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Menéndez y su patota en el banquilloFinalmente llegó el día tan esperado por miles de luchadores, madres, hijos y familiares de desaparecidos y torturados: Menéndez y su “patota” de asesinos en el banquillo de los acusados.
Desde temprano se empezaron a organizar las columnas de las agrupaciones que concentrábamos frente a Tribunales Federales, para exigir el castigo a Menéndez y demás asesinos. Ahí estuvo Izquierda Socialista, junto a los organismos de Derechos Humanos, sindicatos, demás partidos de izquierda y organizaciones estudiantiles y barriales. Eramos más de 5000 personas, lo que significa para el horario de la convocatoria, una concurrencia sin precedentes. Tuve la oportunidad de entrar a esta primera audiencia. La bronca contenida era mucha, especialmente al ver a esa banda de asesinos disfrutar de tanta “justicia” y protección a su alrededor, cosas que sus víctimas no pudieron conocer. Bronca contenida, porque hace muchos años que estos genocidas deberían haber ido a parar a la cárcel. Hubo quienes no pudieron contenerla, como Ana Maria Bustos, hermana de un fusilado, que insultó a los asesinos sobre el final de la audiencia, siendo desalojada por el tribunal que decía actuar en nombre del “Estado de Derecho”. Esta banda de jueces caraduras, siguen más preocupados en cuidar a los acusados, que en permitir que la población pueda expresarse. Para ellos no cuenta que “su justicia” demoró más de 25 años en llegar. Sin embargo, es notorio cómo el juicio va ganando terreno entre la población cordobesa. Hasta medios de comunicación como “La voz del interior”, están realizando una intensa cobertura, y periodistas que no pueden ser considerados de izquierda, empiezan a desnudar los vínculos de Menéndez con dirigentes radicales y peronistas -incluso en democracia-, la justicia de Córdoba y la Iglesia Católica. Al mismo tiempo que destacan el rol de las organizaciones de izquierda en la pelea histórica por castigar a los genocidas. La impunidad de esta democracia para ricos, les permitió llegar “viejitos” al juicio, y la mayoría seguramente va a pedir cumplir su condena en “casa”. Por eso seguiremos reclamando que el único lugar que estos genocidas merecen es la cárcel común, perpetua y efectiva. Consigna que nos movilizó en todos estos años. Ahora tenemos que seguirla contra todos los policías y civiles que fueron parte activa de la maquinaria del Terrorismo de Estado, así como también avanzar sobre los cómplices y beneficiarios -empresarios y sindicalistas traidoresde los crímenes de Menéndez y su patota. Cuando hice mi juramento de asunción de la banca, la puse al servicio de los 30.000 compañeros desaparecidos, y por el juicio y castigo a sus asesinos. Por eso hoy es un orgullo ser parte de este juicio histórico. Desde Izquierda Socialista llamamos a todas las organizaciones sociales, políticas estudiantiles y sindicales a seguir acompañando las audiencias, hasta el día de la sentencia, para cumplir con otra de nuestras promesas: “Como a los nazis les va a pasar, adonde vayan los iremos a buscar”. |
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Izquierda Socialista en Internet: |
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