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Córdoba y las elecciones provinciales
No al fraude kirchnerista
Las elecciones de Santa Fe y Córdoba han resultado un nuevo golpe político contra el gobierno de Kirchner. En Santa Fe el Justicialismo, representado por el kirchnerista Bielsa, perdió ese distrito y provocó la primera derrota del peronismo en 27 años, desde 1983.
En Córdoba se vive una profunda crisis política en medio de un evidente fraude que busca imponer en la gobernación a Schiaretti. Candidato que fue apoyado por Cristina Kirchner y que contó con el aval del Ministro De Vido y del Secretario de Transporte, Ricardo Jaime, quien el domingo estaba en Córdoba “festejando”. En tanto el candidato Luis Juez, otro declarado kirchnerista apoyado por el Jefe de Gabinete Alberto Fernández, denuncia que hubo fraude apoyado desde sectores del gobierno nacional (ver páginas centrales). Al cierre de esta edición se convocaba a una movilización contra el fraude quedando en una incógnita el recuento definitivo de los votos.
Estos hechos no hacen más que ratificar que el gobierno viene de varios tropezones políticos. Desde el punto de vista electoral, los traspiés arrancan con la rotunda derrota en Misiones, donde Kirchner se jugaba a imponer la reelección de su gobernador. El fracaso reeleccionista misionero hizo que el gobierno tuviera que dar marcha atrás en el intento de meter por la ventana la reelección de Felipe Solá en Provincia de Buenos Aires. Con lo cual terminó trasladando la candidatura de Scioli de Capital a la provincia, debilitando la campaña contra Macri. Finalmente el kirchnerismo terminó derrotado en ese distrito. Sucedió lo mismo en Tierra del Fuego donde se impuso como gobernadora una candidata del ARI, por primera vez.
Ahora perdió en Santa Fe, y de hecho, en Córdoba. O sea, en dos de las principales contiendas electorales del país.
Pero uno de los más importantes golpes políticos sufridos por el gobierno, se ha dado en Santa Cruz. Y no ha sido por la vía electoral sino por la rebelión de los trabajadores y el pueblo patagónico. La lucha de los obreros petroleros, del pescado, los docentes, los estatales y los municipales reclamando por sus derechos, vienen tumbado gobernadores y repudiando a la misma familia presidencial kichnerista, en su propia provincia.
Con la crisis de Córdoba, también se vuelve a poner en evidencia los duros enfrentamientos que existen en el seno del mismo gobierno nacional. Hay una clara disputa de espacios de poder y de negociados con distintos sectores patronales, entre el ala Alberto Fernández, que todos dan como la mano derecha del matrimonio Kirchner, versus el Ministro de Planeamiento De Vido, que es el jefe de los negocios con Venezuela y la patronal del transporte privado (trenes, automotor, etcétera). De Vido y Jaime son los grandes otorgadores de los subsidios a las patronales para la obra pública y las privatizadas del transporte. Esta pelea se viene poniendo al rojo vivo desde el escándalo de Skanska (caen funcionarios ligados a De Vido), seguido por la bolsa de la ex ministra Miceli (ligada a Fernández) y luego con el papelón de la valija del venezolano-norteamericano Antonini, que llevó a la caída de un hombre de De Vido. Todavía se discute para quién era la coima de los 800 mil dólares que había en la valija.
En Córdoba las dos alas se dividieron nuevamente, De Vido jugado con Schiaretti y Alberto Fernández, con Luis Juez del Frente Cívico. Al punto que Shiaretti salió a denunciar directamente al Jefe de Gabinete como el instigador de las acciones de Juez.
Las debacles electorales de Córdoba y Santa Fe muestran que subsisten elementos de la crisis política abierta con el Argentinazo de diciembre de 2001. Salvo el caso de Tucumán, los resultados electorales ponen en evidencia que sigue existiendo el voto castigo a los gobernantes provinciales, aunque ese voto vaya a candidatos o coaliciones políticas de centroizquierda o de centro derecha (caso Macri) que no son una solución para los trabajadores y el pueblo.
El bipartidismo patronal tradicional no se ha recompuesto. La UCR, el partido patronal centenario casi ha desaparecido. No tiene candidato presidencial propio. En Santa Fe sacó el 2% y ha estallado en varios pedazos. El PJ tampoco se ha recompuesto y sigue dividido. Por eso tendrá distintos candidatos a presidente. El kirchnerismo si bien ha mantenido una unidad política vía el Frente para la Victoria, ha fracasado con su proyecto de la “transversabilidad” y la “nueva política”. Para sostenerse en el poder ha tenido que pactar con la mayor parte de los viejos políticos justicialistas, radicales y la burocracia sindical. Por eso sella acuerdos con los De la Sota, Solá, Giogia, Obeid, Moyano, Gerardo Martinez o los gobernadores e intendentes radicales encabezados por el mendocino Cobos. Todos unidos por el efecto “billetera”, que todavía da el superávit de los impuestos y la exportación.
Las elecciones también muestran que el crecimiento de las luchas sindicales, estudiantiles o contra la impunidad no se expresa todavía en una importante votación para la izquierda combativa. Es un hecho que la izquierda, en sus distintas expresiones, tiene un peso importante en la conducción de las luchas y en sindicatos y cuerpos de delegados combativos. Pero no existe esa misma relación al momento de las elecciones. La falta de una fuerte unidad de la izquierda también facilita que no se la vea como un polo atractivo electoral.
Todavía la mayoría de los trabajadores y los sectores populares siguen electoralmente a variantes patronales. En la mayor parte de los casos que analizamos, se trata más de un voto castigo, que de confianza hacia los políticos a los que usan como “voto útil”.
El voto al candidato socialista Binner, no es un voto a izquierda. Por más que Binner use el nombre del socialismo para confundir. Se trata de una alianza del PS, con radicales, el ARI y otros sectores de centroizquierda que no ofrecen ningún cambio de fondo. Al punto de que muchos miembros del PS son colaboradores del gobierno como Jorge Rivas que es el vice de Alberto Fernández.
En las elecciones presidenciales de octubre es posible que el gobierno, con la candidatura de Cristina Kirchner, obtenga un triunfo electoral. Ya que, pese a que ha sufrido un desgaste político, no se ha transformado, por ahora, en una ruptura en expectativas y voto en amplios sectores de masas. Aunque cada vez hay más dudas y descreimiento. El futuro del país es Santa Cruz. Los trabajadores y el pueblo deben preparase para esto.
Por eso es muy importante aprovechar las elecciones del 28 de octubre para llamar a los trabajadores y sectores populares a votar al único Frente de Izquierda que se ha constituido, el frente PTS-MAS-Izquierda Socialista. Para fortalecer a los que luchan por un cambio de fondo, y seguir llamando a la unidad de la izquierda, no sólo para las elecciones sino para darle continuidad en los combates que vendrán.
Ahora hay una pelea concreta en Córdoba contra el fraude y en defensa de la banca obtenida nuevamente por la compañera Liliana Olivero. El pueblo cordobés empieza a movilizarse contra el fraude y para que se cuente voto por voto y urna por urna.
Desde Izquierda Socialista llamamos a la más amplia unidad, empezando por las fuerzas de izquierda, para movilizarnos contra el fraude y en defensa de la única banca de izquierda. En ese sentido ha sido un gran avance la declaración conjunta que exhibimos en esta misma página.
El fraude es el mismo sistema electoral aceptado por todas las fuerzas políticas patronales, tanto por el justicialismo como por el mismo Luis Juez, que desde siempre nuestro partido y Liliana Olivero denunciaron como la fuente de posibles fraudes. Se trata del sistema de “sumatoria de votos”, una ley de lemas encubierta que se presta para todo tipo de maniobras. Por eso la salida de fondo es el llamado a elecciones para una Asamblea Constituyente provincial que cambie todo el sistema electoral corrupto y que debata también los problemas sociales y las soluciones de fondo para el pueblo trabajador.
Reiteramos nuestro llamado a la más amplia unidad de acción, en Córdoba y en todo el país, contra el fraude en esa provincia y en defensa de la única banca de izquierda representada por nuestra legisladora Liliana Olivero.
Declaración conjunta*
Ante el fraude y la crisis política provincial
Es una sensación casi admitida por todos, salvo Unión por Córdoba, que hubo fraude en las elecciones del 2 de septiembre. Es un reclamo generalizado la exigencia de que se abran las urnas para contar nuevamente los votos. Reclamo que hacemos nuestro para saber qué votaron quienes concurrieron a las urnas el pasado domingo.
Mas allá de que siempre hemos considerado fraudulentos todos los mecanismos que nos impone esta democracia formal, este fraude que contó con la complicidad de la justicia ya fue denunciado desde antes por la izquierda, cuando se la proscribió de los debates públicos, cuando comprobamos durante el comicio que se robaban nuestros votos o directamente no se los enviaba en las urnas, y hasta agredían físicamente a nuestros fiscales.
Pero nuestra denuncia se inició con la que consideramos la estructura que permite el fraude, esto es una “ley de lemas encubierta”, mal llamada sumatoria de votos, admitida, utilizada y defendida por Unión por Córdoba, la UCR y el propio Juez. Que permite que nos gobiernen los partidos tradicionales que se benefician con ella y también que obtengan bancas fuerzas que jamás las lograrían si se postularan solas, dando acceso a la Legislatura a todo tipo de oportunistas y arribistas. Planteamos la necesidad de la derogación de este retrógrado mecanismo de elección. Una Asamblea Constituyente soberana deberá dar respuesta, entre otras necesidades, a un mecanismo electoral donde no se distorsione la voluntad popular.
Esta crisis sólo podrá resolverse con la participación y movilización del pueblo. Los dos candidatos que se enfrentan para quedarse con la gobernación solo han obtenido el apoyo efectivo del 22 % del electorado, es decir que 1.300.000 electores votaron en contra de ambos o no fueron a votar.
Nuestras fuerzas dan en estos procesos una pelea absolutamente desigual, por eso a la banca lograda por el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) la consideramos una conquista de los trabajadores y el pueblo, y como tal llamamos a defenderla de todo intento por arrebatárnosla.
Por todas estas consideraciones las fuerzas firmantes nos pronunciamos por:
1- La apertura de todas las urnas para el escrutinio definitivo.
2- Una movilización masiva con este reclamo mañana jueves a las 18,30 horas en Colón y Cañada.
3- La defensa de la banca del FIT que legítimamente ocupará Liliana Olivero.
Firman:
Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT-Izquierda Socialista–Partido Obrero)
Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS)
Partido Humanista (PH)
Movimiento al Socialismo (MAS)
*El MST fue invitado a la reunión conjunta y no concurrió.
Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.
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