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Escribe:
Pablo Delverde
Aumento salarial de emergencia y reapertura de las paritarias ya
La inflación no se detiene. Es urgente un aumento salarial de emergencia y reabrir las paritarias hasta conseguir aumentos acordes a la verdadera inflación.
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Moyano y Yasky, pactando en Olivos con Cristina |
“Acá sube todo…menos los sueldos”. Esto fue escuchado por quien escribe, de boca de un joven trabajador que remarcaba los precios de los lácteos por segunda vez en una semana en un local del barrio de Flores, de una conocida cadena de supermercados. No cabe duda que esa frase, dicha al pasar, describe en forma clara la realidad del bolsillo de millones de trabajadores en nuestro país.
Pese a la mentira oficial a través de los números truchos del INDEK, los aumentos reales de los precios superan por varios cuerpos los aumentos salariales acordados entre las patronales, la burocracia sindical y el gobierno. Tanto aquellos gremios que firmaron cifras cercanas en torno al 19%, de acuerdo al techo que Hugo Moyano había acordado en marzo con la presidenta, como aquellos que firmaron más tarde cifras levemente superiores, han quedado a la zaga en la carrera contra los aumentos de precios que según cualquier proyección independiente del gobierno superará ampliamente el 30% anual. Ni qué hablar si el aumento que se mide es el de alimentos y bebidas, el rubro que más incide en el bolsillo del pueblo trabajador, donde muchos productos han aumentado ya el 50% en lo que va del año.
¿Adónde están, que no se ven, la CTA y la CGT?
Mientras el desfasaje entre precios y salarios es el tema predominante del que se habla en cualquier fábrica, taller, oficina estatal, hospital o escuela, los dirigentes de la CGT y la CTA ponen paños fríos buscando tapar las necesidades de los trabajadores con pequeños paliativos. La CGT, comandada por Hugo Moyano, se ha reunido en más de una oportunidad con miembros del gobierno para reclamar el aumento del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias y del monto de las asignaciones familiares. Luego de cada reunión, los burócratas sindicales dejaron en claro que no reclaman la apertura de las paritarias.
En los últimos días algunos de los gremios que firmaron el 19,5% de aumento para 2008, han dejado trascender que reclamarían un plus compensatorio. Y otros, como la rama Concesionarios del SMATA, reclaman una recomposición salarial del 50%. Lejos de apoyar los reclamos y unificarlos en un plan de lucha, la principal preocupación de la dirigencia de la CGT es mantener la tregua con las patronales y el gobierno.
Otro tanto sucede con Hugo Yasky y la mayor parte de la dirigencia de la CTA. Las bases luchan a brazo partido, incluso contra las agachadas de los dirigentes, como en el caso del Neumático, docentes del SUTEBA, los médicos de la CICOP y los estatales de Provincia de Buenos Aires. Sin embargo, esa dirección, con un discurso más “progre”, tiene la misma práctica de tregua que la burocracia de la CGT.
El camino para los trabajadores es el que nos marcan los sectores que están en lucha por salario en todo el país. La fuerza desde abajo de los trabajadores logra, incluso, romper los lamentables acuerdos que firman los dirigentes burocráticos, como sucedió con la rebelión de los docentes del SUTEBA. O como hicieron los trabajadores del subte defendiendo su organización gremial, haciendo retroceder a la burocracia de la UTA que quería expulsar al cuerpo de delegados combativo.
Con esos ejemplos de decisión para la lucha y organización democrática, tenemos que organizarnos desde cada lugar de trabajo para romper la tregua de la burocracia sindical, lograr un aumento salarial de emergencia y la reapertura de las paritarias para lograr aumentos de acuerdo a la verdadera inflación.
Buzzi pide dólar a $3,50
El presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, dijo que hay un “atraso cambiario” y reclamó un dólar a $ 3,50, es decir, una nueva devaluación. Todos los trabajadores sabemos lo que significó la devaluación de 2002: una gran transferencia de ingresos desde el bolsillo de los trabajadores a las grandes patronales.
Los industriales y agroexportadoras (a veces criticadas por Buzzi) seríán las grandes beneficiarias si se tomara tal medida.
A su vez, Buzzi ha recibido un premio junto a Grobocopatel, el rey de la soja, de quien habló bondades. ¿No era que los dirigentes de la Federación Agraria defendian a los pequeños productores?
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