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Paro y movilización a Plaza de Mayo de todos los gremios del áreaLos telefónicos de la FATel (incluye a Bs. As, Rosario, Santa Fe, Luján, Chaco y Tucumán) analizaron en un Plenario de Delegados la primera propuesta que la Comisión Administrativa del gremio hiciera pública tras dos largos meses de negociación paritaria con paros y marchas masivas. La lucha sigue.
La propuesta consiste en un magro aumento que sumando remunerativo y no remunerativo es el 12,20% del básico más la antigüedad, y $900 por única vez que reemplazarían a los retroactivos (pero no cubren ni la mitad de esos montos y los días caídos). La reducción horaria regiría después de 60 días de homologado el acuerdo. La propuesta de la conducción fue un paro de 48 horas con marcha a Plaza de Mayo, conjuntamente con los gremios de supervisores, jefes y profesionales. El objetivo sería reclamar una definición favorable del gobierno hacia los trabajadores. La conducción dice que la posición del gobierno es ambigua y debe definirse. Las innumerables asambleas de edificio del día siguiente al plenario, midieron la reacción de la base telefónica ante una oferta lejana a sus objetivos del 25% de aumento retroactivo y reducción horaria desde abril. Y se empezó a preparar desde abajo el nuevo paro de 48 horas y la marcha a Plaza de Mayo. El debate de fondo Sorprende la dureza del conflicto y la pequeñez de la oferta (ni siquiera es presentada como tal por parte de las empresas, sino del Ministerio que actuaría como árbitro). Los monopolios de las telecomunicaciones se han dado la política de “disciplinar” a los trabajadores para exprimirlos al máximo en un negocio multimillonario donde las otras víctimas son el público usuario y la soberanía nacional. Es parte de su política internacional, consistente en que los países latinoamericanos paguen la baja rentabilidad europea. César Alierta, el pope de Telefónica Internacional, dice exactamente esto, dado que en nuestros países la rentabilidad quintuplica a la de Europa y les permite licuar los déficit de allá. Su plan va desde tercerizar a la totalidad del personal, como en Alemania (ver recuadro), hasta deslocalizar las tareas buscando el menor costo laboral (de España a Marruecos, la India o América Latina; de Argentina a Brasil). Estas posibilidades no las tienen todas las industrias, pero sí las de telecomunicaciones, ya que con una computadora y un cable telefónico pueden trabajar en cualquier lugar del planeta, desde el fondo del mar hasta el desierto, para usuarios de cualquier ciudad y a cualquier distancia. Basta con tener esa tecnología y la mano de obra. Así solicitan en Argentina empleados con dominio del idioma inglés, con acento de Missouri o de Devonshire, que trabajen de madrugada, que es la mañana en Londres o Madrid. La mano de obra argentina es cara, dicen ellos, en relación a los demás países pobres, y es muy calificada. Por eso la necesitan. Para ello su política es amansar a los sindicatos para aumentar la rentabilidad. Hay que tercerizar, precarizar los convenios, achatar los salarios y sobre todo, aclarar quién manda (las empresas). El resultado está por verse. En la pulseada interviene con todo la base de un gremio con gran tradición de lucha. La inesperada participación de técnicos, supervisores y jerárquicos y la nacionalización del conflicto, suma nuevas fuerzas para la victoria. En todos lados se prepara la marcha del jueves. La propuesta con la que tantearon no cierra. ¿Por la media hora recién en septiembre? ¿Porque ya no creemos que las empresas lo vayan a cumplir? ¿Por la plata? ¿Por los días caídos? Por todo, dicen las compañeras y compañeros. La base está muy decidida por el triunfo del conflicto. Nadie debe defraudarla. La conducción de FOETRA debe cumplir con su planteo de que si se requiere ir al paro por tiempo indefinido, será una Asamblea General de Afiliados quien lo declare. Y si aparece una oferta digna de ser estudiada, debe ser por escrito, con todo detalle y analizada a fondo en la base para dar su mandato a los delegados. Ninguna medida se debe suspender sin mandato de la base. Fuerza sobra. La democracia sindical será la mejor herramienta para triunfar. Corresponsal Por la reestatización del servicio telefónico Aunque todavía no se nota tanto como con la luz o los trenes, el servicio telefónico está al borde del colapso. Esto es así porque las cuantiosas ganancias se han repatriado sin invertir más que en tecnología barata y obsoleta en Europa o China, o en el cableado subterráneo a inicios de los 90 (hace más de 15 años). Se invierte sólo en lugares de alta densidad demográfica y por tanto de amplio mercado, mientras el interior de provincias como el Chaco, por ejemplo, no tiene Internet y en muchas localidades ¡ni siquiera teléfono!. No se invierte en mantenimiento preventivo del cableado y sobre estos cables, viejos, recontrausados y emparchados, con dudosa presurización, se han montado 600.000 servicios de banda ancha que multiplican el uso de los planteles, exigen velocidad, fidelidad, etcétera. Todos los sistemas destinados a ahorrar mano de obra con máquinas atendiendo el teléfono o empleados que atienden múltiples servicios, vienen resultando ineficaces y sólo sirven para alejar al usuario de su reclamo. Se privilegia a los grandes clientes de alta facturación y con servicios de alto valor agregado y el sistema de reparaciones está programado para poner al fondo de la lista al usuario de menor facturación. Por eso en los barrios, “Doña Rosa” lleva 45 ó 60 días con su teléfono descompuesto. 100.000 teléfonos están sin funcionar y la lista irá aumentando independientemente del conflicto sindical. Los teléfonos deben volver a manos del Estado Esta gallina de los huevos de oro debe volver a sus dueños -el pueblo argentino- y destinar sus ganancias a la salud y la educación públicas, las jubilaciones y otros gastos imprescindibles del Estado. También debe dar tarifas especiales a jubilados, escuelas, entidades de bien común, etcétera. El caso de la Deutsche Telekom La Deutsche Telekom expulsó de su planta estable a 50.000 trabajadores trasladándolos a 3 empresas de terceros, donde ganarán un 6,5% menos y trabajarán una jornada semanal de 4 horas más, sin compensación salarial. Eso les permitirá ahorrar entre 500 y 900 millones de euros anuales en costo de mano de obra. Esta empresa fue privatizada doce años atrás y sus trabajadores han luchado muchas veces por sus derechos, protagonizando en esta oportunidad una huelga de más de dos meses hasta que su sindicato firmó este acuerdo. La Deutsche argumentó baja en la rentabilidad debido a la competencia. No es el caso de las telefónicas argentinas que ganan a raudales, aunque están tercerizando tareas diariamente. En Brasil casi toda la actividad está tercerizada. Por eso Telefónica ha centralizado allí su inversión latinoamericana que abarca Argentina, Chile, Perú, Brasil y Colombia. Centraliza donde el tercerismo le permite una menor oposición sindical. |
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