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Kirchner y las nacionalizaciones en Venezuela¿Por qué no en la Argentina?Ante los anuncios de nacionalización de las telefónicas, las empresas de energía eléctrica y el complejo petrolero por parte de Chávez, el gobierno argentino salió a diferenciarse de Venezuela. Mientras tanto, las privatizadas en nuestro país siguen recibiendo nuevos subsidios al tiempo que los servicios empeoran día a día.
Los anuncios del presidente venezolano Hugo Chávez, más allá de lo acotado de las medidas (ver página 11), despertaron dos reacciones unánimes: la histeria, el alarmismo e incluso las amenazas de represalias del imperialismo (empezando por el gobierno de los Estados Unidos), los grandes monopolios internacionales y el mundo de las finanzas, y la simpatía y apoyo del conjunto de los trabajadores, sectores populares y luchadores antiimperialistas de Latinoamérica. En nuestro país, una encuesta de D’alessio-Irol, publicada por La Voz del Interior, con la pregunta “¿Argentina debería nacionalizar lo privatizado en los 90, como anunció Chávez para Venezuela?”, obtuvo un 55,7% de respuesta afirmativa. La posición del gobierno argentino Ante el terremoto que estaban ocasionando las noticias que llegaban desde Caracas, el gobierno argentino salió rápidamente a despegarse de Chávez: “Los anuncios de Venezuela son un tema interno que no afecta al Mercosur. Ese país sigue un modelo distinto al argentino. Otros países del bloque -como Uruguay o Brasil- tienen servicios públicos nacionalizados. No nos cambia la línea, pero sabemos que Chávez es así, tiene ese método”, dejaron trascender el miércoles “fuentes no identificadas de la Casa Rosada”. Ya al día siguiente fue el propio Aníbal Fernández quien salió con la versión oficial: “Ellos sabrán lo que hacen. Nosotros garantizamos que la Argentina no se saldrá de su actual política económica. Frente a la vía bolivariana al socialismo preconizada por Chávez, defendemos la responsabilidad del Estado, pero dentro del Estado capitalista.” El secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Alfredo Chiaradía, fue aun más allá: asumió el rol de defensor de los grupos económicos argentinos que operan en Venezuela. Ante versiones que colocaban como “empresa en riesgo de ser nacionalizada” a Sidor (perteneciente al Grupo Techint), Chiaradía afirmó que “las inversiones argentinas en Venezuela, la mayoría en siderurgia y petróleo, están protegidas por un acuerdo bilateral de 1993 según el cual ninguna de las partes contratantes tomará medidas de nacionalización o expropiación”. El “despegue” de Kirchner con respecto a Chávez llegó al extremo de no concurrir a las asunciones de los presidentes de Nicaragua y Ecuador para evitar aparecer en la foto junto a él (y menos aún junto al presidente iraní Mahmud Ahmadinejad, especialmente invitado por el venezolano a una gira por Latinoamérica). Como venimos analizando en números anteriores de El Socialista, desde su reciente visita a Nueva York Kirchner viene tratando de mostrar la mayor distancia posible de cualquier gesto, por pequeño que sea, de independencia política por parte de Chávez, con respecto a los Estados Unidos. ¿Por qué en la Argentina no? Cualquiera que escuchara los planteos del gobierno pensaría que en nuestro país no son necesarias medidas como las venezolanas porque todo funciona correctamente. En realidad todo funciona, sí, pero al servicio de las superganancias de las privatizadas. Repasemos sólo los últimos acontecimientos. En cuanto empezó el verano comenzaron los cortes de energía eléctrica por “exceso de consumo” en varias provincias. Encima, el gobierno concedió aumentos de tarifas a las compañías eléctricas a partir de enero. Desde diciembre para acá se batió el récord de descarrilamientos de trenes. Y no podemos reportar los atrasos y las cancelaciones de servicios porque son tantos que ya ni son considerados “noticia”. Mientras tanto, a las privatizadas ferroviarias se las compensó con $397,7 millones a fin del año pasado en concepto de subsidios. Por supuesto, ni qué hablar del gas y el petróleo, donde Repsol YPF continúa liderando uno de los vaciamientos de recursos más grande de la historia argentina. Hagamos como Venezuela Las conclusiones son contundentes. El año pasado ya lo marcamos ante la nacionalización del gas por parte de Evo Morales. Ahora Venezuela vuelve a mostrarnos el camino. Hay que estatizar ya todas las empresas de servicios públicos privatizadas, el gas y el petróleo, volviendo a tomar el control de esos recursos estratégicos. Sólo empezando por esas medidas, claras y concretas, podremos estar diciendo que estamos dejando atrás el “modelo menemista” de los 90. |
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