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Escribe:
Miguel Lamas
Contra lo que votó el pueblo norteamericano
Bush quiere intensificar la guerra en Irak
En contra de la opinión popular, de dirigentes políticos demócratas, jefes militares e incluso de su Partido Republicano, el presidente Bush anunció que enviará más tropas a Irak. Pero puede salirle el tiro por la culata.
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El “guerrero” Bush está perdiendo en Irak |
El burdo argumento de Bush es que así terminará más rápido la guerra. Pero una reciente encuesta de Gallup indica que el 60% de la población norteamericana se opone a mandar más tropas y no cree que se pueda ganar.
No sólo quiere enviar más soldados, sino más naves y aviones al golfo Pérsico, amenazando a Irán.
A todo esto, el Partido Demócrata, que ganó por mayoría aplastante las elecciones por proponer “un cambio de política” en relación con Irak - que tiene ahora mayoría en ambas Cámaras y que podría bloquear cualquier aumento de fondos- muestra su enorme hipocresía frente a la guerra. Discuten si es constitucional o no negarse a aumentar los fondos militares. Y hablan de una “ley no vinculante” (es decir, una ley inútil, que no es necesario cumplirla) para expresar su oposición a la decisión de Bush de enviar más tropas.
Nancy Pelosi, la nueva presidente demócrata de la Cámara de Diputados, dijo que Bush no recibirá de los demócratas carta blanca para su nueva estrategia en Irak, dando a entender que podrían negar los fondos a un posible incremento de tropas en el país. Pero agregó que “el Congreso debe apoyar a esas tropas. No las abandonaremos”, y que si Bush se dispone a “aumentar los efectivos, tendrá que justificarlo”.
Los demócratas muestran así que apoyaron la invasión desde un comienzo, siendo la otra pata del sistema político imperialista. Este sistema político, con sus dos partidos, se está burlando de la población norteamericana que ha expresado en clara mayoría su reclamo de retirar las tropas poniendo fin a la guerra.
La crisis
Sin embargo, es evidente que se le hace muy difícil a los demócratas, e incluso a muchos diputados republicanos, acompañar a Bush en su nueva aventura. La resistencia iraquí sigue golpeando a las tropas de ocupación. El temor de los demócratas y de muchos republicanos es que la nueva escalada sea como intentar apagar el fuego con nafta, la llamada por Nahuel Moreno “ley del bombero loco”, que llevó muchas veces al desastre total al imperialismo. Así le sucedió a Nixon cuando ordenó invadir Camboya en 1970, hecho que terminó desatando la multitudinaria movilización popular contra la guerra en los Estados Unidos que llevó a la derrota final en Vietnam en 1975.
Hasta ahora el Partido Demócrata ha logrado frenar la movilización antiguerra. Pero esto puede cambiar rápidamente, cuando millones comprueben la farsa de un sistema político que se dice democrático, pero se burla de la voluntad tan claramente manifestada de la mayoría de sus ciudadanos.
El senador Chuck Hagel, republicano, expresó que si el plan de Bush es implementado, “será el peor error de política exterior estadounidense desde Vietnam”. Hagel, veterano de la guerra en Vietnam, dijo que “resistirá” esta propuesta. Y fueron varios los legisladores republicanos que se manifestaron en contra, además de los demócratas.
“El presidente Bush le dijo a los estadounidenses anoche que el fracaso en Irak sería un desastre. El desastre es la guerra del señor Bush, y él ya ha fracasado. Esta guerra ha llegado a un punto en que prolongarla sólo provocaría un final aún peor. Sin un verdadero plan para su conclusión, se vislumbra un desastre mayor en Irak”, concluyó lapidario el influyente diario New York Times en su editorial.
La movilización
Según informaron organizaciones contra la guerra, comenzó una ola de acciones de protesta por todo el país y una campaña publicitaria para presionar en forma directa al Congreso para que detenga el envío de más tropas. Se programaron mil acciones en los cincuenta estados de la unión, según las coaliciones antiguerra, contra la propuesta del presidente. Las acciones de todo tipo -protestas frente a oficinas de legisladores, centros de reclutamiento militar, foros, vigilias y más- tienen la intención de culminar en una marcha masiva en Washington el 27 de enero para exigir el fin de la guerra y el regreso de las tropas a casa. La consigna es “que los militares de Estados Unidos salgan de Irak, no en seis meses, no en un año, sino ahora”.
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