Conflicto agrario

Las 10 mentiras de Cristina

1. Con las retenciones ¿se le saca a los que más tienen?

No. Todos pagan lo mismo, tanto el gran terrateniente -al que se le recorta un poquito su superganancia- como el pequeño productor, al que se lo condena a la desaparición. Los grandes exportadores le “retienen” al pequeño productor lo establecido por el gobierno, y luego ellos depositan en el fisco mucho menos, estafando doblemente, al Estado y al chacarero. Al final, el que paga el 100% de las retenciones es el pequeño productor.

2. La plata de las retenciones: ¿va para escuelas, viviendas y políticas sociales?

No. El gobierno las está usando, junto al superávit fiscal, para otorgar innumerables subsidios a las patronales del transporte, a los monopolios de la energía e incluso a los grandes del campo. Como dijo el propio Kirchner en su discurso en la UOM Capital: “necesitamos las retenciones para cumplir con las obligaciones externas”, es decir, para los pagos de la deuda.

3. ¿Sirven para combatir la inflación?

No es cierto que las retenciones sirven para mantener baratos los alimentos. En primer lugar, porque los precios de los mismos los deciden los monopolios del sector. ¿Cómo se explica sino que se le pague 0,80 centavos la leche al tambero y llegue a la góndola a 3 pesos? Además, ¿porqué subieron las retenciones a la soja y el girasol, que se exportan en su gran mayoría, y no inciden sobre la inflación interna, y se bajaron las del trigo y el maíz, que sí tienen peso en la producción de alimentos?

4. El gobierno ¿está combatiendo a los pooles de siembra?

Falso. Los pooles de siembra son capital financiero, especulativo, que “entraron” al negocio de la soja ¡Y el capital financiero está exento hasta de pagar impuesto a las ganancias! Por si queda alguna duda, escuchemos lo que decía el propio Secretario de Agricultura, Javier de Urquiza, en noviembre pasado: “el pool de siembra es un sistema que beneficia al sector de la producción, porque la reinversión y el derrame de la actividad económica se desarrolla en las regiones”.

5. ¿A quiénes beneficia la política de Cristina?

Durante todos los años de la gestión Kirchner, las grandes exportadoras, las aceiteras y los frigoríficos fueron los “niños mimados”. Recibieron subsidios a granel, se le renegociaron concesiones para que tuvieran ferrocarril y puertos propios, se les promovió negocios en Venezuela (como a Sancor y a Grobocopatel) y hasta encabezaron listas oficialistas (como De Urquía, dueño de Aceitera General Deheza, en Córdoba). Ahora, incluso Cristina canta loas a los frigoríficos, como lo hizo en su visita a Swft, donde dijo: “sabe conciliar la mesa de los argentinos y producir para ganar mucha rentabilidad en el exterior”.

6. La concentración de la tierra ¿cambió con el gobierno?

En absoluto. El proceso concentrador sigue. Esto lo reconocen hasta economistas cercanos al gobierno. El aumento de las retenciones concentrará aún más la propiedad, ya que al dejar afuera del negocio al pequeño productor, éste le venderá la tierra al grande, que así sumará más hectáreas.

7. La lucha del agro ¿quiere un golpe de estado?

En Argentina no hay espacio para un golpe de estado. Lo muestra el repudio a los genocidas y las multitudinarias marchas de todos los 24 de marzo. Es cierto que algunas organizaciones del campo tienen pasado golpista, como la Sociedad Rural. Pero también lo tienen varias de las patronales y burócratas sindicales que acompañan al gobierno, o los ex carapintadas que integraron la “fuerza de choque” que echó a los vecinos frente a la residencia de Olivos. El gobierno que habla de un clima “destituyente”, entiende la democracia como el derecho de los gobernantes a prometer cualquier cosa en las campañas electorales y luego hacer impunemente lo contrario.

8. Los productores del campo ¿son todos oligarcas?

No. En la Argentina hay más de 300.000 productores agropecuarios, de los cuales el 70% tiene menos de 200 hectáreas. En la otra punta, hay 4.000 grandes terratenientes con 74,3 millones de hectáreas, que en el corazón de la Pampa Húmeda se concentran en apenas 116 dueños de más de 4 millones de hectáreas.

9. Las entidades del agro ¿son todas iguales?

No es lo mismo la Sociedad Rural y Confederaciones Rurales Argentinas, que representan a los grandes terratenientes, con su pasado golpista y su discurso reaccionario, e incluso Coninagro, que representa a algunas grandes lácteas como Sancor, que la Federación Agraria. Esta última tiene un programa progresista, que incluye las retenciones diferenciadas y la reforma agraria, aunque lamentablemente no lo ha puesto sobre la mesa en este conflicto, negándose a diferenciarse. Además, existen decenas de miles de “autoconvocados” que a los costados de la ruta, con métodos asamblearios, no se referencian en ninguna entidad.

10. ¿Cuáles son las medidas de fondo para el campo?

Apoyo al pequeño productor. Retenciones diferenciadas, incrementándolas para los grandes y eliminándolas para los pequeños. Precios sostén para granos, carne y leche, a partir de la recreación de las Juntas Nacionales de Carnes y Granos. Nacionalización del comercio exterior para planificar que se exporta y que se dedica al mercado interno. Reforma Agraria, expropiando a la oligarquía terrateniente, a los nuevos capitalistas del campo y los pooles de siembra para permitir el acceso popular a la tierra. Terminar con el trabajo en negro y la superexplotación del obrero rural, blanqueándolo inmediatamente, incorporándolo a la ley de Contrato de Trabajo y garantizándole un salario igual a la canasta familiar.

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