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Editorial
Inflación, luchas, impunidad y elecciones
Los precios siguen subiendo. Empezaron las clases y la canasta escolar está por las nubes. La carne volvió a aumentar, al igual que todos los alimentos básicos.
El 1,1% de inflación de enero “dibujado” por el INDEC, no se lo creyó nadie. Menos el mentiroso 0,3% de febrero que fue directamente una burla. ¿Usted conoce a alguien que se haya ido de vacaciones este año y le salió más barato que en el 2006? Eso dice el gobierno. Una vergüenza denunciada por centenares de estadísticos de Argentina y el exterior. Ni Martínez de Hoz se había atrevido en dictadura a intervenir el INDEC para falsear los números a su favor.
Mientras tanto la verdadera canasta familiar ya llegó a los 2.400 pesos, y el 60% de los trabajadores en blanco ganan menos de 1.200 (ni hablemos de los que están en negro). Por eso crece la pelea por aumento de salarios. Paran los docentes en varias provincias, nuevamente los 77 hospitales bonaerenses, y la lista sería interminable.
El gobierno pretende arreglar todo cosméticamente. Así fue con los docentes, donde se jugó a garantizar el inicio “normal” de las clases con el aumento mentiroso y en negro de los 1.040 pesos. De paso pensaba que le iba a servir para instalar a Filmus como candidato. ¡Qué mal que le salió! Aún hoy, a pesar de la traición de CTERA, hay 8 provincias en lucha, entre ellas Salta con paro por tiempo indeterminado y Neuquén con enormes marchas. Y en el caso de la provincia de Buenos Aires se “compró” además una crisis en el gabinete, que terminó con la salida del Ministro de Economía Gerardo Otero. El conflicto docente es una muestra que este modelo “exitoso”, de “crecimiento económico”, en realidad es una máquina de crear dinero para destinar a pagar la deuda externa y subsidiar a los grandes pulpos económicos, en vez de aumentar el salario a quienes sostienen la salud y educación pública.
Por su lado, la CGT sigue borrada de las luchas. Nunca se la ve apoyando ningún reclamo. Deja aislado a cada gremio para que consiga “lo que su patronal puede dar”. Mientras las Cámaras empresarias ya empiezan a hablar de que cualquier aumento debe darse escalonado, en dos o tres veces. Moyano dice demagógicamente que “no hay piso ni techo” en la negociación salarial, pero no es otra cosa que una excusa para no unificar la pelea y así evitar crearle problemas a su amigo Kirchner. No cuida los intereses de los trabajadores, sino sus propios bolsillos, como el caso del millonario Lingieri (ver pág. 4).
Estamos en vísperas de un nuevo 24 de marzo, y a 31 años del golpe genocida, lamentablemente la impunidad continúa y por eso siguen vigentes todos los reclamos con los que nos movilizamos año tras año. Esta vez, con el doloroso agregado del clamor por la aparición con vida de Julio López. El gobierno se juega a doblar su apuesta del año pasado, “copando” la Plaza de Mayo de antemano, para hacer pasar su doble discurso de “defensor de los derechos humanos”. Un gran desafío tenemos entonces, desde el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia en Capital, en garantizar una movilización masiva y unitaria independiente del gobierno, para hacer escuchar en las calles los reclamos pendientes que no han sido resueltos.
En medio de reclamos salariales, contra la impunidad y medio ambiente, aparece otra pelea, la electoral, ante la cual nos tenemos que preparar. El gobierno trata aceleradamente de “acomodar su tropa” y para eso no tiene empacho en transar con los gobernadores e intendentes más corruptos, como se vio con la defensa de Maza en La Rioja, o su negociación con los radicales en Catamarca, apelando a la “unidad de la billetera”. Pero no todo le resulta fácil.
En Capital no logra hacer despegar a su “prototipo” Filmus, y tiene miedo que en cualquier lugar se produzca otro “efecto Misiones”. Por otra parte, el recuerdo de las patotas de San Vicente no se borró de la memoria popular.
Mientras todos los políticos tradicionales juegan sus fichas, crece entre los luchadores la pregunta: ¿Qué va a hacer la izquierda? Desde Izquierda Socialista estamos impulsando la conformación de un Frente de Izquierda, y para concretarlo, estamos proponiendo una fórmula presidencial única: Patricia Walsh-Jorge Altamira, o Altamira Walsh (ver pág. 3).
De todo esto se desprenden tareas concretas. Estamos a 10 días de la marcha del 24 de Marzo. Izquierda Socialista pone todas sus fuerzas para impulsar la marcha en Capital de Congreso a Plaza de Mayo a las 16:30, de la mano del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, y llama a movilizarse masivamente en todo el país.
Al mismo tiempo, tenemos que seguir apoyando con todo las luchas por el salario, con epicentro en el gremio docente, reclamando, en cada asamblea o plenario de delegados, que la CGT y CTA rompan la pasividad y convoquen a una pelea unitaria de todo el movimiento obrero por un salario igual a la canasta familiar. Y de cara a las elecciones, llamamos a construir un Frente de Izquierda en todo el país, empezando por Capital, el primer desafío electoral.
Para esas tareas, compañero lector, lo invitamos a que se sume.
Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.
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