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Escribe:
Federico Ramoi
Scioli propone más policías
¿Cómo se combate la inseguridad?
La ola de inseguridad crece. En lugar de resolver los problemas de fondo, Scioli va por más policías de la “mano dura”. ¿Qué hay que hacer para frenar la inseguridad?
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“Quedate quieta porque te mato. Total tengo 13 años y salgo mañana”. Así reseñó un medio lo que le dijo un adolescente a una mujer de Tres Arroyos mientras le robaba su casa (Diario Perfil, 10-2). Esta escena se repite todos los días.
Ante el hecho, cabe preguntarse ¿cómo es posible que un chico de tan corta edad llegue a empuñar un arma para robar, cuando debería estar en la escuela? Pero no es esa la reflexión oficial. El gobernador Scioli aprovecha el justificado temor que se padece día a día para lanzar la “solución” (nada nueva) de llenar las calles de policías. Pero si hay algo que está probado es que más policías no significa más seguridad, sino todo lo contrario.
La “mano dura” no va
Éste lunes, vecinos de Caballito llamaron a la policía ante la sospecha de un robo. Pero el policía que fue por “seguridad” terminó robando en el departamento que debía cuidar (Clarín, 12-2). ¿Y los casos de mujeres que apelaron a personal policial y terminaron violadas por los uniformados? ¿Para eso más policías?
Recordemos que cuando se sucedían los secuestros express, Kirchner no dudó en aprobar las leyes de “mano dura” de Blumberg, que incluían, además de un amplio despliegue policial, la baja de la edad de punibilidad para poder encarcelar más temprano a los jóvenes. Con el tiempo se deschavó que los que estaban detrás de dicha modalidad delictiva, eran bandas conformadas por policías y ex uniformados.
Otro ejemplo: después del motín en la cárcel de Santiago del Estero, los presos denunciaron que los guardias los obligaban a traficar droga y cometer otros delitos. Lo mismo ocurre con los desarmaderos y demás “rubros” como la droga, donde constantemente aparecen policías involucrados amparados por los políticos de turno. Éstos no son casos aislados o “manzanas podridas”. Dentro de las mal llamadas fuerzas de “seguridad” funcionan enormes mafias que son el verdadero motor del crimen y las causantes de inseguridad.
El mar de fondo de la violencia
Lo que no dice el gobierno es que el “delito callejero” (el único que reprime, ya que los de guante blanco cometidos por ricos y famosos tienen impunidad), es perpetrado por las mismas víctimas de su modelo económico de exclusión y marginalidad. Los que desgraciadamente no ven otra salida que arriesgar su vida -y la de otros-, muchas veces por nada. ¿Por qué el aparato estatal no termina con las verdaderas bandas asesinas y delictivas, que poseen armamento complejo y en grandes cantidades, tienen logística, y provocan grandes asaltos a bancos o camiones blindados? Precisamente porque allí está involucrado personal policial o la denominada “mano de obra desocupada”.
Expertos en el tema opinan que otra causa de la violencia es la tremenda desigualdad social, que trastoca los mínimos valores de convivencia, mostrando impunemente el tremendo contraste de ricos cada vez más ricos, y pobres cada vez más pobres. Cuando no hay justicia, cuando hay impunidad, cuando no hay oportunidades, cuando no hay educación, lamentablemente hay marginalidad que alimenta la delincuencia.
Nuestras propuestas
Para combatir la inseguridad hacen faltan medidas de fondo. Primero, terminar con el hambre, pobreza, desocupación y marginalidad. Para sacar del delito a miles y miles sin futuro. Segundo: hay que terminar con fuerzas de “inseguridad” al servicio de las mafias, represión y corrupción. Hay que barrer a las cúpulas policiales que fomentan el delito, pasando a retiro a todos sus jefes involucrados. Elegir el comisario por el voto popular, con cargo revocable. Y dar al personal subalterno el derecho a sindicalizarse para que se pueda resistir legalmente a las órdenes de sus superiores. Tercero: dar plenas garantías al derecho de autoorganización de los vecinos para que democráticamente debatan y decidan cómo combatir el flagelo de la inseguridad (ver Autodefensa en Tres arroyos)
Autodefensa en Tres Arroyos
Los habitantes de Tres Arroyos, localidad de la provincia de Buenos Aires, decidieron actuar por mano propia contra la inseguridad. Presentaron un petitorio con más de 9.000 firmas para que se haga juicio político a dos jueces y un fiscal por “ineficaces”. Pero eso no es todo. También se organizaron en brigadas de autodefensa, donde los propios vecinos se han armado y patrullan las calles para disuadir el accionar violento, desatando grandes polémicas. El ministro Stornelli salió a decir que “armarse es malo”. Pero lo único que su gobierno arma es a la Bonaerense, asesina y corrupta, gestora de inseguridad. ¿Cómo no otorgarle a los vecinos el derecho a autodefenderse?
Para combatir la inseguridad, los trabajadores y vecinos organizados tienen que tomar el problema en sus manos. Haciendo asambleas para decidir cómo disuadir a los delincuentes con sistemas de alarma, rondas vecinales y patrullas cotidianas. Y también con el derecho legítimo de armarse y a ejercer el control popular sobre el accionar policial.
Tres Arroyos hace uso de su legítima defensa. Un ejemplo para contrarrestar este tremendo flagelo.
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