|
|||
|
|||
Compartir esta nota en
|
|||
|
Dos CGTUn monstruo con dos cabezas
La división del peronismo se trasladó a la CGT. De un lado, con Moyano, quedaron la UOM de Caló y todos los Gordos que participaron de la entrega y corrupción en los 90. Del otro, el impresentable y autodenominado recontraalcagüete menemista, ahora duhaldista, Luis Barrionuevo. ¿Se dividieron por diferencias de cómo enfrentar el plan del gobierno o por cómo luchar mejor? No. Néstor Kirchner fue quien tejió la lista de Moyano. Avaló su postulación por ser el garante de los techos salariales del 19 % y la “paz social”. Con la billetera de De Vido “convenció” a los Gordos que fueran parte a cambio de jugosas concesiones a las patronales de esos gremios. La UOCRA de Gerardo Martínez se jugó con Moyano a cambio de la financiación estatal para la obra pública. Luz y Fuerza por los subsidios que reciben las patronales eléctricas. Pedraza por los que le asigna Jaime a TBA y demás privatizadas del transporte. El sindicato de Aguas Argentinas de Lingieri por el usufructo de AySA. Aeronáuticos por los negociados en Aerolíneas a favor de la “argentinización”, es decir las patronales amigas de los Kirchner. Del lado de Barrionuevo quedó el macrista Daniel Amoroso, del Sindicato de Juegos de Azar. ¿Recuerda? El mismo que avaló los despidos, patoteó y reprimió a los trabajadores del Casino. Barrionuevo va abandonando el barco kirchnerista por las actuales turbulencias en la Casa Rosada. Se prepara para ir juntando sindicatos en el camino de ser la CGT pos-kirchnerista, de la mano de Duhalde, De la Sota, los Rodríguez Saá y Reutemann. Ninguno de los dos sectores son salida para los trabajadores. Todos pactan con las patronales para traicionar a los que luchan. Viven de los privilegios, tienen cargos vitalicios y son funcionales a la política de los gobiernos de turno. La prueba de lo que decimos se mostró en el llamado de la CGT-Moyano a un paro para este martes en apoyo al gobierno ¡En lo que va de gobierno kirchnerista nunca tomó medida alguna en defensa del salario! Por su parte, Barrionuevo celebró el día del trabajador gastronómico a toda orquesta en la Rural con Duhalde (e invitando a Macri). ¡Qué caraduras! Estos dirigentes que se arrogan la representatividad del movimiento obrero, ¿a qué trabajador consultaron sobre quién tenía que ser el secretario general de la CGT? ¿promovieron asambleas para debatir si había que tomar alguna medida en defensa del salario y contra las suspensiones? Lo correcto hubiera sido que la base decida, tanto para definir al titular de la CGT, como para resolver los problemas que nos afectan a los trabajadores, impulsando asambleas, plenarios de delegados con mandato y todos los mecanismos democráticos necesarios, como un congreso de bases de la CGT. Pero hicieron lo opuesto. Algo parecido podemos decir de la CTA. Yasky, quien también marchó con el gobierno, llegó al descaro de avalar la represión a los productores en Gualeguaychú. No llamó a un paro nacional al año del asesinato de Fuentealba y no toma ninguna medida en apoyo a los docentes que están parando en varias provincias. Ante la inflación que no cesa, por responsabilidad del gobierno, tenemos que luchar por lograr un aumento salarial de emergencia que equipare a la canasta familiar. Por otra parte, hay que organizarse para barrer a estos burócratas. Promover listas sindicales lo más unitarias posibles. Y apoyar al nuevo sindicalismo combativo, como el que se está plasmando en muchos cuerpos de delegados, internas y seccionales opositoras. Al que humildemente queremos contribuir desde los cuerpos de delegados de TBA, defendiendo el salario y condiciones de trabajo, aplicando la democracia sindical, eligiendo a los paritarios en asambleas, luchando contra la nueva estafa del tren bala y por la reestatización bajo control obrero de todo el sistema ferroviario. Los sindicatos deben estar al servicio de los trabajadores y no ser correa de transmisión de las políticas de las patronales y del gobierno. El nuevo sindicalismo que promovemos es combativo y democrático. No tenemos prebendas y los dirigentes ganamos lo mismo que cualquier trabajador. Somos autónomos del Estado y los gobiernos de turno. Un ejemplo son los dirigentes sindicales clasistas venezolanos referenciados en Orlando Chirino (CCura-UNT), y otras expresiones a nivel latinoamericano (ver pág. 10). En Argentina todavía estamos en otro nivel de desarrollo, pero hacia allá vamos. Los trabajadores y las nuevas generaciones que se suman en las luchas no quieren traidores en sus filas, sino dirigentes que se jueguen. Por eso impulsamos que en la cabeza de la CGT y los sindicatos, no haya monstruos, sino luchadores honestos y combativos. |
||
|
|||
Izquierda Socialista en Internet: |
|||