Millones ganan menos de 1000 pesos

Pese a lo que sostiene la presidenta, bajo los Kirchner se viene aplicando un modelo económico basado en salarios cada vez más bajos en términos reales. Tal es así que 3 de cada 10 trabajadores que reciben su sueldo en blanco, cobran menos que lo que el propio gobierno calcula que se necesita para no ser pobre.

Sí, leyó bien. Aún tomando los datos truchos manipulados por la intervención kirchnerista del INDEC, 1.750.000 de trabajadores no llegan a los $1000 que para el gobierno se necesitan para no ser pobre. (La Nación, 26-03). Además, quienes lo hacen en negro, representan cerca de la mitad de la fuerza laboral y sus salarios son en promedio mucho más bajos que los que están en blanco. A eso hay que sumarle que la línea de la pobreza ha superado holgadamente los $1000 que calcula el gobierno, debido al aumento de la inflación de los productos de primera necesidad. Pasando en limpio tantos datos, el famoso crecimiento de la economía de los últimos cinco años está sustentado en salarios de hambre para millones de trabajadores.

Esta realidad es la que explica que según las propias estadísticas oficiales, la pobreza ha subido en el último año, pese a que los “indicadores” macroeconómicos hablan de un continuado crecimiento y de creación de puestos de trabajo. Sólo por citar algunos ejemplos podemos decir que los alimentos, que componen gran parte de los gastos para una familia trabajadora, aumentaron desde junio último un 25 % (pan y arroz), más del 60% (papa y cebolla) y 45% la carne. Mientras tanto, los aumentos de los salarios en blanco no llegaron a superar más del 20% en promedio.

Romper el pacto de la CGT-CTA

En febrero, el INDEK informó que la inflación fue del 0,6%, cuando en San Luis, donde no llega la intervención de Moreno, es cuatro o cinco veces mayor. Lo mismo ocurre con las mediciones en otras provincias. De esa manera queda claro que el 19% de techo salarial que Hugo Moyano y los burócratas de la CGT intentan establecer en las negociaciones salariales para todo el 2008, representan una verdadera agachada hacia el conjunto de los trabajadores. Otro tanto queda para la dirigencia de la CTA, principalmente la de CTERA, que ha vuelto a negociar un aumento muy inferior al que necesitan los docentes en todo el país. Ahora con el conflicto del campo comienzan las suspensiones y despidos en empresas vinculadas a la alimentación. Mientras no mueven un dedo para cambiar esta realidad de los asalariados, la CGT y la CTA llaman a apoyar al gobierno asistiendo al acto a Plaza de Mayo. Una vergüenza.

Distintas estimaciones ubican el monto de la canasta familiar por encima de los $3000. El diario Crítica releva semanalmente una canasta de consumo de bienes y servicios que precisa para alimentarse y vivir dignamente una familia tipo, la cual en los últimos siete días ascendió a $3967.

Para muchos trabajadores estos números pueden parecer inalcanzables. Por el contrario, hay que aspirar a pelear por llegar a ellos. Por eso necesitamos llevar adelante una dura pelea por quebrar el techo salarial que nos quiere imponer el pacto de los burócratas sindicales en conjunto con las patronales y el gobierno. En ese camino, los que no recibieron aumentos deben reclamarlos. Y a los que les aumentaron algo ya rápidamente se lo está comiendo la inflación, por eso hay que reclamar urgentemente las actualizaciones correspondientes.

Sólo de esa forma podremos romper con el modelo kirchnerista de salarios de hambre y lograr que millones de trabajadores vivan dignamente.

Peones rurales: Los más explotados

Hay un millón trescientos mil obreros del campo, a los que hay que sumarle los 350.000 trabajadores golondrinas que son contratados exclusivamente para “levantar” alguna cosecha. Sólo una pequeña capa de trabajadores especializados están en mejores condiciones: los que manejan los más modernos tractores y cosechadoras que van recorriendo de campo en campo.

De hecho, de todos los trabajadores del campo, sólo una ínfima parte (325.000) están en blanco, con un salario promedio de 1.500 pesos mensuales. A la mayoría se le paga mucho menos, “compensándosele” el resto con “casa y comida”, de hecho un rancho y el derecho a cocinar algo del almacén de existencias del patrón. Son los trabajadores peor pagados, más explotados y con menos derechos de todo el país. Para ellos ni siquiera rige “formalmente” la ley de Contrato de Trabajo, ya que sigue vigente una ley de la época de la dictadura que los excluye expresamente. No hay protección para la jornada laboral de ocho horas y al trabajador temporario no se le reconoce vínculo con el patrón. Y cada vez avanza más la tercerización: los establecimientos contratan “capataces” que vienen con su propio personal. A todo esto, el dirigente del gremio que los nuclea (UATRE) es Gerónimo Vanegas, de la 62 Organizaciones, mano derecha de Moyano. ¿Se puede decir que hace en ese lugar?

En el mundo del “agrobusiness”, la realidad del obrero rural se parece a la de las viejas denuncias de hace casi un siglo de “La Forestal” o la Patagonia Rebelde.

J.C.

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