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El PJ de las patotas sigue en crisisEl acto en Plaza de Mayo no puede ocultar que el PJ está en crisis, y sólo se apoya en la burocracia sindical, viejos intendentes corruptos y repudiables patotas
El acto de este miércoles en Plaza de Mayo dejó al descubierto una vez más que los Kirchner sólo pueden llevar gente en base al aparato clientelar de gobernadores, intendentes y lo más rancio de la burocracia sindical. Sólo pequeños sectores concurrieron en forma espontanea confundidos con el argumento de “defender a la democracia de un supuesto golpe”. La bronca popular que ha despertado el accionar del gobierno en los cien días que lleva el conflicto del campo, ha hecho que se ahonde la crisis del peronismo, a niveles impensados. Ante millones queda claro que el PJ es una cueva de patoteros al servicio de los grandes empresarios, sus amigos de la “burguesía nacional”, las privatizadas y las multinacionales. Los hechos sucedidos a partir de la represión en Gualeguaychú y sobre todo luego de las declaraciones del patotero Luis D´Elia llamando a “armarse contra el golpe”, pusieron de manifiesto el malestar que existe en vastos sectores populares con el gobierno y la endeblez del armado político en el que se sustenta el kirchnerismo. El sábado por la noche una patota comandada por el Secretario de Comercio, Guillermo Moreno, intentó despejar a los caceroleros de la Plaza de Mayo. Luego arribó a la misma el ex presidente Kirchner, comandando el “copamiento” de la plaza, junto a varios ministros del gabinete y unos pocos centenares de militantes. Clara señal de debilidad e impotencia frente al desgaste que tiene el matrimonio presidencial en los últimos meses. El patotero Moreno arribó en tres micros escolares y se pudo ver en primera fila a Hernán Brahim y Rubén Zampino, -funcionarios que hoy se encuentran al frente de la intervención del INDEK, junto a reconocidos “batatas estadísticos” como Damián Comas de UPCN y Ulises Valentín- y al campeón mundial de kickboxing Jorge “Acero” Cali. El mismo grupo de choque se trasladó luego a desalojar a los manifestantes que caceroleaban frente a la Quinta de Olivos, contando con la colaboración de los efectivos de la Policía Federal allí presentes. El conflicto del campo también ha dejado al descubierto las profundas grietas que existen dentro del PJ. El día lunes, y sobre todo cuando estallaron los masivos cacerolazos en todo el país, dirigentes, gobernadores, intendentes y hasta la burocracia sindical de la CGT, encarnada en Hugo Moyano, hicieron saber su disconformidad con el rumbo trazado por el matrimonio presidencial. Sólo después de conocer la decisión de los Kirchner de retroceder, enviando las retenciones al Congreso, ratificaron su participación en el acto. Algunos gobernadores o ex gobernadores como Juan Schiaretti y De la Sota de Córdoba, Carlos Reutemann de Santa Fe, Das Neves de Chubut y Jorge Busti de Entre Ríos, marcaron distancia, no concurriendo al acto. Otros, como Gioja de San Juan, o el propio Moyano, fueron pero manteniendo profundas reservas, sobre todo molestos por el rol protagónico que tomó el patotero D´Elia. Más allá que el gobierno haya logrado encolumnar a algunos de los referentes del PJ tras de sí con el acto de este 18, nada puede disimular la crisis del PJ que difícilmente tenga retorno, y su carácter patotero y decadente de las huestes kirchneristas. El desgaste con los que fueran sus votantes en la ciudad y el campo es de carácter irreversible ya que el doble discurso está en picada. Se retoma de esta forma la crisis histórica del peronismo con la que fuera su base social, el pueblo trabajador. Una vez más queda al descubierto que el PJ gobierna para los de arriba, no para las mayorías populares. Nada positivo en el SIEl nuevo espacio conformado por los ex dirigentes del ARI, Solidaridad e Igualdad (SI), presentó su programa en conferencia de prensa. Estuvieron presentes Macaluse, Raimundi, María América González, y Marta Maffei, entre otros. Propusieron tres medidas para “redistribuir” la riqueza: reforma tributaria progresiva, una nueva ley de coparticipación y desmonopolización de la cadena de formación de precios. No hablaron del salario, deuda externa o privatizadas, por donde hay que empezar para sacarle a los que manejan los resortes del país y darle a los que menos tienen. “En el resto, la agenda se asemeja a la del ARI histórico” (Página12, 13-06). Macaluse, ante el envío del tema retenciones al Congreso, señaló: “Me parece bien el anuncio... se abre una instancia de diálogo institucional. Hace falta que tanto el justicialismo como la oposición pongan racionalidad...” A pesar de haber roto con Carrió, sus propuestas volvieron a repetir el mismo discurso de centroizquierda que ya levantaban desde el ARI. Pino Solanas: ¿De qué lado está?Solanas viene denunciando la entrega del petróleo e impulsa, junto a los cuerpos de delegados ferroviarios y otras personalidades, la campaña contra el tren bala. Pero ante el conflicto agrario está con los Kirchner. Preguntado sobre qué opina de pasar el tema de las retenciones al Congreso, señaló: “El discurso de la Presidenta calmó las aguas... recién en 98 días descubre que es bueno reafirmar la institucionalidad democrática” (Pino se tragó el verso del golpe de estado, ya que llama a defender... la democracia de los Kirchner). Prosiguió: “Es insostenible que pretendan contestar cortando rutas, medidas legítimas del gobierno nacional” (es decir, Pino está en contra de las medidas que vienen protagonizando los pequeños productores y los pueblos del interior). Y finalizó: ”si ésta hubiera sido la decisión original, nos hubiésemos ahorrado el conflicto”. Qué quiere decir Solanas, ¿que el Congreso va a solucionar todo? ¿Acaso fue en vano estos cien días de lucha que desnudaron la política de concentración de los Kirchner? Solanas queda preso de su propia política. Llamar a construir un nuevo espacio de centroizquierda, termina siempre en eso: en apoyar a un gobierno mentiroso, patotero y entreguista como el de los Kirchner. El mismo que Solanas critica de vez en cuando. ¿Puede surgir un partido político del campo?Con el conflicto del campo, muchos se preguntan si puede surgir un nuevo partido opositor al gobierno. Pero los políticos que intentan colgarse de la protesta agraria son los mismos de siempre, quienes hundieron al país. Producto del Argentinazo, no existe una alternativa sólida burguesa ante el desgaste de los Kirchner y el PJ, la acelerada caída de la popularidad de Cristina en los últimos meses y el fracaso del proyecto de recomposición del PJ. Por eso el mismo Néstor Kirchner declara “Dios quiera que aparezca en nuestro país una derecha democrática” (Página/12, 13-06). En función de eso hay un gran impulso mediático para tratar de rehacer la imagen de algunos “opositores”. ¿Acaso ofrecen alguna salida para los trabajadores de la ciudad y del campo, o para los pequeños productores ahora en lucha? Carrió, apoyó a la Alianza. Duhalde, fue el vicepresidente de Menem y cuando gobernó devaluó y mandó a asesinar a los piqueteros Kosteki y Santillán. Binner es más oficialista que opositor. Luis Juez, de Córdoba, hasta hace poco también fue kirchnerista y usó en las últimas elecciones fraudulentas en Córdoba una ley de lemas encubierta. Ni hablar de los radicales o de Rodríguez Saá. Todos hablan a favor “del campo”, pero para ellos “el campo” son los oligarcas de la Sociedad Rural y los oligopolios exportadores y de comercialización a los que siempre defendieron. Los trabajadores, el pueblo, los pequeños productores agrarios, no podemos esperar nada bueno de estos políticos patronales. La nueva alternativa tiene que surgir desde abajo, con la unidad de los luchadores y la izquierda, con un programa claro, que proponga medidas de fondo como la reforma agraria, nacionalización del comercio exterior, altos impuestos y retenciones para los grandes oligarcas, aumento salarial de emergencia igual a la canasta familiar, el no pago de la deuda externa, anulación de las privatizaciones, entre otras. Esto no es una necesidad recién para las elecciones de 2009, sino que es para hoy, para enfrentar la inflación que come los salarios y hace crecer la pobreza y la miseria, para darle solución a los pequeños productores, para enfrentar consecuentemente al gobierno, la patronal, a la oligarquía y al imperialismo. |
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