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Polémica con MoyanoCon los Kirchner ¿“Los dueños del país seremos los trabajadores”?“Los dueños del país seremos los trabajadores”. Lo dijo el titular de la CGT, Hugo Moyano, en el acto que convocó frente al Congreso (junto a Yasky-CTA y los gremios aeronáuticos), el día en que Diputados aprobó el proyecto del gobierno sobre Aerolíneas Argentinas. ¿Es cierto que con dicho proyecto los trabajadores pasaron a ser dueños de la empresa? ¿Es cierto que con el actual modelo kirchnerista los trabajadores pasaremos a ser “dueños del país”? ¿Es cierto que eso lo vamos a lograr con un gobierno del peronismo y el PJ?
Moyano, con esa frase, tuvo varios objetivos. En primer lugar, movilizar nuevamente a un sector de trabajadores para apoyar al gobierno que, de fracasar, hubiese recibido otro tropiezo después de la derrota sufrida en el Senado con las retenciones móviles. Segundo, hacer pasar gato por liebre: decir que estamos recuperando Aerolíneas y el patrimonio nacional, cuando es una absoluta mentira. Por último, Moyano, de esa manera, llama a los trabajadores a confiar en que, el actual gobierno peronista, los llevará a su salvación. Nada de esto tiene que ver con la realidad. Salvar a Marsans, no a Aerolíneas En la contratapa mostramos cómo la supuesta “reestatización” de Aerolíneas es puro verso. Cristina salió al rescate de la deuda del grupo Marsans, no de la línea de bandera. Los capitales privados la dejaron al borde de la quiebra. Y encima, el gobierno se la va a “comprar” (como si fueran ellos los dueños y no el pueblo argentino). Se va a reconocer la deuda dejada por este grupo y por supuesto, no serán los trabajadores aeronáuticos ni sus técnicos quienes la controlarán de ahora en más, sino el corrupto Ricardo Jaime y demás funcionarios peronistas ligados a las patronales vaciadoras. ¿Y el resto de las privatizadas? Moyano agregó: “Le vamos a seguir pidiendo al Gobierno que recupere el patrimonio de todos los argentinos”. Puso de ejemplo que el Estado recuperó el Correo Argentino (Macri-Banco Galicia) y Aguas Argentinas (Suez). Pero lo que no dice Moyano es que dichas empresas pasaron al Estado, no por decisión soberana de los Kirchner, sino después de que esas patronales lucraron durante años con las mismas. Las dejaron cuando ya no les resultaba un negocio, dejaron cánones impagables y un servicio deplorable. Moyano quiere encubrir que Cristina se niega a reestatizar los ferrocarriles, cuando los trabajadores ferroviarios y la mayoría de la población está de acuerdo. O Repsol- YPF, para sacarle a esa multinacional saqueadora el control de nuestro petróleo y el gas. Negativa que el gobierno sostiene para el resto del patrimonio nacional entregado por Menem en los 90. ¿Gobierno del PJ o gobierno de los trabajadores? Lo peor de la frase de Moyano es intentar hacer creer que con estas “reestatizaciones truchas”, los trabajadores están ganando terreno en la economía del país y de a poco se están haciendo sus “dueños”. Sin embargo, para que los trabajadores podamos ser dueños del país, tenemos que gobernarlo. Y desde el gobierno, sacarle las fábricas, las grandes tierras y bancos a las multinacionales y grandes empresarios para poner esos medios de producción al servicio de satisfacer las urgentes demandas sociales de salario, trabajo, salud y educación. Dejando de pagar la deuda externa y hermanando a nuestros pueblos latinoamericanos contra el imperialismo. Estos pasos nunca los va a tomar un gobierno encabezado por el PJ -un partido de patrones y burócratas sindicales-, sino un gobierno de los trabajadores. Ni siquiera Perón llevó a que los trabajadores “sean dueños del país”. Mas allá de los roces que tuvo con la oligarquía y el imperialismo yanqui, el peronismo nunca expulsó a las multinacionales, ni hizo la reforma agraria, ni qué pensar en tomar “medidas socialistas”. El actual gobierno está al servicio de Techint, las agroexportadoras de alimentos, TBA, las automotrices, Repsol y los grandes bancos. Y se apoya, para imponerlo, en la burocracia de la CGT y CTA. Para que los trabajadores “seamos dueños del país”, tendremos que emprender una dura lucha contra las patronales y gobiernos de turno para conquistar el poder. Tomando medidas de fondo y expulsando de sus sillones de privilegio a la burocracia sindical. Para ello, es que, Izquierda Socialista, llama a unir a trabajadores, luchadores y la izquierda. Cristina no quiere combatir a los ‘90El gobierno se dice “nacional y popular”. Y que defiende el rol del Estado contra el neoliberalismo de los 90. Pero en los cinco años de kirchnerismo y PJ, con mayoría en ambas cámaras, no revirtió las leyes que vienen sometiendo al país -en materia de privatizaciones y otros rubros- a los dictados de tribunales internacionales. Los propios diputados que votaron el proyecto de Aerolíneas lo hacen saber. Miguel Bonasso, señaló que presentará un proyecto para derogar los tratados bilaterales de inversión, que actualmente serían 60, ya que “son perjudiciales para el país y siempre terminan favoreciendo a los inversores”. Eduardo Macaluse (SI), por su parte, dijo que “en otra negociación con el oficialismo buscaremos declarar nula la ley de tratados de protección de inversiones y nulo el ingreso de Argentina en el Ciadi” (tribunal arbitral del Banco Mundial), donde ahora puede recurrir Marsans y ya lo han hecho otros empresarios y multinacionales, iniciando juicios contra el Estado argentino. A todo esto hay que agregar que la Comisión Bicameral de Seguimiento de las Privatizaciones del Congreso, donde tiene mayoría el oficialismo, viene siendo cómplice del actual desgüace del Estado. Lo que prueba que el gobierno no quiere combatir el saqueo del patrimonio nacional protagonizado por el menemismo. En cambio, vota reestatizaciones truchas, como la de Aerolíneas. G.G. Aerolíneas: Lozano y Macaluse votaron con el gobiernoEn la votación de Diputados, el proyecto oficial tuvo como aliados, entre otros, a Claudio Lozano (Proyecto Sur y referente de los sectores opositores de la CTA) y al ex ARI (Solidaridad e Igualdad). Ambos sectores justifican su voto en las modificaciones que se efectuaron al proyecto (ver contratapa). “Recibimos un mamarracho y devolvimos una herramienta”, afirmó Claudio Lozano. Carlos Raimundi, en nombre del bloque de Solidaridad e Igualdad (SI), sostuvo que “no hay una sola manera de ejercer la oposición”, argumentando que “hay que aportar a la construcción de una cultura de política de Estado” (Página/12, 22-08). Pero la modificación que sufrió el proyecto fue producto de que el oficialismo tuvo el segundo de lucidez para no arriesgarse a otra derrota catastrófica como la de la resolución 125, apenas “maquillándole” sus aspectos menos presentables. Pino Solanas defiende el voto positivo calificando la votación como “un paso adelante” (Página 12, 26-08), pero al mismo tiempo señala, contradictoriamente, que ellos querían una Sociedad Estatal y el proyecto establece una Sociedad Anónima; exigían 180 días para investigar a fondo la situación de la empresa y que figurara explícitamente el rechazo al acta Jaime-Marsans, cosas que el proyecto votado no dice una palabra. ¿Por qué lo votaron entonces? Proyecto Sur y el SI, de esa forma, le lavaron la cara al gobierno. Al votar junto a los Kirchner, le permitieron mostrar como “progresista” su política sobre Aerolíneas. La lucha contra los negociados y la entrega, que en otros terrenos, como la lucha contra el Tren Bala o por la normalización del Indec, cuentan con la presencia de Solanas y Lozano, exige, para ser consecuentes, una clara ubicación opositora frente a un gobierno que ha hecho del doble discurso su herramienta principal. En este caso, estos dirigentes denominados de “centroizquierda”, no pasaron la prueba. |
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