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Escribe:
Julio Poblesec 
Tren Bala
Caro, elitista y delirante
La presidenta firmó la adjudicación al consorcio francés Veloxia de la construcción del “tren bala” (TAV-Tren de Alta Velocidad), que unirá Buenos Aires-Rosario- Córdoba. El kirchnerismo destina miles de millones para el desarrollo de proyectos elitistas como éste, en vez de invertir en nuestro sistema ferroviario que está en ruinas y lo necesitan millones de argentinos.
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En el efusivo acto en que Cristina realizó el anuncio, estuvieron presentes el Secretario de Transporte y el Embajador de Francia; empresarios extranjeros y nacionales relacionados con el emprendimiento, y los tres gobernadores de las provincias “beneficiadas”: Scioli, Binner y Schiaretti.
La presidenta elogió con entusiasmo la “tecnología y practicidad” del tren. Afirmó que “no se trata sólo de una obra pública con altísima tecnología. Estamos dando un salto importante hacia una Argentina con una modernidad diferente” (Página 12, 17/01). Y agregó una nota de color: “En 2006 viajé de Madrid a Sevilla en un TAV de la misma compañía junto a mi hija Florencia, que quedó encantada” (Clarín, 17/01).
Un claro negociado de los Kirchner
El costo extraoficialmente declarado será de alrededor de 11.700 millones de pesos presupuestados desde este año hasta el 2011. Pero expertos aseguran que en realidad será por lo menos del doble, “si es que se logra realizar”.
El 90% del proyecto se ejecutará con el financiamiento de un consorcio francés encabezado por el banco Societé Generale (ver recuadro), la extranjera Alstom, y la local IECSA (del Grupo Macri). Por su parte, del consorcio liderado por Veloxia participa EMEPA, cuyo propietario -Gabriel Romero- es el empresario ferroviario preferido de los Kirchner, titular de Ferrovias, Hidrovía Paraná, del Belgrano Cargas junto a Benito Roggio, de concesiones de reparación de vagones en Río Turbio y del Ingenio Ledesma.
Algunos manifestaron sus sospechas por la celeridad con la que se llevó a cabo la licitación en la que Veloxia quedó finalmente como único oferente. Quizás el apuro se explique por la pretensión -descabellada e irrealizable según los especialistasde finalizar el primer tramo Buenos Aires-Rosario dentro de cuatro años, justo para la renovación del mandato presidencial.
Paga el Estado y ganan los privados
El proyecto del tren bala será solventado totalmente por el Estado, con siderales cifras que se agregan a su ya desmedido endeudamiento, a mediano y largo plazo. Una vez terminado, se entregará la concesión de su explotación a manos privadas, quienes se quedarán con las ganancias, como ocurre con todas las empresas de servicios públicos privatizadas y a la vez subvencionadas por los Kirchner.
Mientras tanto, dos millones de personas seguirán trasladándose diariamente en condiciones riesgosas y deplorables. Desde que el servicio fue privatizado por Menem, la red ferroviaria viene sufriendo un deterioro progresivo y sostenido. Los Kirchner, lejos de revertir este proceso, lo están profundizando, sosteniendo el régimen de concesiones con las cuales el Estado paga los sueldos, las reparaciones, el material que se compra para reponer y los gastos de funcionamiento, mientras las empresas privadas se quedan con la totalidad de las millonarias ganancias.
Mantener el sistema ferroviario le cuesta hoy al Estado tres veces más que antes de ser privatizado, aunque en esa época teníamos 36.000 kilómetros de vías con 95.000 ferroviarios, y ahora se redujo a apenas 8.000 km. con 14.000 trabajadores.
Con el mismo dinero que se destinará a este lujoso tren que beneficiará a una ínfima minoría, se podrían recuperar 8.000 km. de vías para trenes que funcionen en condiciones normales. Como dijo Elido Veschi, de la Asociación del Personal de Dirección de Ferrocarriles Argentinos y Puertos Nacionales: “Con ese dinero se podrían tener buenos trenes a Tucumán, Salta, Posadas, Rosario, Córdoba, Mendoza, Bariloche y Bahía Blanca”, (Página/12, 17/01).
Hay que reestatizar todo el sistema ferroviario
En lugar de construir trenes de alta velocidad y fomentar inversiones faraónicas para que el ferrocarril sea el medio de transporte para que las multinacionales sigan saqueando todos nuestros minerales, o para transportar la soja y demás cereales a los puertos en beneficio de los grandes exportadores, el sistema ferroviario debería volver a funcionar en beneficio de los trabajadores, las amplias mayorías populares, al servicio de unir nuestros pueblos y de fomentar las economías regionales, como lo era hace muchísimos años. Algo imposible de realizar si no es comenzando por anular las privatizaciones y reestatizando toda la red ferroviaria, poniéndola a funcionar bajo control de sus trabajadores y usuarios.
Solución a la que por supuesto se oponen el gobierno, las patronales y la burocracia sindical. Pero a su favor se inclina la mayoría de la población, y en especial los trabajadores ferroviarios, que junto a los Cuerpos de Delegados de TBA vienen luchando y realizando una campaña para lograrlo.
“Se parece al cohete a la estratósfera de Menem”
Así se refirió el ingeniero Norberto Rosendo, de la Comisión Salvemos al Tren, cuando se le preguntó sobre el proyecto. Rosendo señaló que la obra es un “disparate”, costará el doble de lo anunciado y tiene el riesgo de que nunca se haga o termine en un escándalo como tantos otros.
El ingeniero agregó: “En EE.UU. no pudieron concretar el TAVE que tenía que hacerse en la Costa Oeste... porque no llegaban a los standares de seguridad prometidos y otro tipo de incumplimientos. Esa es la empresa que viene a Argentina”.
Dice que el pasaje costará $200. Y aclara: “En Europa cuestan eso y con un buen subsidio. Acá tendría que ser gigantesco el subsidio para que costara menos”. Además señala que “mientras cambiamos lamparitas y no hay luz en las ciudades más importantes, este tren gastará tres veces más que un eléctrico común”.
Haciendo un poco de historia cuenta que “el record de velocidad de ese trayecto (Retiro-Rosario) lo tiene una locomotora a vapor que lo hizo en 3 horas y media en 1890... Y en los 70´, “la Brujita”, recorría Rosario-Retiro en poco más de tres horas y paraba en varios lugares. Era un tren con prioridad de ruta, con coche-comedor, pullman, primera y turista. Yo lo tomé varias veces. Eso es lo que necesitamos y no esto que es un delirio que nos va a costar muy caro a todos. Esto se parece al cohete a la estratosfera de Carlos Menem”, finalizó. (Extraído de Rosario/12)
¿Y la plata del SOCIETE?
El banco francés que iba a prestar la plata para el tren bala, el Societé Generale, acaba de perder 5.000 millones de euros -como mínimo-, por jugar a la ruleta rusa de la burbuja inmobiliaria (ver páginas centrales). Ahora, acusa a un empleado suyo, de 31 años, de que lo ha estafado por esa suma. Pero muchos dicen que la pérdida no se debería a su brillantez juvenil, sino que es una pantalla para justificar “las malas operaciones” del banco. Un joven de tan poca edad – dicen-, no podría haber hecho esa maniobra si no es en complicidad con la gerencia del banco y otros funcionarios. Lo cierto es que Cristina K. probablemente tenga que buscar otra entidad crediticia si quiere que le financien su obra faraónica.
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