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Crisis energética¿Otra vez “hay que pasar el invierno”?Con el frío y la falta de gas, muchos recordaron la frase que titula esta nota, esbozada por el entonces ministro de economía de Frondizi, Alvaro Alsogaray, con el objetivo de que pasara desapercibido un plan de ajuste diseñado por entonces. Le fue mal. A Kirchner le puede pasar lo mismo si sigue mintiendo con la actual crisis energética, y mucho peor si se la quiere hacer pagar a los trabajadores y al pueblo.
Cuando hace calor se corta la luz por “exceso de consumo”. Cuando hace frío se corta el gas por “inviernos récord”. Cuando llueve nos inundamos. Pero cuando no llueve, no hay agua en las centrales hidroeléctricas y también hay riesgos de apagones. No es un chiste. Esta es la triste y cruda realidad del sistema energético argentino. Al mismo tiempo que el gobierno de Kirchner nos invita a “elegir entre él y el modelo de los 90”, no ha dado un solo paso para terminar con el caos que se creó tras la entrega y posterior desguace de la estatal YPF y Gas del Estado. Repasemos los acontecimientos de los últimos días. Falta gas oil desde hace casi un mes. Hay colas de 5 horas para cargar el tanque. En el Gran Buenos Aires hay estaciones de servicio que no venden más de 10 pesos por cliente. Esto no es novedoso. Ya pasó lo mismo en junio y octubre pasado. En realidad, la falta de inversiones y el no aumento de la capacidad de refinación -que está igual que antes de la privatización- hacen que históricamente, en esta época del año, con los requerimientos de cosecha y siembra en el campo, no alcance la producción interna. Hasta el 2003 se resolvía con importaciones. Pero desde entonces, con la regulación de los precios de venta al público, hay que comprar al exterior a valor internacional y eso dejó de ser negocio para los pulpos multinacionales como YPF Repsol, Petrobrás, Shell o Esso. La verdad es que se niegan a importar. La capacidad de refinación que tienen la usan para producir nafta, que la exportan sin ningún tipo de retenciones. A esto se suma la falta de gas. El viernes pasado se cortó por completo el suministro de GNC, que recién pudo levantarse este lunes. De nuevo, con la excusa del “frío récord”, estuvo a punto de colapsar el suministro de gas en todo el país ¡Se estuvo muy cerca de que se le cortara el suministro a los hogares en el día más frío del año! Encima, como la mayoría de las centrales térmicas funcionan a gas, también se le pegó en el poste a que se produjera un fenomenal apagón de escala nacional. ¿Cuál es el motivo de fondo que genera toda esta crisis? “Es por el modelo de mercado. Todo está al límite, el transporte eléctrico y de gas, las reservas de crudo y gas. Todos los días vamos a tener un problema. Salimos de uno y entramos en otro. Estamos con el agua al cuello. El modelo no funciona porque no invierten”, dijo Gustavo Calleja, del Grupo Moreno. Las petroleras, con YPF Repsol a la cabeza, continúan saqueando nuestro gas y petróleo. Sin invertir un peso en exploración de nuevos pozos, refinación, ni nuevos gasoductos para proveer al mercado interno, van liquidando nuestras reservas: en 6 años nos quedaremos sin petróleo y en 8 sin gas. Extraen para exportar, sin preocuparse siquiera de garantizar el mercado interno. Las refinerías producen nafta, más redituable para la exportación, en vez de gas oil. Los gasoductos que se construyen van “directo” hacia Chile y Brasil, nuestros grandes compradores. Se llevan las superganancias y nadie controla nada. Ahora el gobierno amenaza con imponerle un millón de pesos de multas a Shell y Petrobrás, pero no dice una palabra que la multa del año pasado a Shell, por 23 millones de pesos, todavía no la pagó. Hay que terminar con este descalabro. Es imprescindible y urgente, antes de que se agoten nuestros recursos, construir un gran plan energético nacional, centralizado, estatal y financiado con la renta petrolera. El primer paso es la reestatización de YPF y la creación de una gran empresa estatal de energía, monopólica y bajo el control de la capacidad técnica de sus trabajadores. |
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