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Escribe:
José Castillo
Carrió defiende a los genocidas y oligarcas
Elisa Carrió aparece como una de las opciones electorales al kirchnerismo. Pero no es alternativa. Sigue uniéndose con figuras de la derecha, presenta un plan económico al servicio de los grandes empresarios y ahora, como si fuera poco, defiende a los genocidas
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Carrió se terminó de sacar la careta |
Quizás usted esté pensando en castigar al gobierno votando a “la Carrió”. A fin de cuentas, ella construyó su perfil denunciando actos de corrupción del gobierno, lo que le está permitiendo sacar cierta ventaja a los demás candidatos patronales opositores.
Pero tenemos que decirle que la propuesta de Lilita no le sirve a los trabajadores y el pueblo. Ni siquiera es “progresista”. Ya hace mucho tiempo que Carrió viene “recolectando” gente de derecha para sus listas. Recordemos cuando sumó a Enrique Olivera, el hombre del Jockey Club y amigo íntimo de De la Rúa. O a Patricia Bulrich, de triste recuerdo en su pasaje por el Ministerio de Trabajo de la Alianza, después de ser menemista rabiosa unos años antes.
Ahora hubo un amague que no salió. Elisa Carrió finalmente no se juntó con López Murphy. La alianza había sido repudiada públicamente por varios dirigentes del ARI. Pero a ella mucho no le importaba. En realidad el “matrimonio electoral” no salió por las propias disputas de puestos entre los distintos partidos.
Fracasado ese entuerto, Lilita giró en redondo y fue a la búsqueda de los votos de los ganadores de Santa Fe. Así, Rubén Giustiniani, del Partido Socialista, terminó como candidato a vice. Tendrá que explicar el PS, que en su momento rompió un acuerdo anterior con el ARI por las declaraciones de Carrió oponiéndose a la legalización del aborto, que ha cambiado ahora por la ultracatólica candidata.
Pero el perfil “progre” duró apenas un par de días. Ahora Lilita se despachó con una defensa atroz de los militares del Proceso, que podría aplaudir el mismísimo ultraderechista, y frustrado aliado, López Murphy.
La señora defendió nada menos que a los genocidas de la dictadura: No se puede, dijo, “hostigar a mil tipos que ya están retirados». Es decir, no se puede juzgarlos y castigarlos. Carrió propone otro “punto final”.
Y como postre, Lilita acaba de nombrar a su “candidato a Ministro de Economía”. Ya no será el tibiamente heterodoxo Rubén Lo Vuolo, relegado al segundo plano. Ahora se trata de Alfonso Prat Gay, hombre del Banco Central durante la gestión Duhalde, reconocido por los banqueros y el establishment internacional. No defraudó: llamó a bajar el gasto público y “enfriar” la economía (léase achicar el consumo popular) aduciendo que el mayor peligro es la inflación. ¡El “ingreso ciudadano” y los viejos planteos demagógicos de Carrió pasaron a mejor vida!
La candidata también defendió a la oligarquía agraria: “Hay que bajar las retenciones del trigo y el maíz, y eliminar las de la carne y la leche. Sólo existe la oligarquía de los corruptos que se roban el país”, dijo. Es decir, según Carrió, no hay oligarquía agraria, ni tampoco multinacionales que exportan los alimentos.
Justamente cuando la mayoría de la población enfrenta el drama de los altísimos precios de los alimentos, promete quitarles las “retenciones” (el impuesto a la exportación) para que exporten todo a precio dólar, ganen millones, y no nos dejen ni un churrasco.
Compañero lector, si alguna vez pensó que Carrió tenía algo de progresista, lea esto y difúndalo para que nadie se engañe y que sólo la voten los que ella defiende, es decir, oligarcas y genocidas.
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