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Escribe:
Mercedes Petit
21 de agosto de 1940: Trotsky cae asesinado por un agente de Stalin
El eterno revolucionario *
León Trotsky fue uno de los principales dirigentes revolucionarios del Siglo Veinte. Ramón Mercader lo asesinó en México por orden de Stalin. Su figura, lejos de languidecer, se hace presente en los grandes debates políticos actuales. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, lo calificó de “pensador luminoso”, aunque también afirmó poco después que el marxismo no va más.
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León Trotsky, en su casa de Coyoacán, México |
Trotsky encabezó, junto con Lenin, la toma del poder por los soviets de obreros y campesinos de Rusia en 1917. Habiendo ingresado ese mismo año al Partido Bolchevique, fue el creador y organizador del Ejército Rojo, que permitió a la joven URSS ganar la guerra civil contra la reacción burguesa y los ejércitos imperialistas. Además, el respeto que inspira la figura de León Trotsky proviene de que, luego de la muerte de Lenin, dedicó su vida a luchar contra la burocracia soviética encabezada por Stalin. La caída de las dictaduras de los partidos comunistas a partir de 1989 en Europa Central y la URSS, y la desaparición del “socialismo real” de la burocracia, le dan renovada vigencia a su programa y a su lucha por un auténtico socialismo, en todo el mundo y con democracia obrera.
Chávez y Trotsky
En su programa semanal Aló Presidente, del 22 de abril, el Presidente Hugo Chávez comentó con entusiasmo que había leído El Programa de Transición de Trotsky, “No me puedo clasificar como trotskista, no, pero tengo tendencia, porque yo respeto mucho el pensamiento de León Trotsky”, señaló. Y llamó a leer dicho folleto. Estas palabras son importantes, porque alientan a los trabajadores a conocer a Trotsky, y avivan los debates en curso en Venezuela y América Latina.
Los hechos, sin embargo, muestran que el presidente Chávez no tiene una “tendencia” hacia las posiciones de Trotsky, sino hacia lo opuesto. Veamos tres ejemplos.
Primero, para Trotsky, es fundamental la independencia de los sindicatos del Estado y los gobiernos y la democracia obrera. Por el contrario, Chávez ha acusado de contrarrevolucionarios a los dirigentes obreros venezolanos que, como Orlando Chirino, vienen manteniendo una denodada lucha por la autonomía sindical de la UNT, y que son consecuentes defensores de las asambleas democráticas y de la voluntad de las bases.
Segundo, para Trotsky, el bienestar del pueblo y el avance de la revolución sólo se pueden lograr y consolidar a través de la ruptura total con la burguesía, en lo político y lo económico. Trotsky fue el gran abanderado de la lucha contra la política de los partidos comunistas de conciliación entre obreros y patrones, que se llamó de los frentes populares, o de economía mixta, y llevó al desastre a los procesos revolucionarios, desde España en 1936 a Nicaragua desde 1979. Chávez es un defensor incondicional de la propiedad privada capitalista (lo puso en la Constitución Bolivariana), de la unidad con sectores empresariales afines a su gobierno y de permitir que las multinacionales sigan haciendo negocios en su país y el mundo.
Tercero, para Trotsky sería inadmisible el apoyo a los gobiernos patronales de Kirchner y Lula. Chávez viene dando su caluroso respaldo (en visitas y en plata), al gobierno de Kirchner, y ya proclamó que “su candidata es Cristina”. Más allá de ciertos roces, también apoya a Lula. Recordemos su discurso sobre “su amigo Lula” en el Foro Social de Porto Alegre, en medio de los silbidos y cánticos contra Lula de gran parte de los trabajadores presentes.
Estos hechos muestran que la “tendencia” del gobierno venezolano es mantener el sistema capitalista en Venezuela, es decir, lo opuesto al programa de Trotsky, de revolución socialista.
Trotsky continuó la senda de Marx y Lenin
Chávez también contradijo a Trotsky en Aló, presidente del 22 de julio. Trotsky fue irrenunciablemente ateo (lo recordó en su testamento). Chávez repitió una vez más sus profundas convicciones religiosas, su “gran fe en Cristo Redentor”. Esto sería secundario si se mantuviera en el terreno de las creencias personales. Pero Chávez lo refirió a que su “socialismo debe ser, digo yo, cristiano y bolivariano, no marxista – leninista”, ya que eso “es un dogma que ya pasó”.
Es totalmente contradictorio proclamar una “tendencia” hacia Trotsky, y oponerla a la acción y la obra escrita de Marx y de Lenin. El revolucionario ruso, con su militancia en la oposición a Stalin y en su determinación de fundar en 1938 la Cuarta Internacional, mantenía y actualizaba el programa y la teoría del marxismo y del leninismo. “Dogma” fue la doctrina oficial de todos los partidos comunistas, reñida con la ciencia y con la revolución, e impuesta con las dictaduras del partido único. Con ese “dogma” Stalin mandó a Ramón Mercader a asesinar a Trotsky en México. Ese “dogma” significó el abandono del internacionalismo, el impulso a la utopía reaccionaria del “socialismo en un solo país” y la unidad con los empresarios en la economía mixta.
Coincidimos en un punto con el presidente Chávez: la importancia de leer y estudiar El Programa de Transición. Este texto, como toda la obra y la experiencia de Trotsky, son aportes imprescindibles para avanzar en la lucha por el verdadero socialismo y su triunfo en todo el mundo, como lo quería el fundador de la Cuarta Internacional.
* Así se titula una biografía de Trotsky publicada en Rusia en 1994. Su autor, Dimitri Volkognov, investigando en archivos hasta entonces cerrados, toma muchas de las denuncias de Trotsky contra la dictadura de Stalin, aunque con el enfoque reaccionario de poner al estalinismo como consecuencia del leninismo.
“El camarada Ramón Mercader”
El Gobierno de Venezuela, el ministerio de Ambiente, la Misión Arbol e Hidroven publicaron una “Agenda Socialista Bolivariana 2007”, que día a día enumera hechos y personajes históricos destacables.
Las referencias a Trotsky mezclan estalinismo y falta de respeto. Aunque lo califican de revolucionario, hablan de un “ajuste de cuentas” y califican al asesino enviado por Stalin como “camarada”. Dicen:
“20 de agosto
“En un poco ortodoxo ajuste de cuentas, León Trotsky es herido de muerte.
“21 de agosto
“Muere en México el revolucionario ruso León Trotsky, mortalmente herido por el camarada Ramón Mercader.”
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