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Socialista es una publicación de Izquierda Socialista
Escribe:
Pablo Delverde
No al PJ de Kirchner, Barrionuevo, Cafiero, Rico y Quindimil
Una vez más ha quedado en evidencia el doble discurso de Kirchner. De la “transversabilidad” y la nueva política ha pasado a la rosca con las viejas figuras del PJ para intentar recomponerlo.
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El matrimonio presidencial quiere recomponer el PJ con viejas caras |
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Barrionuevo, Cafiero, Rico y Quindimil |
Parece que ha transcurrido mucho tiempo, pero hasta no hace mucho, el matrimonio Kirchner dedicaba largos discursos describiendo su proyecto político “transversal” en contraposición a los viejos dirigentes del Partido Justicialista que en esa época encabezaba Eduardo Duhalde. Hoy esto parece historia antigua. Como muestra de esto sirven las “postales” que dejó el congreso del PJ de la provincia de Buenos Aires. Junto al gobernador kirchnerista Scioli se dieron cita Manuel Quindimil, Aldo Rico, Luis Barrionuevo y Antonio Cafiero, por mencionar sólo algunas de las caras de la más rancia vieja política con las cuales el gobierno intenta recomponer la estructura del PJ.
Pero no todos son viejos dirigentes en el peronismo de la era K. También han cobrado renombre nuevas figuras como el caso del intendente kirchnerista de Pinamar Porreti, quien saltó a la fama luego de ser filmado pidiéndole coimas a los empresarios de una conocida discoteca, en una feroz interna con su sucesor, el segundo que lo acompañó en la lista en las pasadas elecciones, un viejo caudillo peronista.
El gobierno intenta hacer aparecer que el actuar armado en busca de darle oxígeno a un PJ en crisis, es a futuro. No. Miremos hoy. El Partido Justicialista es el que está gobernando con Cristina Fernández de Kirchner y esto se expresa en nombres pero fundamentalmente en la política que se aplica desde el gobierno. En los últimos años los grandes empresarios, nacionales y extranjeros, han llenado sus bolsillos a manos llenas. Algunas empresas multinacionales han obtenido ganancias mayores a las que tienen en el resto del mundo, sobre todo aquellas privatizadas como YPFRepsol que cuentan con la “simpatía” del matrimonio presidencial desde las épocas de la privatización menemista.
Pero aquí no terminan las expresiones de la vieja política. Después de la escalada verbal contra el gobierno de Estados Unidos a raíz del caso de las valijas del yanqui-venezolano Antonini Wilson, el gobierno de Cristina se ha empeñado en recomponer relaciones con los yanquis. Rápidamente la presidenta pasó de denuncias virulentas, incluyendo la declaración de repudio contra la intromisión yanqui en los asuntos domésticos que impulsaron los propios legisladores kirchneristas en el Congreso, a fuertes gestos de acercamiento con el gobierno del genocida Bush. Por eso en las últimas semanas fue recibido el embajador yanqui en la Rosada y legisladores del país del Norte, para dejar en claro que la pirotecnia verbal por el caso de las valijas no opaca las “excelentes” relaciones del gobierno argentino con los yanquis.
Después de todos estos ejemplos queda claro que los Kirchner están apelando al doble discurso una vez más. Dicen que se unifican con los resabios del duhaldismo, con Lavagna y con otros impresentables como Rico y Quindimil para enfrentar al menemismo. Pero el verdadero objetivo es recomponer el mismo peronismo con el que gobernó Menem en los 90. No buscan, como dicen, redistribuir la riqueza sino consolidar el modelo económico de altos precios y bajos salarios que mantiene a millones bajo la línea de pobreza.
Todo demuestra que el único objetivo detrás de la pregonada recomposición del PJ es rescatarlo de la profunda crisis en que quedó luego de aplicar políticas contra el pueblo trabajador en el país y las provincias en las últimas décadas. El propio Néstor Kirchner se dedica en persona a la difícil tarea de “aggiornarlo” porque sabe que le podrá servir para mantener la gobernabilidad ante futuras crisis económicas, sociales o políticas.
No hay que dejarse engañar. El Partido Justicialista, con o sin recomposición kirchnerista, no traerá ninguna solución para las necesidades del pueblo trabajador, ni podrá saldar su crisis histórica con millones de trabajadores que lo han abandonado y que perciben que nada nuevo hay bajo el sol.
Por eso es necesario construir otro partido, en el camino de ir gestando una nueva dirección sindical y política para los trabajadores.
Escribe:
Hernán Marquetich
¿Qué partido necesitamos los trabajadores?
Quizás nos haya escuchado o leído plantear que partidos como el PJ, la UCR, el ARI o el PRO no son alternativas para los trabajadores. Precisamente porque nos han gobernado peronistas, radicales y sectores de centroizquierda como en el gobierno de la Alianza, y ninguno solucionó los problemas de los trabajadores y el pueblo, más bien todo lo contrario.
Es que estos partidos están financiados y son dirigidos por empresarios, banqueros, terratenientes, burócratas sindicales y arribistas. Por eso su política siempre está destinada a defender estos intereses.
Necesitamos organizarnos en un partido que sea opuesto al PJ y demás partidos patronales. Un partido “de y para” los trabajadores, ya que somos los únicos que vamos a defender nuestros propios intereses, que pelee por nuestros derechos y el de los demás sectores oprimidos de la sociedad. Un partido que luche por la segunda independencia de los yanquis, para acabar con el saqueo y la rapiña al que nos somete el imperialismo. Y que pelee por barrer a la podrida burocracia sindical, que nos vive entregando, recuperando así a los sindicatos como organismos de lucha, con dirigentes combativos a su cabeza y en donde reine la más absoluta democracia sindical.
Un partido que tenga una política para dar pelea a los gobiernos patronales y que a su vez tenga un funcionamiento democrático, en donde todos sus integrantes tengan voz y voto, al contrario de lo que sucede en el PJ y el resto, en los que unos pocos tranzan para ver quién dirige o quién va de candidato.
Si los patrones siguen aferrados a la sartén por el mango, no es por falta de luchas. Se salvan porque ellos tienen herramientas políticas que los llevan al poder, como lo vinieron haciendo durante años con el bipartidismo PJ-UCR, para desde allí defender sus intereses capitalistas. Por el contrario, los trabajadores tienen el gran obstáculo de los dirigentes vendidos que concilian con los patrones, que no son consecuentes con los intereses de clase.
Es imprescindible que los trabajadores construyamos nuestro propio partido político que nos ayude a enfrentar al cáncer del capitalismo, que encabece las luchas y las oriente en el sentido de pelear por la derrota del gobierno de los patrones y su régimen político, para imponer un gobierno de los trabajadores, el único que puede llevar adelante las medidas de fondo necesarias para acabar con el hambre, la miseria, la falta de educación, salud o trabajo digno, en el camino de una Argentina Socialista.
Este es el proyecto y el porqué día a día construimos Izquierda Socialista, sabiendo que en el recorrido de esta pelea nos iremos uniendo con otros luchadores y sectores de la izquierda. Por eso, compañero lector, lo invitamos a que se sume a nuestro partido para fortalecer estas propuestas e ir avanzando en la construcción de un partido sin capitalistas, sin burócratas, ni patrones.
Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.
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