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Caso López“Se lo llevaron por segunda vez”Con estas palabras, la esposa del albañil desaparecido abrió la peor hipótesis. La misma que ya venimos sosteniendo desde el Encuentro 30 Años Memoria, Verdad y Justicia. La investigación está parada. Contra esa impunidad se dio una nueva marcha a Plaza de Mayo y hubo distintas acciones en todo el país.
Varios hechos demuestran la complicidad del gobierno con la impunidad que reina en el caso López. Uno. La Justicia no investiga. Una de las causas, en manos de la jueza Garmendia, está “trabada”. ¿Quién lo dijo? Otro juez que también investiga el hecho, Arnaldo Corazza. Por eso el Encuentro está pidiendo a la Corte Suprema que defina quién debe investigar y lo haga en una sola causa. También está solicitando que se cambie la carátula de “averiguación de paradero” a “desaparición forzada de persona”. Dos. Esta semana, ante una nueva sesión especial para tratar la nulidad de los indultos, Kirchner, el PJ y la UCR ordenaron no dar quórum y así dejar pasar otra oportunidad para encarcelar a los genocidas. Más impunidad para quienes seguramente oficiaron de maestros en adiestrar a los represores de hoy que se llevaron a Jorge Julio. Tres. Los organismos de derechos humanos denominados “históricos” (Abuelas, Madres y Familiares), afines al gobierno, no llamaron a movilizar este 18. Tampoco organizaciones piqueteras oficialistas, como lo hicieron, auque tibiamente, otras veces. La CGT, por ejemplo, mostrando su total complicidad con el gobierno, ni siquiera ha atendido los llamados de Memoria, Verdad y Justicia para tener una entrevista. Cuatro. Seguro el hecho más repudiable. El gobernador Solá dijo que si López no aparece es “una derrota de todos”. Caradura. Es una derrota de su gobierno que no investiga a la Bonaerense, no desmantela el aparato represivo y junto a Kirchner se niega a anular los indultos. No de quienes nos movilizamos desde el mismo día en que desapareció López. Ni siquiera Solá ha separado a los cincuenta represores que están presos en Marcos Paz (entre ellos Etchecolatz, el “Turco” Julián y genocidas que vienen del Primer Cuerpo de Ejército), quienes se comunican entre ellos, tienen gente afuera que les hace sus pedidos (amenazas) y posiblemente sean los autores intelectuales de la desaparición de López. Rubén, uno de los hijos del albañil, dijo que si se comprueba que su padre fue secuestrado, “exigiré responsabilidades al presidente y al gobernador bonaerense”. El documento leído en La Plata este 18 exigió lo mismo. Por eso hay que seguir luchando contra la impunidad. Aparición con vida de López. Castigo a los culpables. Desmantelamiento del aparato represivo. Comisión investigadora independiente. Nulidad de los indultos a los genocidas. ¡Ahora y siempre! |
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