|
|||
|
|||
Compartir esta nota en
|
|||
Sube la luz, el gas y el transporte¡NO al tarifazo! Reestatización de las privatizadasAl gobierno se le acaba la plata de la caja. No puede seguir subsidiando a las privatizadas. Se vienen aumentos de tarifas en todos los rubros. Tarifas sociales y servicios de calidad sólo pueden ser garantizados por la reestatización El ministro Julio de Vido, “hombre de la caja”, quien se cansó de repartir subsidios a diestra y siniestra, anunció con su mejor sonrisa la suba de las tarifas eléctricas. El y Ricardo Jaime ya habían autorizado otros incrementos este año. Subía el boleto de colectivo en Capital, Gran Buenos Aires, Córdoba y ahora en Rosario, donde pasó a ser el más caro del país, $ 1,60. El gas envasado hace tiempo que está por las nubes, los pasajes de larga y media distancia aumentan cada dos meses, los de avión tuvieron dos subas en un sólo mes, por no hablar de los constantes incrementos de la nafta y el gasoil. Desde 2002, las empresas de servicios públicos privatizados vienen quejándose de que tienen las tarifas “congeladas”. Es una verdad a medias, como lo demostramos en el párrafo anterior. Pero lo que no dicen es que el Estado ha venido “compensándolas” escandalosamente con millonadas de subsidios sin exigirles nada como contrapartida. Lo vemos todos los días: las inversiones exigidas en los contratos no se cumplen y los servicios prestados son de una calidad pésima. Viajamos colgados en los trenes, las frecuencias, seguridad e higiene de todo el servicio de transporte son malísimas, y los cortes y apagones son ya “naturales” en nuestro servicio eléctrico. El gobierno miente una vez más: dice que el aumento de la luz sólo afectará a los sectores de mayores ingresos, porque empieza con los que consumen más de 650 kw/h por bimestre. Pero los sectores de menores recursos tienen electrodomésticos más viejos, que naturalmente gastan más electricidad. En muchas zonas no hay gas natural y entonces, ante el altísimo costo de la garrafa, se opta por calentarse con artefactos eléctricos. Una familia de sectores populares pasa muy fácilmente el “mínimo” de 650 kw/h y va a tener que pagar entonces el tarifazo. El mismo argumento se usa cuando se anuncia que el boleto ferroviario va a subir más de un 30% “sólo para la primera sección”, argumentándose que esa es la que se usa en la Capital Federal y que, por lo tanto, no va a afectar a los más humildes. Es evidente que el funcionario que anuncia esto nunca vio como se llena el ferrocarril San Martín entre José C. Paz y San Miguel, con decenas de miles de trabajadores que suben y bajan entre estaciones del Conurbano que tambien incluyen una sola sección. Subsidios para garantizar ganancias privadas Se acabaron las épocas en que al gobierno le sobraba plata. Antes arreglaba a las privatizadas con millonarios subsidios (este año va a terminar pagando en ese rubro 45.000 millones de pesos). El problema no es “que existan” subsidios: es correcto que el Estado financie tarifas sociales, boleto obrero estudiantil, o la llegada del tren a zonas no rentables. Pero no es esto lo que sucede actualmente: los subsidios son a las empresas privatizadas, para garantizarle sus superganancias (en el 2007, por ejemplo, Edesur, Edenor y Edelap tuvieron ganancias de 394, 429,2 y 10,2 millones de pesos, respectivamente). Ahora que las empresas eléctricas tienen que hacer frente al aumento de salarios negociado en marzo, quieren que el mismo lo paguen todos los usuarios con el aumento tarifario. No podemos permitir que los subsidios vayan a mantener las ganancias a los pulpos, ni tampoco los constantes tarifazos. Llegó la hora de reestatizar todas esas empresas que demostraron su incapacidad para garantizar un mínimo servicio digno. Que vuelvan al Estado, sin pagarles un peso de indemnización. Y con los millonarios subsidios que reciben tenemos que empezar un verdadero plan de inversiones, de reconstrucción de la calidad de los servicios y de garantía de tarifas sociales efectivas para los que las necesitan. Todo esto será posible si el control y gestión pasa a manos de los verdaderamente interesados: sus trabajadores y usuarios. ¿A quién defiende Lezcano?Oscar Lezcano, Secretario General de Luz y Fuerza, apareció en estos días como uno de los más fervientes impulsores del aumento de la luz. Sus afirmaciones no tienen desperdicio: “me decían que defiendo a las empresas, pero si las empresas no tienen plata yo tampoco vivo. Yo defiendo al que nos da de comer” (Crítica, 1/08). No está claro si se refería al que le da de comer a “él”, garantizándole sus privilegios de burócrata. Seguro que no a los trabajadores de Edenor, Edesur y Edelap, que poco de las superganancias de esas empresas vieron en sus salarios, y sí sentirán los aumentos en su bolsillo cuando les llegue la factura de luz. |
|||
|
|||
Izquierda Socialista en Internet: |
|||