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Córdoba contra la reforma previsionalSólo la falta de un verdadero plan de lucha, le permitió al gobierno provincial aprobar y sostener la reforma a la ley de jubilaciones. El intento de “reconciliación” de Cristina y Schiaretti, a pesar de sus diferencias, desnuda las debilidades de ambos gobiernos y la claudicación de los dirigentes de los gremios estatales y la CGT regional.
Dos nuevos hechos produjo la realidad política provincial. El 20 de agosto, una movilización mucho menor que las dos anteriores -4.500 personas-, con un acto frente al teatro San Martín que volvió a terminar con enfrentamientos entre un grupo de trabajadores y la policía. Era parte de las “acciones” que los dirigentes estatales resolvieron entre ellos, para enfrentar el recorte a las jubilaciones que hace una semana hizo votar el gobernador Schiaretti. El segundo, fue el intento de “reconciliación” del gobierno nacional con el gobernador. La explicación de este reencuentro, está en la debilidad política de Cristina Kirchner y la desesperante necesidad financiera de Schiaretti. Por ahora dejaron en segundo plano las diferencias que aún existen. Los junta el espanto Ambos tienen necesidades distintas, pero urgentes de resolver, porque son el centro de sus respectivos gobiernos. Reiteradas encuestas en la provincia muestran a Cristina con una imagen negativa cercana al 80 %. Sus principales referentes, los intendentes Giacomino de la capital y Accastelo de Villa María, no pueden revertir solos esta situación. Imperiosamente necesita entrar a la parte del PJ cordobés que no controla De la Sota, quien junto a Duhalde y otros, ya está enrolado en el movimiento anti-K para 2009. Como contrapartida, Schiaretti empezó a tomar distancia del delasotismo, que proponía un enfrentamiento total a los Kirchner, porque está ahogado financieramente, y necesita más que nunca la billetera de la nación para resolver el déficit de 1700 millones de pesos de la Caja de Jubilaciones y reponer los 2.500 millones que se “esfumaron” del Fondo Complementario que pagaba el 82 % a los jubilados cordobeses. También necesita el aval nacional para endeudarse en el exterior por 500 millones de dólares, tal como lo autorizó, con nuestro voto en contra, la legislatura provincial hace más de un mes. Al mismo tiempo, tiene que lograr un difícil equilibrio, porque una reconciliación definitiva con los debilitados K, le regala el rol de único opositor a Juez, que de lengua es muy duro con el matrimonio gobernante, pero hace malabares para que no se divida su partido, donde convive con sectores pro-K, como Barrios de Pie (ex-Patria Libre), Proyecto Sur y otros. El enfrentamiento con los trabajadores estatales Es evidente que la interna del peronismo cruza este conflicto. Por eso los dirigentes de los gremios estatales instalan en la base expectativas en que el gobierno nacional termine dándole a Córdoba, no lo que le corresponde, pero sí una suma suficiente como para que Schiaretti, según lo prometió, elimine el recorte de las jubilaciones. Con este mezquino logro, intentan disimular su claudicación al principal objetivo de la reforma previsional, la liquidación del 82 % móvil y el cargo testigo. Porque a partir de aquí pretenden participar en la reglamentación de la nueva ley y de la negociación de otras concesiones menores. Por eso sigue siendo más imperioso que nunca exigir, desde las asambleas de base y desde la coordinación de las agrupaciones de oposición que se vote un verdadero plan de lucha con medidas progresivas hasta llegar al paro provincial, si fuera necesario por tiempo indeterminado, para derogar esta ley nefasta para los futuros jubilados. Este no es un gobierno fuerte, se lo puede derrotar. |
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