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El modelo de los Kirchner no va más¿Cuáles son las medidas para distribuir la riqueza?El gobierno convocó al acto de Congreso con dos consignas: por “más democracia” y para “defender la mesa de los argentinos”. En boca de los Kirchner son una gran mentira que hay que desentrañar.
Con más democracia, ¿qué quiere decir el gobierno, que hay un intento de golpe? En la contratapa de este número de El Socialista, y en ediciones anteriores, demostramos acabadamente que ese argumento es una gran falacia. Está claro que no le sirvió, ya que el acto en la Plaza de Los Españoles fue tres veces más grande que el de Congreso. Por “democracia” el matrimonio presidencial entiende poder absoluto. ¿Acaso no tienen mayoría en la Cámara de Diputados y Senadores? ¿Acaso no hicieron cambios en la Corte Suprema a su gusto? ¿Acaso con su billetera no disciplinaron en estos años a legisladores y movimientos sociales? ¿Acaso no usó las patotas de la burocracia sindical y de D´Elía para enfrentar a los que luchan? Y de la intervención dictatorial en el Indek para fraguar los números de la inflación. ¿qué dice el gobierno? Los Kirchner hablan de democracia cuando se han cansado de gobernar en Santa Cruz como patrones de estancia. Como Cristina no puede hacer lo mismo con el país –menos ahora donde su popularidad cayó a sólo el 20%-, agita una cortina de humo buscando recuperar el apoyo que ha perdido ante grandes franjas de la población. Supuestamente la lucha agraria sería “antidemocrática” si siguiera después de la votación del Senado. ¿Pero acaso los políticos del PJ, UCR o la centroderecha, cuando deciden entre gallos y medianoche, tienen más autoridad que los miles y miles de pequeños productores que se vienen movilizando en todo el país por más de 120 días? El gobierno quiere transformar sus mayorías en una máquina de aprobar medidas antipopulares. El general Perón decía que “conducir no es mandar, sino convencer”. Y eso es lo que no puede hacer el peronismo gobernante, porque al kirchnerismo se le ha caído la careta y ya su doble discurso persuade cada vez menos. Si quisiera de verdad más democracia, el gobierno debería convocar a una Asamblea Constituyente Libre y Soberana para que sea el pueblo el que decida sobre los grandes problemas del país, empezando por derogar la resolución 125, aplicar retenciones diferenciadas, seguir por un inmediato aumento de salario y tomar medidas de fondo a favor del pueblo trabajador.
La otra mentira desde la Rosada es decir que sus integrantes defienden “la mesa de los argentinos”. ¡Caraduras! Son ellos quienes defienden un modelo de devaluación que ha licuado el poder adquisitivo de los salarios, mientras la inflación ha llevado a que los alimentos sean inaccesibles para las grandes mayorías populares. El gobierno quiere hacer creer que las cosas aumentan por la protesta agraria cuando los aumentos vienen desde el 2002. ¿Cómo se explica que a un productor le paguen la carne o la leche entre cinco y diez veces menos que el valor que se vende en los supermercados? Los intermediarios amigos del gobierno son los que hacen la diferencia.
Este modelo de acumulación para unos pocos no va más. Por eso planteamos: *Aumento de salarios y jubilaciones al valor de la canasta familiar. Una familia tipo de Capital necesita casi $4.000 para cubrir sus necesidades básicas. Pero el salario promedio de los trabajadores del país ronda los 1.700 pesos. Ni qué hablar de los jubilados que han recibido un 15% de aumento en dos cuotas, en lo que va del año, cuando la inflación será mayor al 30%. *Precios máximos. Eliminación del IVA de la canasta familiar. Aplicación de la Ley de Abastecimiento para castigar a los remarcadores. Fuera la intervención del Indek. El control de precios del gobierno es un verso. Y la intervención del Indek un descaro. Si se eliminara el IVA de los productos básicos los alimentos costarían un 21% menos. Es una vergüenza que sea el impuesto que más recauda mientras las transacciones financieras están exentas. *Nacionalización del Comercio exterior, la banca y reforma agraria. Estas medidas permitirían controlar todo lo que produzca el país, incluso el dinero que circula, al servicio de garantizar que los alimentos lleguen a la mesa de las mayorías populares a precios accesibles. No puede ser que Argentina produzca alimentos para darle de comer a una población diez veces superior a sus habitantes y siga habiendo pobreza. La reforma agraria permitiría sacarle la tierra a la oligarquía y entregársela a quienes la trabajan, para recolonizar el campo. *Reestatizar las privatizadas. No habrá distribución de la riqueza hasta que no se le saque a los empresarios corruptos y privatizadores el petróleo, las empresas de agua, gas y electricidad, y el usufructo de todos los servicios públicos. Recuperar esas empresas estratégicas es fundamental para el desarrollo de un país al servicio de los trabajadores. No al Tren Bala. Reestatización del sistema ferroviario para devolvérselo a los trabajadores y pueblos del interior. *Suspensión inmediata de los pagos de la deuda externa. Ni un peso al Club de París. Kirchner quiere las retenciones para pagar una deuda externa ilegítima y fraudulenta que viene de la dictadura. Argentina pagó de contado 10.000 millones de dólares al FMI y sigue debiendo lo mismo que con De la Rúa. Hoy se usa la plata de los jubilados para cumplir con los acreedores externos. Una vergüenza. Por eso debemos dejar de pagar en forma inmediata, no debe ir ni un peso a los gobiernos imperialistas del Club de París, y se debe destinar esos fondos a salario, trabajo, escuelas, hospitales, rutas y caminos.
Estas medidas hay que imponerlas con lucha y movilización. Por eso hay que unir a trabajadores, pequeños productores y la juventud para lograrlo. Todo contra Cristina y la oligarquía. De esa forma se distribuiría en serio la riqueza. |
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