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Rubén “Pollo” Sobrero llevó solidaridad
Nuestro dirigente Rubén Sobrero, en nombre de los ferroviarios y de nuestro partido, Izquierda Socialista, viajó desde Buenos Aires durante 15 horas, a brindar solidaridad a los petroleros de la empresa Pride en Neuquén. Esto nos dijo a la vuelta de su “extraordinaria experiencia”, como el mismo señaló. “Tras recorrer 350 kilómetros de asfalto y ripio, llegamos al pozo 216, en Rincón de los Sauces, provincia de Neuquén. Cinco compañeros de Izquierda Socialista, atravesamos nuevamente la árida estepa patagónica en un castigado auto, para llevarles nuestra solidaridad a los heroicos petroleros de la Pride en huelga por aumento de salarios. Nos estaban esperando. Nuestra compañera Angélica Lagunas, dirigente de ATEN Capital, gremio de los docentes, les había anticipado nuestra visita. Al vernos llegar, los obreros hicieron sonar la sirena que, desde que se inició el conflicto, es utilizada para convocar a asamblea. En sus rostros sufridos, bajo el rayo del sol, y castigados por un viento inclemente, pudimos sentir lo importante que era para esos hombres recibir el apoyo de otros trabajadores. Y la emoción al saber que, en mi caso, venía desde Buenos Aires, como dirigente ferroviario e integrante de un partido de izquierda. Es que necesitan como el agua la solidaridad para romper el aislamiento al que los vienen sometiendo los dirigentes burocráticos de su gremio, la empresa, el gobierno y la prensa nacional. Estando allí, y escuchándolos, comprendimos que su reclamo de aumento de salario es muy justo. Porque exigen ganar lo mismo que se paga en otras empresas por la misma tarea. Por el elevado costo de vida en ese desierto donde una gaseosa vale 5 pesos. Y también por las terribles condiciones de trabajo a que son sometidos. Jornadas interminables, bajo temperaturas extremas, a la intemperie, donde la tierra los deja como “papa negra”, como ellos mismos nos dicen, con tareas riesgosas, días y días lejos de sus familias, aislados. Nos encontramos con hombres jóvenes, hartos de los abusos, dispuestos a todo. Ávidos de aprender cómo mejor defender sus derechos. Al día siguiente hicimos un corte en la puerta de la Pride, en la ciudad de Neuquén, junto con Zanón y una Multisectorial con distintas organizaciones. Luego nos dirigimos al puesto de Zabaleta, y a Cutral-Có, ante la noticia de que otro trabajador petrolero se había subido a una torre amenazando con tirarse si no había respuesta a sus reclamos. Cuando llegamos, por suerte sus compañeros lo habían convencido de que hay que seguirla todos unidos, y participamos de una asamblea en el lugar. Quiero terminar con esta anécdota de Rincón de los Sauces. Después de comentarles nuestra experiencia como ferroviarios -de que nuestra pelea pasa por tener dirigentes combativos para que las luchas triunfen-, un petrolero me preguntó: “Disculpe... ¿Ustedes nos pueden ayudar para sacarnos de encima a nuestros dirigentes vendidos?” Quedamos en seguir apoyándolos en esa ardua pelea que tienen por delante y en todos los pasos que decidieran en asamblea, en especial ahora cuando me entero que han sufrido despidos. El mismo desafío que tenemos en todo el país. De ir construyendo una nueva conducción sindical, honesta y combativa a lo largo y ancho del país, para barrer a la burocracia sindical. Los petroleros de Las Heras, a principio de año, nos dieron un ejemplo. Los de la Pride quieren y luchan por lo mismo. |
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