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FranciaGigantesca huelga de trabajadores estatalesFrancia vivió la semana pasada una inmensa huelga con movilizaciones de los trabajadores del estado contra el intento del presidente conservador Nicolás Sarkozy y su primer ministro François Fillon, de aumentarles la edad jubilatoria. La huelga fue mayor que lo previsto y superior que las de 1995.
“Sarko, hasta tu mujer está harta de ti”. Este cartel de un manifestante graficó el clima de dura confrontación, y a la vez del humor de los trabajadores franceses, burlándose del presidente que acaba de divorciarse de su esposa Cecilia. Francia entera fue paralizada. Pararon los ferrocarriles, el metro (subte de París), los colectivos, la electricidad, el Correo y sectores de la educación. Se organizaron grandes manifestaciones callejeras en 60 ciudades. Según las cifras de los sindicatos, unas 300.000 personas se manifestaron en el país, y sólo en París 25.000. En muchos lugares se votó seguir la huelga, pese a los llamados de la burocracia sindical a volver al trabajo, luego del paro de 24 horas del jueves 18 de octubre. Una semana antes hubo una marcha de 13.000 trabajadores contra la reforma del sistema de salud (pretenden eliminar el tradicional sistema de salud pública gratuita). Los niveles de acatamiento superiores al 75%, reconocidos por el gobierno, superaron al paro de 1995. En 1995 el primer ministro Alan Juppe, bajo la presidencia de Chirac, intentó una reforma similar y la ola de paros que provocó le costaron el puesto. Esta victoria del movimiento obrero impidió que se aplicaran en Francia las reformas neoliberales que el capitalismo impuso en la mayor parte de Europa y a escala mundial. La reforma que propone el gobierno sólo afecta a los llamados “regímenes especiales”, de estatales que se jubilan con 37,5 años de aporte (un millón y medio de trabajadores). El gobierno quiere aumentar la edad hasta 40 años, que rigen hoy entre los privados. Sarkozi intentó dividir a los trabajadores, argumentando que su intención era “terminar con los privilegios”. Pero estos advirtieron que la ofensiva de Sarkozy no se detendría en los estatales. Su plan es más global. Pretende hacer lo mismo que hizo la Thatcher en Gran Bretaña en la década del 80: desmantelar las conquistas obreras. Por eso el inmenso apoyo a los huelguistas. Francia, además, se llena de huelgas de fábrica y empresas contra deabusos patronales, despidos y amenazas patronales de “deslocalización” (es decir, mudar la fábrica a China o a otro lugar con mano de obra barata). Pararon por aumento de salarios los trabajadores de Air France e hicieron una larga huelga los estudiantes de medicina contra un arancel que le querían cobrar. También pararon los abogados y trabajadores judiciales, contra un intento de “modernizar la justicia”... cerrando a centenares de juzgados. La burocracia sindical de la CGT (PC), FO (socialistas) y otros gremios, no propone ninguna continuidad en la lucha. La dirigente “socialista” Segolène Royal, lejos de proponer nada distinto, vino a Argentina a abrazar a los Kirchner. Sin embargo las bases de los trabajadores están cada vez más conscientes de la necesidad de enfrentar hasta derrotar al gobierno y a la patronal. No en vano una de las consignas más gritadas en las manifestaciones fue “Todos juntos, todos juntos, contra los patrones y el gobierno”. Desde las asambleas y organismos de base se exigen nuevas medidas de huelga y movilización. Nuevamente Francia es la vanguardia de una gran batalla del movimiento obrero europeo por defender sus conquistas y enfrentar los planes neoliberales. Para eso se necesita unir las luchas. Y, cada vez más, hacen falta nuevos dirigentes clasistas y un programa de lucha anticapitalista. |
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