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La FATUN acepta la pauta salarial impuesta por el gobiernoLa semana pasada -y prácticamente al mismo tiempo que todos los medios de comunicación anunciaban un nuevo record del superávit fiscal- Nelso Farina, Secretario General de la Federación Argentina de Trabajadores de Universidades Nacionales (FATUN), adelantó que estaba negociando un aumento salarial que se enmarcaba dentro de la pauta establecida por el Gobierno Nacional. Esto muestra claramente el grado de entrega de nuestra dirigencia sindical, que en medio del proceso inflacionario más alto que vivimos los trabajadores desde la devaluación de 2002, va a pactar un miserable 19% de aumento para todo el 2008 (sólo un 3% más de lo que había firmado el año pasado). Cuando un “aumento” se transforma en “reducción” salarial Al tomar como referencia los porcentajes firmados por gremios que tienen un nivel salarial muy superior al nuestro, Farina pretende engañarnos, llevándonos a un falso debate. Lo firmado por los Camioneros y los Bancarios no puede ser nunca un punto de referencia para nuestras paritarias, por la sencilla razón de que los trabajadores no docentes cobramos salarios de pobreza. A nosotros un aumento que ronde ese porcentaje ni siquiera nos va a permitir acortar distancia con la inflación acumulada. Sólo basta con anualizar las subas registradas durante los primeros cuatro meses del año en todos los productos de la canasta básica, para ver que el “aumento” que Farina pretende firmar, no sólo es muy inferior al que los no docentes universitarios necesitamos para hacerle frente a la inflación, sino que termina siendo una “reducción” salarial. Necesitamos salarios igual a la canasta salarial Lo que la FATUN debería hacer para que podamos hacerle frente a la inflación, es reclamar un aumento de emergencia retroactivo al mes de enero, pelear por un salario igual a la canasta familiar, y exigirle al Gobierno la apertura de paritarias ante cambios inflacionarios. Pero en vez de eso, sigue la línea de los sindicatos que pactaron con el gobierno mantener el atraso salarial. Por eso, es indispensable reclamar asambleas en las facultades e institutos dependientes de cada universidad; para que todos los compañeros puedan elegir paritarios y decidir cuanto pedir, cómo y con qué medidas de acción hacerlo. Sólo mediante la organización vamos a conseguir lo que los rectores y el Gobierno nos quieren negar. |
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