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“Impuestazo” en Capital¿Quién lo va a terminar pagando?Telerman y Macri se pusieron de acuerdo para lanzar un impuestazo sobre el bolsillo de los porteños. Usan argumentos de progresividad fiscal que no se los creen ni ellos mismos. Ante el escándalo, Telerman suspendió el aumento y creó una comisión para que “trabaje 30 días”, buscando que la medida no impacte antes de las elecciones
Durante la campaña electoral de Capital ninguno de los candidatos dijo una palabra sobre eventuales aumentos de impuestos. Ahora Telerman se despacha con un fenomenal incremento sobre el Alumbrado, Barrido y Limpieza (ABL, una especie de impuesto inmobiliario de la Ciudad de Buenos Aires). Lo hace de común acuerdo con Macri, para cerrar el déficit de 1.000 millones de pesos y dejarle las “cuentas en cero” al próximo gobierno. Los kirchneristas, demagógicamente, vieron una oportunidad para bajarle un poco la popularidad a Macri, y salieron a “oponerse”. Tendrían que explicar porqué desde la asunción de Telerman apoyaron desde la Legislatura de la Ciudad todas las medidas importantes, incluyendo la aprobación de los presupuestos anuales, que llevaron al déficit actual de 1.000 millones de pesos; y la ejecución de las obras públicas de la Buenos Aires “fashion”, incluidas aquellas en que se beneficia el propio Grupo Macri. ¿Un impuesto más progresivo? Telerman y Macri salieron a decir que este aumento generará mayor equidad. Si fuera así, ¿porqué le aumentan a todos los habitantes de la Capital? De hecho se consideró a todos los habitantes de la Ciudad como pertenecientes a la misma clase social. Y se dividió la ciudad en tres zonas. Así, el “vecino de Palermo” tendrá un aumento del 175,36%, sin tener en cuenta que esa área incluye muchas viviendas de clase media y clase media baja, al lado de megatorres e incluso las mansiones de Palermo Chico. Y, en el otro extremo, en Parque Chacabuco, donde el aumento será “menor” (48,17%) hay también inmuebles de alto valor de mercado. La diferenciación por zonas tampoco garantiza “equidad” en las cargas del aumento. Para poner un ejemplo, en la Villa Riachuelo (zona Sur) se está proponiendo un aumento del 46,89%, que significan 112 pesos. Probablemente se tendrá que dejar de comprar un remedio, o achicar la dieta alimentaria, para poder pagar el impuesto. En Puerto Madero, la suba es del 225%, pero en pesos es apenas 694,07, el equivalente a una cena de 4 personas en cualquiera de los restaurantes del barrio.¿A alguien le parece equitativo? Mientras tanto, esos impuestos se usan para que Puerto Madero puede lucir orgulloso su nuevo “tranvía para turistas”, mientras las escuelas siguen con techos que se caen, sin calefacción y con más alumnos por aula que los autorizados por la propia Secretaría de Educación de la Ciudad. El sistema impositivo de Buenos Aires La realidad es que la Capital, que concentra la mayor riqueza del país, tiene un sistema tributario terriblemente regresivo. El ABL es apenas el 10% del total de la recaudación. Siempre fue una vergüenza, siendo una verdadera carga para los pequeños propietarios de vivienda familiar y apenas “un vuelto” para las grandes propiedades y mansiones. Este es un golpe al bolsillo no sólo a los propietarios humildes. Todos sabemos, que se obliga a pagarlo a muchos inquilinos. El “impuestazo” es una medida más de las muchas que tienden a expulsar a los trabajadores de la ciudad, para avanzar en una Buenos Aires que más que “va a estar bueno”, “va a estar cara”. Por eso hay que prepararse para rechazarlo cuando intenten aplicarlo nuevamente. Nuestra propuesta: ¡Que verdaderamente paguen los ricos!• Reemplazar el ABL por un verdadero impuesto inmobiliario, discriminando por valor de la propiedad y la edificación, y por el destino del inmueble. Así las mansiones y megatorres deben pagar un impuesto similar al que se abona por edificios similares en ciudades cuyo valor de la propiedad sea similar a Buenos Aires. La valuación se efectuará bajo el control de los trabajadores del gobierno de la Ciudad, y otras organizaciones sociales del ámbito porteño. • Crear un impuesto inmobiliario especial para las grandes empresas que lucran con su ubicación en la Capital, que se cobrará además del impuesto inmobiliario “común”e independientemente de donde esté el “domicilio legal” de la firma. • Exención del impuesto a todos los habitantes de la Ciudad que viven en barrios de emergencia, a los jubilados, desocupados y trabajadores que ganen menos que la canasta familiar y cuya propiedad sea vivienda única. • Resolver el problema habitacional de la Ciudad, con un plan de obras públicas que urbanice las villas de emergencia y otorgue títulos de propiedad a sus habitantes en forma inmediata. Construcción de complejos de viviendas populares, financiadas con líneas de crédito por parte del Banco de la Ciudad de Buenos Aires, con cuotas que no superen el 20% de los ingresos. • Congelamiento de los alquileres para vivienda familiar. Prohibición expresa de que se le haga pagar el impuesto inmobiliario al que alquila. En el caso de que el locador tenga el alquiler como su único ingreso (por ejemplo jubilados), el gobierno de la Ciudad le otorgará un subsidio para garantizarle el ingreso. |
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