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Avance contra la impunidadSe anuló un indulto ¿Y el de Videla?Transcurrieron 31 años del golpe militar y 18 desde que varios decretos de Menem indultaron a asesinos y torturadores del Proceso. Recién ahora, por primera vez, la Corte Suprema anuló sólo uno de ellos. Este fallo es el resultado de años de lucha, no de la política oficial, y menos de su Corte.
Es un gran paso de la lucha popular haber logrado la anulación de uno de los indultos. Así se sienta un claro precedente para apuntalar la lucha que viene llevando adelante nuestro pueblo, acompañado por las organizaciones de derechos humanos y políticas que fuimos y somos parte de cada gesta contra la impunidad. La Corte consideró que el perdón de Menem “resulta inaplicable a responsables de crímenes de lesa humanidad” y que los mismos “son contrarios no sólo a la Constitución sino también a toda la comunidad internacional” (Clarín, 14-07). El decreto anulado favorecía entre otros al ex general Santiago Riveros. Pero muchos otros siguen vigentes, entre ellos, los que mantienen en prisión domiciliaria a Videla y Massera, con todos los privilegios y comodidades, a pesar de estar enjuiciados por genocidio, robo de bebés y otros delitos. Este fallo, que imparte justicia a cuenta gotas cada vez que el gobierno lo necesita, demuestra que los tiempos de los gobernantes y jueces tienen un ritmo diferente al del reclamo popular. Es más. Contradictoriamente, el mismo día que la Corte resuelve anular uno de los indultos, en otro fallo se pronuncia a favor de otro asesino, Bussi, afirmando sobre su expulsión de la Cámara de Diputados, que los diputados “no pueden negar la incorporación de alguien que fue electo” y por tanto -este asesino genocida de la dictadura- debió haber sido aceptado (ver recuadro). Además, aunque este fallo es un avance importante, debemos recordar que Kirchner tiene la facultad de anular todos los decretos de indulto. Si aún no lo ha hecho, es porque no ha tenido la voluntad política de hacerlo. La impunidad continúa y estamos lejos de llegar a lograr la justicia que reclamamos hace tantos años. Los indultos que beneficiaron a los ex comandantes de las juntas todavía ni llegaron a la Corte. Hay 950 militares enjuiciados por crímenes de la dictadura, de los cuales sólo 253 fueron procesados, y apenas 6 recibieron condena, cuatro de ellos por apropiación de bebés y dos después de la anulación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, el “Turco” Julián y Miguel Etchecolatz. El propio Videla sólo está condenado por el Juicio a las Juntas. Por éste fue condenado a prisión perpetua, pero continúa indultado en otros tres expedientes. Llegó a estar sólo cinco años preso, y el resto del tiempo lo pasa en prisión domiciliaria. En igual situación se encuentra Massera, con el agravante que ésta anulación no lo afectará, pues está considerado inimputable debido a las lesiones que le dejó un ataque cerebro vascular. Por otra parte, como lo ha demostrado la desaparición de Julio López y las recientes denuncias sobre el encubrimiento a militares y civiles detenidos en Marcos Paz, sus asesinos siguen en actividad y enquistados dentro de las fuerzas policiales y militares. Lograremos acabar con la impunidad cuando se anulen todos los indultos a los genocidas; se encarcele a los militares asesinos y sus cómplices civiles; se desmantele todo el aparato represivo; y podamos ajustar cuentas con el genocidio económico que viene de la dictadura y se sigue cometiendo, entre otras cuentas pendientes. Por eso hay que seguir luchando. Carrió y la “reconciliación”Ante la nulidad del indulto Carrió señaló: “La justicia es precondición para una reconciliación entre los argentinos y un arrepentimiento colectivo de la violencia”. No es casual que la Iglesia Católica, que avaló el golpe, también vuelva sobre la “reconciliación”. Siempre los genocidas pidieron lo mismo. Olvidar el pasado, borrón y cuenta nueva, para volver a matar en el futuro. Eso es “reconciliación”. Por eso cada 24 de marzo se grita “ni olvido ni perdón”. Carrio avanza más y llama a un “arrepentimiento” (de los militares y todos los que actuaron con “violencia”), equiparando a quienes enfrentaban al golpe con el terrorismo de Estado, reflotando la “teoría de los dos demonios”. Lo opuesto a lo que millones reclamamos ante cada aniversario del golpe: cárcel a los genocidas y nulidad de todos los indultos que los beneficiaron. Nada que ver con la “reconciliación” y “arrepentimiento” de Carrió. Patti: “Siempre confié en la Corte”Para Luís Abelardo Patti, el fallo a favor de Bussi es “un triunfo de la democracia, porque establece que los diputados no pueden violar la voluntad de las urnas ni la Ley Electoral. Es un antecedente que no podrá ser desconocido”, afirmó. Gracias a este fallo, ahora se apresta a reclamar la banca que no pudo ocupar a partir de 2005, cuando se lo negaron los diputados por estar acusado de cometer delitos de lesa humanidad durante la última dictadura. Aunque no pueda ocuparla porque ya fue cubierta, de hecho con su fallo la Corte está legitimando la posibilidad de que pueda ser candidato para futuras elecciones, como la de la gobernación de Buenos Aires que se realizará próximamente.¿De qué lado están los jueces? Fallo a favor de Bussi: Una de cal y una de arenaEl mismo día en que la Corte anuló uno de los indultos, se pronunció a favor de Bussi. A éste le tocaba asumir como diputado nacional por la provincia de Tucumán, y los diputados no le permitieron ingresar a la Cámara, con el argumento de que Bussi es uno de los más emblemáticos criminales de la última dictadura, culpable de delitos de lesa humanidad. Según la Corte, “los diputados no pueden negar la incorporación de alguien que fue electo”. Bussi debió haber asumido como diputado para el período 1999-2003. La misma Corte reconoció que su fallo es “inoficioso”, porque el mandato para el que fue elegido ya venció”. Sin embargo, puede servir de antecedente para beneficiar a otro asesino, Patti, a quien por iguales motivos no se le permitió acceder a su banca en el 2005. ¿Corte Suprema “independiente”?La ministra Garré aprovechó, como todo el gobierno, para decir que el fallo muestra a una “Corte independiente”. ¿Independiente de quién? A los jueces de la Corte los pone el gobierno, tienen cargos vitalicios, ganan sueldazos, no pagan impuestos a las ganancias y la mayoría de sus integrantes han salido de estudios jurídicos que defienden a multinacionales, represores y patronales. Si las leyes del país defienden la propiedad privada y al sistema capitalista donde los ricos viven a expensas de los pobres, la Justicia (y por ende los jueces) defienden ese orden constituido. ¿”Independiente” de quién, entonces? Ni del gobierno de turno ni de los grandes empresarios. ¿Acaso alguien recuerda a la Corte fallando a favor de los trabajadores, desposeídos o explotados?. La Justicia fue uno de los símbolos que repudió el Argentinazo. Y sigue gozando de un amplio odio popular. Sólo se podrá hablar de cambios cuando los jueces sean elegidos por el pueblo, ganen lo mismo que un trabajador y puedan ser removidos ante cualquier sospecha de parcialidad o corrupción. De Alfonsín a Kirchner: Todos responsablesDesde el menemismo se insiste que fue Alfonsín quien se ofreció para dictar los indultos antes de dejar su presidencia, en momentos que se negoció su transición. Pero Menem lo hizo llamar en reserva y le dijo “a los indultos me los voy a bancar yo”. Por aquella época, 7 de cada diez argentinos se oponía a semejante medida. Y se movilizaron más de 200.000 personas en todo el país. ¿Usted recuerda alguna declaración en contra del entonces gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner? No. Porque no la hubo. Quiere decir, en pocas palabras, que el actual presidente fue cómplice de los indultos. Por una sencilla razón: Néstor (que es Kirchner), por aquellas horas decía que Menem venía a solucionar los problemas de los argentinos. Al asumir como presidente, después del Argentinazo, Kirchner enarboló un poderoso discurso en defensa de los derechos humanos. Pero siempre se negó a anular los indultos por decreto. No hay que confundirse. Si hoy se anula el indulto no es por el presidente ni la Justicia, sino por la lucha popular. |
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