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Contra la inflación de Cristina¡Vamos por salarios dignos!La derrota que sufrió el modelo kirchnerista por la lucha de los pequeños productores y pueblos del interior abre una gran oportunidad para que puedan triunfar los reclamos por salarios dignos. Para enfrentar la inflación es urgente un aumento salarial de emergencia. Al techo del 19% pactado por Moyano ya se lo comió el voraz aumento de los precios. La plata no alcanza para nada. Y la inflación no cesa. El gobierno quiere culpar a la protesta agraria por el aumento de la carne, la leche, el aceite o el pan, pero todos sabemos que la inflación viene desde mucho antes. El gobierno la viene encubriendo a través de mentiras y de la patotera intervención del INDEK de Guillermo Moreno y UPCN, manejando índices truchos. ¿Cómo puede ser que de acuerdo a esas cifras la ropa, las verduras y frutas hayan bajado un 15%? ¡Basta de tomarnos el pelo! Encima ahora anuncian aumentos en la luz, el gas y los boletos. A su vez, hay que denunciar que en lo que menos usa la plata el gobierno es en salarios y jubilaciones. Los miles de millones de dólares de reservas van a pagar la deuda externa y subsidiar a las grandes patronales como las del transporte. Es mentira que la plata de las retenciones va a hospitales, escuelas o caminos. De las 300.000 viviendas anunciadas se construyeron sólo 300. Ésta es la famosa distribución de la riqueza kirchnerista. El triunfo de la protesta agraria abrió importantes grietas entre los de arriba, por donde puede y debe meterse el reclamo de los trabajadores por un inmediato aumento salarial de emergencia y la exigencia de que se reabran las paritarias. Ya retomaron las huelgas por aumento salarial los docentes de Capital y varias provincias, los trabajadores del Banco Provincia de Buenos Aires, estatales, FATE, entre otros. Y vienen de un triunfo los trabajadores del PAMI. Pero la CGT, los Gordos y la CTA les dan la espalda. Es una vergüenza que Moyano y Yasky hayan apoyado actos del gobierno cuando no movieron un dedo por ninguna lucha obrera. Otro tanto el caradura de Barrionuevo, quien habla de aumento de salarios mientras se junta con Duhalde y Macri. Se dice que el gobierno tomaría medidas para recuperar oxígeno e intentar revertir parte de la popularidad perdida por Cristina. Bajaría algunos puntos del impuesto a las ganancias que pagan los salarios (cuando se debería anular, ya que las ganancias son de las patronales, nunca de los trabajadores que cobran sueldos miserables), anunciaría movilidad para las jubilaciones y aumentaría las asignaciones familiares. Para eso convocó al Consejo del Salario Mínimo para elevarlo, dicen, a 1.200 pesos, cuando la canasta familiar supera ampliamente los $3.000. Está claro que esto no alcanza. Hay que organizarse para salir a pelear. Haciendo asambleas y reuniones de cuerpos de delegados para debatir y decidir. Por un aumento salarial de emergencia para todo el movimiento obrero, incluidos los trabajadores en negro y los peones rurales. Basta de trabajo informal. Contra los despidos y suspensiones. Indexación de salarios de acuerdo al real costo de vida. Denunciando el pacto de las CGTs y CTA y, sin depositar ninguna confianza en esos dirigentes, tratar de arrancar medidas de lucha por estos objetivos. El triunfo de la protesta agraria abrió el camino para lograrlo. |
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