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Fellner y Solá, tras el efecto Misiones
Caen las reelecciones
Después de la derrota de Rovira, se desató una ola de renuncias a proyectos reeleccionistas. El actual gobernador Fellner, de Jujuy, ferviente kirchnerista, desistió. Y luego lo hizo Felipe Solá, bajándose de la estratégica provincia de Buenos Aires. Solá fue vicepresidente de Ruckauf en 1999, asumió en su reemplazo, y después de siete años quería quedarse otro mandato apelando a la “justicia”. Pero se bajó después de una entrevista con el presidente en la propia Casa Rosada.
Algún periodista dijo que primó en tal decisión “la racionalidad y el apego a la ley”. No. Lo que primó es el terror a volver a perder estrepitosamente como en Misiones. Para disimular, Solá dijo que no es su vocación “aferrarse a ningún sillón”. ¡Pero estaba haciendo todo lo posible para quedarse! Un gobernador que debería rendir cuentas ahora, porque no investiga en las filas de la Bonaerense para encontrar a López y castigar a los culpables, le niega aumentos a los profesionales de los hospitales y a los docentes, tiene la provincia en déficit y sumida en la pobreza más extrema.
Kirchner se mantuvo en silencio pero acusó el golpe. Se le escuchó decir: “no podemos seguir perdiendo la batalla con la gente”. Y es cierto. El pueblo de Misiones doblegó su proyecto perpetuo. De lo que se trata ahora es de cuidar la “gobernabilidad y la estabilidad institucional”, según señaló un alto funcionario oficial.
Pero si Kirchner hizo retroceder a sus más conspicuos amigos en sus proyectos reeleccionistas, no es porque quiera cambiar la vieja política. Esta semana hizo un acto con el intendente de Lanús, “Manolo” Quindimil, quien desde hace 23 años está al frente de ese municipio. El propio Kirchner hizo reformar la Constitución santacruceña para imponer la reelección indefinida. Un comentario que circula en los lugares de trabajo, dice que si el presidente le pidió interceder al Rey Juan Carlos por las papeleras, es porque lo envidia: está en el poder, sin sobresaltos, desde la muerte de Franco, en 1974.
¿Por qué insistió el presidente hasta último momento en sostener a Rovira y diseñar otras reelecciones? Para tejer alianzas con políticos de máxima confianza, que lo ayuden a sobrellevar su proyecto hasta el 2007, y esencialmente para que le garanticen lealtad en su segundo mandato, que por estas horas, se puede augurar que será bastante turbulento. ¿Qué pasará en los próximos años si la coyuntura internacional no es tan favorable y siguen las peleas feroces en el PJ y la CGT? Aparecerán nuevos fenómenos político-sindicales que deberán aprovechar los luchadores para plantar un nuevo sindicalismo combativo, y en unidad con la izquierda, una nueva alternativa política.
No hay “nueva política” kirchnerista, porque para suceder a Solá, ya se preparan una decena de candidatos, entre ellos Aníbal Fernández, Balestrini y Pampuro, ex fervorosos duhaldistas.
Tampoco son salida los candidatos “opositores” que hacían lobby contra Solá: el viejo aparato duhaldista del PJ, Blumberg, Macri, López Murphy, la UCR o el ARI. Estos políticos critican a Kirchner pero son cómplices en que Argentina siga pagando la deuda externa con el hambre del pueblo, subsidie a grandes empresarios y multinacionales, y sigan los salarios y jubilaciones de pobreza. Son los que se postulan, al igual que el kirchnerismo, para seguir gobernando para los de arriba.
Mientras tanto, para el gobierno siguen los problemas. Es que la bonanza económica -de cuyos beneficios solo se apropian unos pocos-, no puede tapar todo. Kirchner apela a lo que puede. Le pidió al Rey Juan Carlos que interceda para ver si puede frenar los cortes contra las papeleras. Todo a cambio, por supuesto, de comprometerse a pagar a la Madre Patria 1000 millones de dólares de deuda externa, prestados en la época de De la Rúa. Zapatero autorizó la mediación, pero exigió que para las privatizadas, aunque de a poco, se vayan aumentando las tarifas. Y el chupa-petróleo Antonio Brufau, presidente de Repsol- YPF, pulsó la misma sintonía: “Si a la Argentina y a España le va bien, a Repsol le va bien(...) Nosotros nos sentimos acompañados por el gobierno argentino” (Clarín, 3-11)
A su vez, el presidente vuelve a recomponer lazos con la CGT y Moyano después de los incidentes que la patota sindical protagonizó en San Vicente. ¿Por qué, a pesar de la repulsa que generaron esos hechos en el conjunto del movimiento obrero? Es que la CGT viene siendo una aliada silenciosa de los empresarios, y una aliada a los gritos de cada gobierno de turno. Con la devaluación aceptó la fenomenal transferencia de ingresos a costa de la fabulosa rebanada al poder adquisitivo de los salarios. Y este año, selló el tope salarial arbitrario e insuficiente del 19%, cerrando un pacto con el gobierno que quiere reeditar para el año que viene.
Dicen que el presidente, después del silencio ante el aluvión misionero, está dispuesto a recuperar la “iniciativa política”. Pero para seguir gobernando para las multinacionales y los empresarios de la mano de los viejos burócratas sindicales.
Sabemos que existen aún importantes expectativas en Kirchner. Pero esas expectativas populares no significan “entusiasmo” o cheque en blanco a la política oficial. Cada vez más sectores empiezan a ver que los problemas de fondo no se resuelven, y que detrás del doble discurso presidencial empieza a aparecer, a cada paso, la vieja Argentina. Miles empiezan a ver que se hicieron retoques en la Corte pero la justicia sigue siendo para los ricos. Que se habla de derechos humanos pero López sigue sin aparecer. Que se habla de combatir al neoliberalismo pero la pobreza y desigualdad social son peores que en los 90. Que se llama a combatir lo viejo pero los amigos de Kirchner siguen siendo los intendentes duhaldistas, los gobernadores ex menemistas y los dirigentes sindicales más repudiados.
Es por eso que hacemos un llamado a todos los que quieren enfrentar a los partidos y políticos que siguen gobernando para el imperialismo, el FMI, los banqueros y grandes empresarios, a conformar una alternativa política distinta. A los luchadores y a la izquierda, a dar paso en conformar un Frente de Izquierda que de batalla en las próximas elecciones. Y a unir filas para apoyar las luchas en curso. Por aumento salarial igual a la canasta familiar enfrentando el pacto Kirchner-CGT. Por aparición con vida de Julio López, castigo a los culpables y nulidad de los indultos, como lo haremos el próximo 18 en Plaza de Mayo y en todo el país. Y por todos los reclamos obreros y populares pendientes.
Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.
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