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Escribe:
Miguel Lamas
Movilización popular contra intento oligárquico de dividir Bolivia
El domingo 4 la oligarquía que gobierna el Departamento de Santa Cruz (Bolivia tiene 9 Departamentos) realizó un plebiscito fraudulento e ilegal para dar por aprobado un estatuto con el cual se auto-otorga una autonomía total, con manejo de la tierra, hidrocarburos y otros minerales. Pero hubo una gran resistencia al plebiscito en Santa Cruz. Y movilizaciones de centenares de miles de personas, en El Alto, La Paz, Oruro, Potosí, Cochabamba…
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Cochabamba |
Los oligarcas anunciaron su “triunfo”, con el 82% en el plebiscito, pero no informan ni de la abstención, ni de los lugares donde no pudieron poner sus urnas. Al no existir ningún veedor ni observadores internacionales, el plebiscito entra en una dudosa legitimidad. La Agencia Boliviana de Información reportó que la abstención llegó al 45%. Además hay denuncias y pruebas de fraude, con urnas capturadas completas y repletas de votos sí, en lugares en los que aún no se había votado. Todo indica que en realidad no llegaron al 45% de los votos reales del padrón.
Centenares de miles ganan las calles
Ante el plebiscito oligárquico, hubo una inmensa movilización popular en todo el país y en la propia Santa Cruz. En la capital cruceña hubo enfrentamientos con sectores de la población que repudiaban el plebiscito y a los fascistas de la Unión Juvenil Cruceñista. La policía nacional y los gendarmes departamentales reprimieron a los que protestaban causando muchos heridos y un muerto asfixiado por gases lacrimógenos.
En varios distritos no pudieron entrar las urnas, ni siquiera con los fascistas armados, y los gendarmes departamentales.
Por otra parte, hubo grandes concentraciones populares en Oruro, El Alto, La Paz, Cochabamba y otras ciudades. Jaime Solares, dirigente de la COB de Oruro, indicó «vamos a ir a la revolución si es preciso por defender la unidad del país»
En Cochabamba la movilización del 4 de mayo, con participación del campesinado y movimientos sociales urbanos, fue realizada en una gran avenida, con boulevard central, y abarcó 7 kilómetros. Fuentes cochabambinas calculan en 500.000 manifestantes, que además de repudiar el plebiscito en Santa Cruz, exigieron un plebiscito en Cochabamba para destituir al prefecto derechista Manfred Reyes Villa.
El presidente Evo Morales denunció la ingerencia directa de la embajada norteamericana. Por su parte, el jefe de la Iglesia, cardenal Terrazas, apoyó públicamente el plebiscito oligárquico.
Más nacionalizaciones
El 1º de mayo Evo Morales anunció la nacionalización del 100% de la telefónica ENTEL y mayor control accionario de las petroleras. Lo de las petroleras lo hizo en el marco de su política de empresas mixtas y llegando a un acuerdo amistoso con Repsol. Estas nacionalizaciones, aunque limitadas, son pasos adelante. Y hay que señalar que, como lo ocurrido en Venezuela con Sidor, es un triunfo obrero y popular. Los movimientos sociales vienen reclamando con fuerza profundizar las nacionalizaciones. Así lo hicieron los mineros de Huanuni, la COB de Oruro, la Fejuve (Federación de Juntas Vecinales) de El Alto e incluso de la CSUTCB (Central Sindical Campesina) que tiene dirigentes del MAS y que reclamó nacionalizar también las grandes empresas productoras de aceite. El pueblo de Camiri, que precisamente está en el Departamento de Santa Cruz, realizó hace un mes y medio una huelga general exigiendo la nacionalización total de las petroleras.
¡Basta de conciliación! ¡Aplastar a la oligarquía!
El 4 de mayo también mostró el fracaso de la política de Evo Morales y el MAS de conciliar e intentar pactar con la oligarquía en base al proyecto de un llamado “capitalismo andino”.
Los hechos mostraron que la lucha no es de regiones, ni de etnias. Es lucha de clases. La burguesía, la iglesia, el imperialismo y la oligarquía terrateniente se unieron para intentar derrotar al proceso revolucionario. Ellos le declararon la guerra a las mayorías populares de Bolivia. Ellos demostraron que no se detienen ante nada y que sus medios son el fraude, la mentira y la violencia.
Pero la inmensa movilización del 4 de mayo en la que se impuso el frente único obrero y campesino y popular para enfrentar a la sedición oligárquica, mostró la fuerza inmensa del pueblo. La COB, la CSUTCB, las Fejuve, las Federaciones del Trópico (cocaleros), tienen que unir sus fuerzas para organizar la autodefensa, continuar la movilización hasta aplastar la sedición oligárquica e imponer los reclamos del pueblo oprimido.
Hay que echar a Manfred Reyes Villa en el Departamento de Cochabamba. Y,como lo señala la COB de Oruro, hay que dejar de conciliar con la oligarquía, es la hora de quitarles en todo el país las tierras a los oligarcas, incluyendo a los de Santa Cruz, de completar las nacionalizaciones al 100% de control y propiedad de la empresa estatal YPFB y también de imponer un salario mínimo acorde con la canasta familiar. Todos los trabajadores y la izquierda latinoamericana tenemos que apoyar al heroico pueblo boliviano.
¿Qué esconde la petición de autonomía?
La oligarquía se disfraza de “democrática” con su petición de autonomía. Pero son los mismos que antes gobernaron el país y no crearon ninguna autonomía. ¿Qué quieren entonces?
Bolivia es un país unitario, dividido en 9 Departamentos (La Paz, Oruro, Potosí, Cochabamba, Chiquisaca, Tarija, Beni, Pando, Santa Cruz) gobernados por prefectos. En Tarija, Beni, Pando y Santa Cruz, que corresponden al oriente del país, ganó la derecha y son hoy los que concentran las mejores tierras y los hidrocarburos. Forman la llamada “Media Luna” (por su forma geográfica).
Quieren derrotar al proceso revolucionario que se hizo muy fuerte en el Altiplano (La Paz, Oruro y Potosí). Como no se animan ahora a dar un golpe de Estado, sabiendo que habría una insurrección popular, los prefectos de la “Media Luna”, con apoyo de Estados Unidos, reclaman una autonomía con facultad para decidir sobre los recursos naturales, minería, hidrocarburos y las tierras. De esa forma piensan impedir la reforma agraria y nacionalización de hidrocarburos. En próximas semanas quieren hacer plebiscitos similares en Beni, Pando y Tarija. También el prefecto de Cochabamba, forma parte de la coalición denominada “La Media Luna”. Aunque éste último está fuertemente cuestionado por el pueblo cochabambino.
La “Media Luna” está dirigida por el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas; y por el presidente del Comité Cívico, Branco Marinkovic, ambos terratenientes. Marinkovic, hijo de un fascista croata, es el mayor terrateniente del país. Se calcula que su familia posee 300.000 hectáreas entregadas por centavos por las dictaduras, además de fábricas de aceite. Representan a 100 clanes oligárquicos que poseen 25 millones de hectáreas, el 80% de la tierra fértil del país. Eso es lo que defienden con la “autonomía”.
Por eso también desconocen la nueva Constitución, aprobada por mayoría de la Asamblea Constituyente en diciembre de 2007, que otorga autonomías a los Departamentos, pero también a los 36 territorios indígenas (entre ellos, los guaraníes están en la principal zona gasífera), establece que la propiedad de los hidrocarburos es del Estado Nacional, y reza se hará una reforma agraria en base a las tierras “que no tengan una función económico social" y a latifundios que sobrepasen las 10.000 hectáreas.
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