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LatinoaméricaBush recibió un masivo repudio“¡No queremos, no nos da la gana ser una colonia norteamericana!”, gritaban los manifestantes en Guatemala. En donde pisó el genocida yanqui se alzó la protesta. Si para algo sirvió su gira, fue sobre todo para demostrar que se ha ganado el título del hombre más odiado de América Latina, al igual que en el resto del planeta.
En Brasil hubo decenas de miles de manifestantes. Además del PSOL, la central obrera disidente CONLUTAS y varias organizaciones de izquierda, entre los convocantes a manifestar estuvo el propio PT de Lula. El partido gobernante tuvo que acomodarse así al enorme repudio popular a Bush, tratando por supuesto de salvar a Lula, diciendo que eran “necesidades de Estado recibirlo”. La represión de la policía militar fue tremenda, calificada como la peor desde la dictadura. En Uruguay, la visita provocó una crisis en el gobierno del Frente Amplio. El PIT-CNT, cuyos dirigentes son del Frente Amplio, llamaron a una manifestación con 20.000 personas, en la que no criticaba al gobierno de Tabaré Vázquez. Pero además hubo otra manifestación convocada por la Coordinadora Antiimperialista, con varios sectores de izquierda, que realizó una marcha de repudio a Bush y al gobierno de Tabaré por recibirlo, con 8.000 personas. El gobierno se tuvo que llevar a Bush a Colonia, lejos de Montevideo. Miles de manifestantes más esperaban al genocida yanqui en las calles de Bogotá y Guatemala. En ambos lugares hubo una represión violenta para disolver las manifestaciones. En México se anunciaban grandes actos de repudio. El presidente mexicano Felipe Calderón, encaramado en el poder gracias al fraude electoral, recibió a Bush en Mérida, península de Yucatán, muy lejos de la capital del país, ciudad que fue cercada por policías y militares. Por otra parte Bush tampoco pudo pisar Buenos Aires. Ya fue repudiado el año pasado en Mar del Plata. Y ahora, aun sin venir, provocó fuertes manifestaciones adversas. El gobierno de Kirchner sabe que, iniciando la campaña electoral, es mal negocio aparecer abrazado al tipo más odiado del mundo. El tiro por la culata Si George Bush vino a tratar de reafirmar la supremacía norteamericana ante la rebelión de los pueblos latinoamericanos, el resultado fue el opuesto. El corresponsal de la BBC inglesa en Washington, Johathan Beale, sintetizó el fracaso en un reportaje para la televisión: “George W. Bush ha perdido a América Latina”. Esto no niega que Bush haya sido recibido con honores por presidentes sometidos como Lula, Tabaré, Uribe o Calderón, y que firmó con Lula un acuerdo para el desarrollo de los biocombustibles, una aberración ecológica que consiste en transformar alimentos en nafta. En realidad, lo que sucede no es que haya “perdido” Latinoamérica, sino que hay una lucha abierta por la segunda independencia, protagonizada desde hace varios años por los trabajadores, la juventud y los pobres latinoamericanos, mediante huelgas, rebeliones e insurrecciones nacionales que llevaron a la caída de varios de los gobiernos más proyanquis como De la Rúa, Sánchez de Losada (Bolivia), tres presidentes ecuatorianos, entre otros. Esta lucha impuso el surgimiento de algunos gobiernos que, aún manteniéndose en los marcos capitalistas, adoptan posiciones de relativa independencia nacional frente al imperio, como sucede con Chávez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia y Correa en Ecuador. La gira mostró otra vez la necesidad de dar pasos en la unidad de los pueblos latinoamericanos contra los tratados de Libre Comercio, contra el pago de la deuda externa, por la nacionalización sin pago de las multinacionales, en definitiva, por la segunda independencia latinoamericana. |
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¿Por qué no fuimos al acto de Ferro?Indudablemente el acto en el estadio de Ferro, en el que habló el presidente de Venezuela Hugo Chávez, fue un importante hecho político. Muchos lo vieron con simpatía como el acto “contra Bush”, el cual contó con una importante concurrencia de alrededor de 20.000 personas. Sin embargo, el contenido real del acto no fue “antiimperialista”. Fue un acto organizado y convocado por agrupaciones kirchneristas con el apoyo logístico del gobierno. Hebe de Bonafini dijo en el mismo “Gracias presidente Kirchner”. No hubo ninguna crítica al gobierno argentino, e incluso los diarios dejaron trascender que se había hecho un acuerdo con todos los participantes para que nadie chiflara cuando se nombrara al presidente argentino, lo que fue cumplido. Kirchner, en contra de lo que aparenta con sus discursos, aplica una política económica neoliberal simbolizada en su visita con toque de campanita y todo en Wall Street; mantiene las tropas en Haití al servicio de la ocupación ordenada por Estados Unidos; con la excusa del fallo de la AMIA colabora con los yanquis en aislar a Irán y abre el país a las multinacionales. Es decir, es un gobierno proimperialista que sirve a la política de Bush en América Latina. Un acto preparado por Kirchner donde se reivindica a su gobierno, no es un acto antiimperialista. El acto tuvo claramente intenciones electoralistas, organizado por las agrupaciones kirchneristas “de izquierda”, para tratar de lavarle la cara al gobierno. Lamentablemente Chávez se prestó a ese juego. Si bien denunció a Bush, también reivindicó a Néstor y Cristina Kirchner. Por su popularidad, poder de convocatoria, simpatía que despiertan sus anuncios de nacionalizaciones y críticas a Bush, el presidente venezolano podría haber convocado a una enorme movilización antiimperialista y unitaria en Buenos Aires con la consigna “Fuera Bush de América Latina”, lo que seguramente hubiera movilizado a decenas de miles de personas a la 9 de Julio. Pero ese no fue el contenido del acto. Precisamente porque el gobierno de Kirchner no quería hacer un acto antiimperialista. En ese sentido el acto fue totalmente distinto a la gran marcha que se realizó para la Cumbre de las Américas en Mar del Plata el año pasado, con consignas unitarias, contra el ALCA y contra Bush. En esa oportunidad, fue una movilización abierta a todas las organizaciones y por ende unitaria, donde no tuvimos ningún problema en marchar junto a la CTA, corrientes kirchneristas de izquierda, el chavismo, y otras organizaciones. En esa movilización y acto, Chávez tuvo un papel protagónico. Además fueron Maradona, Perez Esquivel, sindicatos, organizaciones latinoamericanas y todas las corrientes de izquierda. El mismo fue un golpe real a Bush, al ALCA y al imperialismo. Muy distinto al de Ferro. Por eso no concurrimos.
Buenos Aires: Acto frente a la Embajada yanquiCasi a la misma hora que se hizo el acto de Ferro, la izquierda convocó a una marcha contra Bush frente a la embajada yanqui (PO, Izquierda Socialista, MST, PCR, PTS, MAS, y otras organizaciones). El MST envió solo una delegación y junto al PCR luego participaron del acto de Chávez. Encabezaron la misma Patricia Walsh, Jorge Altamira, Néstor Pitrola, “Pollo” Sobrero, Gringo Giordano, José Castillo, Christian Castillo, entre otros. El MST fue al acto de Chávez: Un grave errorEl MST, PC y PCR llamaron a concurrir a Ferro. Vilma Ripoll dijo que iba porque “más allá de las divergencias que tenemos con algunos de los participantes en relación al gobierno de Kirchner, coincidimos en repudiar la presencia del genocida Bush en suelo latinoamericano”. Pero sucedió que los kirchneristas no eran “algunos participantes”, sino la conducción única y oficial del acto. Así, lamentablemente, esos partidos, más allá de sus intenciones, le lavaron la cara al gobierno que usó la presencia de sectores de izquierda en el mismo para desacreditar al único acto y marcha antiimperialista que existió frente a la Embajada de Estados Unidos. |
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Izquierda Socialista en Internet: |
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