanos ¿porqué y cómo? En marzo de 2003 se tomó la decisión de oponerse a un gran emprendimiento minero que pretende desarrollar una multinacional en el cordón Esquel. Fuimos conociendo en detalle un gran saqueo, a partir de las leyes mineras que fueron impulsadas en la década del 90 y que aún están vigentes, que le otorgan infinidades de negociados a las multinacionales. Obviamente hoy más que nunca están tratando de impulsar este tipo de iniciativas. En marzo de 2003 se ganó el plebiscito. En realidad lo único que ha hecho es imponerle una barrera a este avance de las mineras, y ha tenido eco. Porque hoy tenemos conocimiento de lo que sucede en San Juan, en Catamarca, en La Rioja, en Mendoza, en Santa Cruz. Nadie pensaba en Esquel que frente a una multinacional, una pequeña comunidad podía poner un freno, y esto es lo que se logró ese 23 de marzo. Pero el escenario sigue siendo favorable a las mineras, por la legislación, y siguen contando con el guiño de nuestra dirigencia política. Ningún político de turno ha hecho absolutamente nada para desarticular esa gran ingeniería legal con la que cuentan los mineros para poder explotar. La Meridian ha intentado judicializar esta protesta social. Hoy nos despachamos con esta instancia donde a cuatro vecinos y dos periodistas, entre los cuales estoy incluido, nos han iniciado una querella por difundir una grabación de una reunión que tuvo la empresa minera, en donde establecía claramente cuál era la estrategia que pretendía después del plebiscito. Hablaban de cómo introducirse en las juntas vecinales, como llegar a la comunidad a través de las mujeres de los propios empleados de la minera, enviando cartas a los lectores. Muchas de las acciones las fuimos viendo que se plasmaron o intentaron plasmar en la realidad, a partir de que tomamos conocimiento de la grabación de esa reunión, muchos meses después de sucedida la misma. Ahora la minera nos denuncia por haber dado a publicidad una reunión privada que mantienen ellos, pero en realidad es una reunión privada que terminan hablando de cada uno de los ciudadanos de esta comunidad. Después de la asamblea que se realizó el pasado 21-10 ¿qué medidas se tomarán para hacer frente a esto? Lo más importante es que ha removido todo el avispero. Ha habido una repercusión importantísima en la convocatoria de esa asamblea. Lo más significativo es que los vecinos han dicho que si “tocan a uno, nos tocan a todos”. Es un poco el eslogan. La gente se siente como que los imputados somos el 81% de esta comunidad, que en definitiva es el resultado que dio aquel plebiscito y que si hoy lo volvemos a hacer, estoy seguro que somos muchos más. |
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