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Condena a Von Wernick¡Otro triunfo contra la impunidad!El cura Von Wernick fue condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad, hechos encuadrados bajo la figura de genocidio. Es la segunda sentencia que menciona lo que verdaderamente ocurrió con el golpe del 76. Es un gran triunfo de una lucha popular de más de 30 años. No es mérito del gobierno, aunque se lo quiera adjudicar, ni tampoco de “su” Justicia. Por eso hubo festejos frente al Tribunal de La Plata. Este triunfo desenmascara el papel de la Iglesia Católica, cuya cúpula, después del veredicto y a través de la Conferencia Episcopal, sólo se limitó a manifestar su “conmoción” por “la participación de uno de sus sacerdotes en delitos gravísimos”, pero aclara ... “según la sentencia de la Justicia”. Y al igual que el condenado pidió la “reconciliación”, que en boca de ellos significa impunidad. Tremendo. Von Wernick participó durante toda la dictadura, entre 1976 y 1983. ¿Cómo hubiera podido hacerlo sin el visto bueno de la jerarquía de esa Iglesia? La pelea continúa. Lo condenaron a reclusión en la cárcel de Marcos Paz, donde es sabido que recibirá un trato preferencial, como tantos genocidas que hay allí presos. Hay que luchar para que se acabe ya mismo con este privilegio. Además, es posible que por su edad pronto pueda solicitar prisión domiciliaria. ¡No hay que permitirlo! Es la única forma de garantizar que no haya más casos como el de Julio López, donde éstos asesinos con sus manos libres, desde sus “prisiones” domiciliarias, pueden seguir con su accionar. Es imprescindible seguir reclamando para que se anulen los indultos a los genocidas; para que el gobierno deje de amparar a los secuestradores de Julio López, luchando por desmantelar todo el aparato represivo, entre otras medidas para terminar con la impunidad. El paso logrado con esta condena, igual que la de Etchecolatz, debe servir para continuar la lucha por castigar a todos los cómplices civiles, políticos y eclesiásticos de la dictadura. Contra los empresarios que la apoyaron y financiaron; contra los burócratas sindicales que llegaron a señalar a qué dirigentes combativos debían hacer “desaparecer”, entre otros. Se ganó una nueva batalla que nos fortalece para continuar ésa lucha. |
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