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Incendios en la Patagonia¿Desastre natural o Argentina Cromañón?
La seguidilla de incendios que ocurrieron en Chubut, Río Negro y Neuquén durante febrero, tomó mucha repercusión en los medios por la pérdida de bosques nativos que implicarían decenas de años para su recuperación. Si bien el incendio del Parque Nacional Lanín, Neuquén, habría tenido su origen en una tormenta eléctrica, todos los demás, como el del Parque Nacional Los Alerces -que llegó a las 6000 hectáreas-, tuvieron su origen en la mano del hombre. ¿Quién se beneficia con los incendios? Los bosques nativos (como los de Maitén, Ciprés y Ñire que fueron afectados en el Parque Nacional Los Alerces), están protegidos por ley. De esta manera, no puede ser talado ningún maitén y sólo se permite la extracción de ciprés cuando la Dirección de Bosques lo autoriza por estar enfermo o muerto. Una vez extraídos estos árboles, pueden ser reemplazados por especies exóticas (pinos), que no son abarcados por estas restricciones, o utilizar el terreno para la ganadería. Ésta es la esencia de una ley que «protege» de palabra pero no en los hechos a los bosques nativos: los propietarios de los campos en los que se encuentran estos bosques no son obligados a reforestar con las mismas especies existentes y, luego del incendio, tienen la posibilidad de utilizar los mismos en una actividad económica más rentable. Muchos incendios han comenzado por la búsqueda de este resultado, más que por la acción de pirómanos o turistas descuidados. La flexibilización laboral, otra causa del desastre Si bien los incendios forestales en los que se combinan sequías y vientos como el de Esquel-Trevelin son muy difíciles de controlar una vez desatados, lo cierto es qué no son impredecibles ni incontrolables. Todos los años son contratados brigadistas para estar listos en cuanto se produzca un incendio, pero sólo durante la temporada, y muchas veces ni siquiera reciben sus pagas correctamente ni se les brinda seguro de vida, como fue denunciado por uno de ellos en enero, en un acto en el que el Gobernador Das Neves de Chubut entregaba unas pocas palas e instrumentos insuficientes contra los incendios. Esta flexibilización laboral a la que están sometidos los brigadistas atenta contra los bosques y su propia vida porque nunca logran llegar a capacitarse correctamente, y porque no se realizan tareas de prevención durante los períodos de menor riesgo, como la disminución del material combustible, o la realización de tareas de reconocimiento de zonas para conocer los accesos, construcción de nuevos donde sea necesario, o mantener las herramientas en condiciones. Es la Argentina Cromañón de Das Neves y Cristina, gobiernos que no toman precauciones para que los incendios puedan ser controlados rápidamente, con su consiguiente resultado: menos bosques nativos, y más pinos o pastizales en manos de grandes «productores » amigos, a los que sólo les interesan sus negocios. |
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