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El año de la derrota de BushEn 2006 los yanquis empezaron a perder la guerra de Irak, como ya les pasó en Vietnam. Su principal aliado, el Estado sionista genocida de Israel, tuvo una dura derrota militar en Líbano. Estos dos hechos, muy cercanos en el área geográfica y profundamente relacionados entre sí, marcan un cambio importante en la situación mundial generando importantes consecuencias.
El hecho decisivo en la situación mundial es el desbarranque yanqui en Irak. Los Estados Unidos tuvieron un éxito relativo en dividir y enfrentar entre sí a las comunidades chiítas y sunnitas (las dos ramas en que se divide el Islam). Pero esto no impidió que la resistencia se generalizara en ambas comunidades y en toda la geografía iraquí, al punto de que en el propio Bagdad, en la ciudad de Sadr, de un millón de habitantes, su “ejército Mahdi” está en los hechos fuera del control norteamericano. Lo mismo sucede con la mayor parte del país, donde distintas milicias, algunas actuando a la luz del día, dominan. Los ocupantes saben que sólo pueden estar relativamente seguros encerrados en sus cuarteles. La manifestación de un millón de iraquíes durante la guerra del Líbano, delante de las narices de las tropas yanquis, gritando “¡muerte a Israel, muerte a Estados Unidos!”, mostró espectacularmente este cambio en la relación de fuerzas. La ilusión de Rumsfeld Los yanquis comenzaron a discutir públicamente cómo retirarse. El nuevo secretario de Defensa, Robert Gates, declaró que “no estamos ganando”. Y el columnista Frank Rich, en el New York Times informó que el último memorando interno del secretario de Defensa saliente, Donald Rumsfeld, recomienda que “el gobierno no debería enunciar esa palabra (perder), aun si perder es exactamente lo que hemos hecho. La ilusión de no perder tiene que ser mantenida sin importar el precio en sangre”. Es decir, ya es como la última época de Vietnam. Ya están perdiendo. Y la gran mayoría de la población norteamericana también llegó a esta conclusión. Esa fue la razón principal del voto castigo que enterró al Partido Republicano de Bush en las elecciones legislativas causando una crisis del gobierno y la renuncia de Donald Rumsfeld. La derrota de Israel es otro hecho inmenso. Es la segunda de Israel en Líbano, la otra fue en el 2000. Pero esta vez tuvo dimensiones militares y políticas cualitativamente más importantes. La guerra se transformó en un hecho mundial que generó un repudio de masas contra Israel y los Estados Unidos en Africa, Asia, América latina y Europa. Israel tuvo un activo apoyo norteamericano que proveyó la mayor parte de las bombas. Las potencias imperialistas sólo lograron ponerse de acuerdo en la ONU al mes de la guerra, para hacer menos humillante la retirada de su gendarme israelí. La guerra terminó con una crisis militar y política de Israel. Y con el gobierno proyanqui del Líbano en crisis y asediado por centenares de miles de manifestantes que le exigen que se vaya. Bush pierde en todos lados En América latina prosiguieron las movilizaciones obreras y populares enfrentando a gobiernos y planes económicos neoliberales. La novedad de este año fue la crisis de México, con la insurgencia de Oaxaca y el fraude electoral de Felipe Calderón. En Chile, el país más estable, la irrupción estudiantil pateó el tablero. El descontento popular siguió siendo capitalizado electoralmente por variadas corrientes de centroizquierda o nacionalistas. En Ecuador ganó Correa con su rechazo al tratado de libre comercio con los Estados Unidos y perdió por paliza el candidato más proyanqui. En Venezuela Chávez sacó más votos que nunca. Hasta en el Haití ocupado ganó René Preval, ligado políticamente a Arístide, el ex presidente derrocado por los Estados Unidos. El otro hecho es que se profundiza la revolución política en las organizaciones de trabajadores, surgen dirigentes clasistas y combativos. El hecho más saliente es el triunfo de la clasista CCURA en el congreso de la UNT de Venezuela. En Brasil surgió Conlutas como una nueva central, minoritaria, pero muy fuerte, contra la subordinación de la CUT al gobierno de Lula. En Europa hubo grandes huelgas en Italia, Inglaterra, Alemania, Francia, España, Bélgica, Austria y Grecia. En Francia triunfó un gigantesco movimiento social iniciado por los estudiantes, con apoyo de huelgas generales de los trabajadores. La posibilidad cercana de una derrota yanqui en Irak abre inmensas perspectivas a escala mundial para la rebelión de los trabajadores y pueblos oprimidos. |
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