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Macri apunta contra los trabajadoresA poco más de un mes de su asunción, el nuevo gobierno de la Ciudad de Buenos Aires encabezado por Mauricio Macri, ha marcado claramente la impronta de su gobierno: un gabinete de empresarios empeñados en aumentar las arcas de la Ciudad para repartirse los dividendos, a costa de los trabajadores y los sectores más pobres de la Ciudad.
Apenas asumió el pasado 10 de diciembre, Macri firmó un decreto para que él, la vicejefa de gobierno Michetti y los ministros aumenten sus salarios a 25 mil pesos, 20 mil para los Secretarios de Legal y Técnica y Comunicación Social, 15 mil para los subsecretarios o equivalentes y 8 mil los Directores. Pero para los trabajadores y los sectores populares de la Ciudad, los “aumentos” fueron radicalmente diferentes. Tras el discurso de optimización de los recursos, achicar los gastos del Estado y mejorar la productividad de los trabajadores -que tanto nos remiten a la lógica empresaria que comenzó a primar en los ’90-, el macrismo comenzó a desplegar su arsenal de medidas contra estos sectores. Primero fue el aumento del ABL al que, en un gesto demagógico, Maurcio se había opuesto antes de asumir. Lo cierto es que avalado por el voto de su propio bloque, de la Coalición Cívica de Lilita Carrió y el voto en particular del kirchnerismo, logró el aumento entre un 25% y 250% en el impuesto. Manteniendo las desigualdades en los servicios entre los barrios del Norte y Sur de la ciudad, y sin contemplar las características de cada vivienda, jubilados y trabajadores se ven obligados a utilizar sus magros salarios para llenar las arcas de la Ciudad. Fue así que hasta la propia madre de Macri se opuso. Otra de las medidas anunciadas es la “derivación” a los hospitales del Gran Buenos Aires a todas aquellas personas que no tienen domicilio en la Capital. Con ello, se priva de atención a la gran mayoría de trabajadores puesto que cerca del 60% que trabaja en ésta, tiene domicilio en provincia. Además, se ha aumentado el horario de atención en los hospitales sin aumentar el personal, ni los salarios de miseria de los trabajadores de la salud. Macri tampoco se olvidó de la cultura. Ya anunció el recorte del presupuesto de varios festivales culturales para el 2008 y la no apertura del Teatro Colón por “falta de presupuesto”. También declaró la emergencia educativa pero acompañó su declaración pintando la fachada de 20 escuelas mientras cesantea a 80 trabajadores del sector, incluyendo a varios docentes que trabajan en el área de inclusión a la educación formal. Como frutilla del postre, también anunció el despido de 2400 trabajadores municipales en conjunto con la “evaluación” de 18 mil contratos más (ver recuadro). Cuando se caen las caretas En las últimas elecciones, muchos optaron por Macri pensando en que iba a administrar bien los recursos de la Ciudad porque no venía del “palo” de la política. Otros pensaron que la Coalición Cívica era sinónimo de una política “honesta” o que el kirchnerismo en la Ciudad podría implicar un mal menor frente a la centroderecha de Macri. Lo cierto es que, hasta el momento, PRO, Carrió y los soldados de la Rosada, aunque alzaron encendidos discursos unos contra otros, todos apoyaron con su voto el aumento del ABL y ninguno movió un dedo en defensa de los más de 2 mil trabajadores despedidos. Más aun, fue la Coalición Cívica la que dio su aval para la intervención macrista en la Obs.Ba (ver recuadro), rememorando la intervención a la que los militares solían recurrir en los ´70. Macri, como lo demuestra su historia, pretende avanzar en la privatización y tercerización del Estado aumentando la precarización laboral y generando negocios para sus amigos que, como él, siempre han vivido de los contratos del Estado. Por eso hay que enfrentarlo. No a los despidos en Ciudad“No somos ñoquis, somos trabajadores” Sin dudas, una de las medidas que más atenta contra los trabajadores es el anuncio de los 2.400 despidos en la Ciudad. Nuevamente, Macri, Michetti y todos los funcionarios se excusaron de que en la Ciudad los trabajadores son todos ñoquis. Nada más falso. En la Ciudad existen cerca de 20 mil contratados a los que no se les reconoce la antigüedad, cobran salarios de 1.000 pesos en promedio y a los que durante muchos años se los mantuvo en negro a través de la modalidad de contratos por “locación de servicio”. Una modalidad de precarización laboral que lleva al Estado a ser el principal contratante en negro, incluyendo al gobierno de los K y todos los gobiernos provinciales y municipales que “ahorran gastos” a costa de los derechos de los trabajadores. Gracias a la lucha de años, los decretos 948 de 2005 y 959 de 2007, llevaron a los trabajadores a otro modo de contratación precaria -planta transitoria-, que les reconoce algunos pocos derechos más. Ahora son precisamente estos trabajadores los que tienen que pagar el ajuste del nuevo gobierno. A último momento del año y dejando sin funcionar programas sociales enteros, muchos trabajadores fueron avisados del cese en su continuidad laboral, y el resto, de que “serían evaluados” en marzo. Tal es así que 108 trabajadores del área de Educación, 36 trabajadores de reciclado urbano en Medioambiente, decenas de trabajadores en Hospitales, para citar algunos ejemplos, fueron separados de sus funciones simplemente por azar o ser parte de “listas negras”. ¡Y ninguno era ñoqui ni contratado en el 2007, algunos llevan más de 9 años bajo esta forma de contratación basura! La alerta y la movilización del conjunto de los trabajadores, fue inmediata. En todos los lugares de trabajo se realizaron asambleas para intercambiar información y posicionarnos para esta pelea a pesar de las conducciones sindicales. Por un lado, la conducción traidora de SUTECBA, poco acostumbrada a la movilización y a las asambleas, levantó enseguida el paro y plan de lucha tras firmar un acta acuerdo con el gobierno de Macri en donde nada se dice de los 2400 despedidos, se avalan 5000 jubilaciones compulsivas y retiros voluntarios, se ratifican los contratos trimestrales y se habilita la libre movilidad de los trabajadores. Eso sí, ahora están concentrados en recuperar la caja de Ob.SBA. Por otro lado, la conducción Verde de ATE poco hace por impulsar un plan de lucha a la altura de las circunstancias y se centra más en la disputa con los municipales apoyando la intervención privatizadora de la obra social y oponiéndose a las movilizaciones en unidad con todos los trabajadores. Sabemos que nos encontramos en un conflicto que recién comienza, por eso llamamos a todos los trabajadores agrupados en cualquiera de los dos gremios y a los trabajadores que aún no están organizados, a unirnos para impulsar un verdadero plan de lucha que diga NO a los despedidos y que vaya por lo que verdaderamente necesitamos: pase a planta permanente y aumento salarial igual a la canasta familiar. Sólo podremos conseguir estos puntos, si no unimos junto a todos los trabajadores en lucha. M.Z. ¡Fuera las manos de Macri de la Ob.SBA! Apoyándose en el justo repudio que los trabajadores y la sociedad en general tenemos hacia los viejos burócratas del sindicato municipal, Amadeo Genta y Patricio Datarmini, y en las deficientes prestaciones que ofrece la Obra Social de los municipales, Macri decidió la intervención. Tuvo el apoyo de Carrió y el silencio cómplice del kirchnerismo que dijo a través de Alberto Fernández “el tiempo dirá si Macri tuvo razón”. Repudiamos a estos viejos burócratas, cómplices de todos los gobiernos de la Ciudad y que viven de los negociados de la Ob.SBA. Pero ¿alguien puede creer que a Macri le interesa la salud de los trabajadores municipales o que de su mano empresarial habrá mejores prestaciones? ¿Por qué no empieza entonces a invertir para garantizar que el desbordado sistema de salud pública que depende de su gobierno funcione dignamente? Macri toma esta medida para desviar la bronca por la suba del ABL, esconder los despidos masivos y los demás problemas de la Capital, y meterse en el negocio de la salud ofreciéndole a prestaciones privadas el “caudal” de trabajadores municipales. ¡Nada tiene que hacer Macri en la obra social municipal! Son los propios municipales los que deben exigir la auditoría de la Ob.SBA, echar a los corruptos y hacerse cargo de su obra social. ¡Normalización democrática ya y que se vaya el interventor! |
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