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RosarioCGT presionada tuvo que llamar a paro de 12 horasEn la madrugada del 22 de mayo, se produjo otro asesinato a un chofer de taxi. En esta oportunidad fue el turno de Sergio Oberto, de 50 años. Rápidamente sus compañeros, comunicándose por radio, comenzaron a abandonar las tareas y a prepararse para no dejar pasar por alto este nuevo ataque a la seguridad de los trabajadores. Este asesinato fue lo que detonó el estallido de la bronca acumulada. La semana anterior, ya habían ocurrido otras cuatro muertes de obreros de la construcción, sin que las autoridades den ninguna respuestas satisfactoria. Mientras tanto, la CGT se limitaba a tener entrevistas con los empresarios y el gobierno para “encontrar una solución al problema”. Pero en esta oportunidad los tacheros no se quedaron a la espera de las decisiones de los dirigentes, y comenzaron a tomar medidas urgentes. A las seis de la mañana, muchos de ellos ya estaban quemando gomas en distintos puntos de la ciudad. Con el correr de las horas, a la bronca por el asesinato, se le fue sumando la disconformidad por los bajos salarios, las malas condiciones de trabajo. Producto de esto, los trabajadores organizados se reunieron en la puerta de la CGT,exigiendo a sus dirigentes, un paro general por la muerte de su compañero y por mayores medidas de seguridad. Fue así que los dirigentes, obligados por la base de los taxistas que habían bloqueado el centro de Rosario, la Terminal de colectivos, y distintas avenidas de la ciudad, no tuvieron alternativas, teniendo que llamar al paro por 12 horas. A éste se plegó Comercio, como gremio independiente, y gremios de la CTA como AMSAFE, ATE, COAD, entre otros, logrando un acatamiento del 70/ 75%. Esto demuestra que la explosión de los chóferes de taxis, se combinó con la bronca general y las ganas de luchar. En horas de la tarde, el centro de la ciudad presentaba aspecto de desolación, con persianas bajas, y restos de fogatas de gomas. El acatamiento fue más bajo en los gremios industriales como la UOM, donde los dirigentes ni siquiera comunicaron a los trabajadores del paro general, siendo que podían haberlo combinado con su propio plan de lucha. ¡Una verdadera vergüenza! Este paro obligado de la CGT, con intenciones de descomprimir para algunos, y de embarrarle la cancha al Socialismo para otros, seguramente contiene algo de ambos elementos, sabiendo que la burocracia peronista acostumbra a maniobrar y traicionar. Pero lo que verdaderamente refleja, es que cuando los trabajadores nos unimos para exigir a los dirigentes luchar por nuestros derechos, a estos no le queda otra salida que responder a esta exigencia ante el temor al desborde de la base. Por eso ahora debemos impulsar asambleas por lugares de trabajo, reuniones de cuerpos de delegados y comisiones internas, para decidir entre todos como le damos continuidad a esta lucha. |
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