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Cristina recibió al enviado de Bush
Cristina Kirchner se llena la boca hablando de democracia y derechos humanos. Recientemente criticó con toda dureza el paro del campo, diciendo que era una ofensiva de la derecha golpista. Pero casi simultáneamente recibió con todos los honores a Thomas Shannon, el principal emisario de Bush en nuestra región, representante del primer gran golpista y genocida del planeta, impulsor del golpe del ´76. Además de todo el tiempo que le dedicó la presidenta, el gobierno no reparó en gastos para agasajarlo. En su primer día de visita alternó su agenda con un almuerzo en Rosada (un suculento bife de chorizo) y por la noche un cordero patagónico en la casa del embajador argentino en el país del norte, Héctor Timerman. Por fin descubrimos para quien reserva el gobierno estos exquisitos manjares, inaccesibles para las familias trabajadoras. Con tal “familiaridad” fue recibido este “Tío Tom” que nos envió el “Tío Sam”, que hasta le concedieron el honor de ser el primer funcionario yanqui de su jerarquía en brindar una conferencia de prensa desde la casa de gobierno. Y el director de la chancillería argentina, Julián Tettamanti, hasta le compró su coche usado. Pero Shannon no vino sólo a disfrutar de nuestra comida, a simpatizar con la presidenta y recibir los honores que ella considera que le corresponden. Mucho tiene esta visita de intención de recomponer relaciones, luego del cortocircuito producido entre ambos gobiernos por el episodio de la valija de Antonini Wilson. Pero además de esto, Shannon vino en busca de más negocios con nuestro país. Tengamos en cuenta que Estados Unidos tiene capitales en Argentina que ascienden a 13.000 millones de dólares, que lo ubican en el segundo lugar como inversor después de España. Y a oficiar de “facilitador” de un acuerdo para el pago de la deuda externa con el Club de París. Como él mismo afirmó: “Estados Unidos está a favor de un arreglo con los países ricos para refinanciar la deuda de 7.000 millones de dólares” (Clarín, 11/04). De paso, reafirmó ante Cristina la voluntad de Bush, de que Argentina actúe de intermediaria entre los yanquis y Chavez, brindando toda su colaboración para mantener a éste último lo más controlado posible. Por esto y mucho más, repudiamos la visita de este representante del imperialismo. Más aún, repudiamos toda la atención (léase “sumisión”) que el kirchnerismo le ha brindado, que no hace más que evidenciar otra clara muestra de su nefasto y engañoso doble discurso. En el mismo sentido, insistimos en que la solución de los problemas de nuestro pueblo no la conseguiremos hincándonos de rodillas y “simpatizando” con los imperialistas asesinos, sino iniciando el camino hacia la liberación, rompiendo todo tipo de relaciones con ellos, y empezando por no pagarles ni un centavo de la supuesta “deuda externa” con la cual nada tenemos que ver los trabajadores. Mientras Cristina Kirchner habla de sus preparativos para el festejo del Bicentenario de la Revolución de Mayo recibiendo a estos personajes, o enviando saludos “al honorable Silvio Berlusconi”, como reza una misiva oficial enviada al representante de la derecha que ganó en Italia, nosotros seguimos llamando a los trabajadores y el pueblo a luchar por la Segunda y definitiva Independencia. Elogios del genocida a la política de derechos humanosEn una carta dirigida al embajador Héctor Timerman, Bush expresó su “elogio al Gobierno por los pasos que está ahora tomando para juzgar a numerosos oficiales que fueron previamente perdonados por abusos de derechos humanos” (Página/12, 11/04). Si la política kirchnerista sobre derechos humanos merece el beneplácito del mayor genocida del planeta, compañero lector, saque usted mismo sus conclusiones. |
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