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Hace noventa años moría Jack LondonUn gran escritor y un gran hombreEs ampliamente conocido como uno de los precursores de la narrativa de los Estados Unidos. Además, fue un socialista activo y militante que logró expresar en forma literaria, además de una vida de viajes y aventuras, las condiciones de miseria y la lucha de los desposeídos.
Jack London nació en California en 1876. En 1893 vio sus primeros textos publicados en el diario San Francisco Call. Comenzó a trabajar muy joven de obrero, y fue marinero, cazador de focas, buscador de oro… hasta llegar a convertirse en el escritor más popular y mejor pago de los EE.UU. Se hizo muy conocido en el resto del mundo. Recorrió el mar desde Alaska al Japón. Desde 1896 se unió al Labor Socialist Party y en 1901 lo dejó para sumarse al American Socialist Party. Sus títulos más importantes, además de innumerables relatos breves, son Los de abajo (1903), El llamado de la selva (1903), El lobo de mar (1904), Colmillo blanco (1907), Martín Eden (1909), John Barleycorn (1913). Con su salud muy deteriorada murió el 22 de noviembre 1916, a los 40 años. Sufría constantes dolores, y la causa de su fallecimiento fue una sobredosis de calmantes, dejando sin respuesta si fue un suicidio o un accidente. La novela de la revolución y el fascismo Es tarea de los especialistas en literatura evaluar a London estrictamente como escritor. Y cada lector tendrá su preferencia personal. Pero hay un texto particularmente llamativo en su extensa producción: El talón de hierro (1907). Es una ficción, ambientada en los EE.UU. a comienzos del siglo XX. Relata la vida de un militante revolucionario, la situación de los trabajadores, una insurrección (la Comuna de Chicago) y su derrota. En palabras del personaje central hay sencillas pero precisas explicaciones sobre el funcionamiento de la explotación de la clase obrera por parte de los capitalistas, la complicidad de las iglesias y los políticos patronales, el socialismo como una salida a la miseria, y el advenimiento del fascismo cuando la insurrección es derrotada (ver recuadro). Tal como lo señalaba Trotsky en 1937, es impactante leer cómo la imaginación de Jack London logró combinar sus convicciones socialistas con la profunda comprensión del sistema capitalista, al punto de describir anticipadamente la barbarie del fascismo. Una anécdota pequeña puede servir de homenaje final al recuerdo de este escritor. La compañera de Lenin, Krupskaia, escribió que éste era un gran admirador de Jack London y que lo último que le leyó, para entretenerlo, poco antes de su muerte, fue su relato Amor a la vida. Trotsky, sobre El talón de hierro
Ya exiliado en Coyoacán, en 1937, Trotsky recibió varios libros enviados por la hija de London. Entre ellos estaba El talón de hierro. Luego de leerlo, escribió a Joan London una carta de la cual reproducimos fragmentos*.
“[…] con un retraso de treinta años, he leído por primera vez El talón de hierro de Jack London. Este libro me ha producido -lo digo sin exageración- una viva impresión […] Jack London ha sabido traducir, como verdadero creador, el impulso dado por la primera revolución rusa [de 1905] y también ha sabido repensar en su totalidad el destino de la sociedad capitalista a la luz de esta revolución. Se ha asomado más particularmente a los problemas que el socialismo oficial de hoy considera como definitivamente enterrados: el crecimiento de la riqueza y de la potencia de uno de los polos de la sociedad, de la miseria y de los sufrimientos, en el otro polo […] “Hay que destacar muy particularmente el papel que Jack London atribuye en la evolución próxima de la humanidad a la burocracia y la aristocracia obrera. Gracias a su apoyo, la plutocracia americana logrará aplastar el levantamiento de los obreros y mantener su dictadura de hierro en los tres siglos venideros. […] “El capítulo ‘La bestia gimiente del abismo’ es, indiscutiblemente, el centro de la obra. […] es el pueblo reducido al grado más extremo de servidumbre, de humillación y degeneración. ¡No hay por qué arriesgarse a hablar de pesimismo del artista! No, London es un optimista, pero un optimista de mirada aguda y perspicaz. “He aquí en qué abismo la burguesía nos va a precipitar si no la vencéis”, tal es su pensamiento […] nada es más impresionante en la obra de Jack London que su previsión verdaderamente profética de los métodos que “el talón de hierro” empleará para mantener su dominación sobre la humanidad aplastada. London se muestra magníficamente libre de las ilusiones reformistas y pacifistas. […] desde 1907, Jack London ha previsto y descrito el régimen fascista como el resultado inevitable de la derrota de la revolución proletaria. Cualesquiera que sean “las faltas” de detalle de la novela -y las hay- no podemos dejar de inclinarnos ante la intuición poderosa del artista revolucionario.”
* Se publica completa en Literatura y revolución. Ediciones Cruz, 1989 |
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