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Cayó el presidente del Banco MundialEl último tramo del mandato de la presidencia de George W. Bush está plagado de disgustos. No solo perdió las elecciones parlamentarias de noviembre ante los demócratas. También ha sido derrotado por la resistencia en Irak y cada vez es mayor el porcentaje de la población que lo critica (70%). Varios de sus colaboradores y amigos más estrechos están teniendo serios problemas. Paul Wolfowitz fue uno de los “cerebros” de la invasión contra Saddam en 2003, y por su fracaso, Bush lo tuvo que sustituir como secretario de Defensa a fines del año pasado. Como premio lo puso de presidente del Banco Mundial. Y acaba de renunciar. Parece que en los pasillos de ese organismo se susurraba el dicho popular “un pelo de c… tira más que una yunta de bueyes”. Es que Wolfowitz, poco después de asumir, fue acusado de un grave hecho de corrupción: ascendió a su amante, Shaha Ali Riza, también funcionaria del Banco Mundial, y le aumentó el salario en forma suculenta. Fracasados varios intentos de zafar, ya anunció que el 30 de junio renuncia. El Banco Mundial ha estado junto al FMI defendiendo a las grandes multinacionales y bancos, particularmente yanquis. Su injerencia en los países semicoloniales fue clave para agrandar la brecha entre pobres y ricos, impulsar las privatizaciones de las empresas del Estado y de la enseñanza que, en América Latina, viene contribuyendo a la destrucción de la educación pública. Felisa Miceli recientemente se sacó una foto muy sonriente con el presidente corrupto que hoy renuncia. Kirchner critica al FMI pero sigue sometido a su socio el Banco Mundial, cuando Ecuador declaró al representante de ese organismo en ese país “persona no grata”, y Venezuela anunció salirse de sus dictados. Nada bueno se puede esperar de ese corrupto organismo del capitalismo mundial, a quien hay que expulsarlo del país y bregar por un frente de países deudores para no pagarle más la deuda externa. |
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