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Socialista es una publicación de Izquierda Socialista
Escribe:
Mercedes Petit
Y el FBI metió la cola…
“Llevame la valija”
Nada se avanza en el esclarecimiento del “caso de la valija” de Antonini Wilson. Es una nuestra más de la corrupción gubernamental. El FBI yanqui se aprovechó del hecho para hostigar al gobierno venezolano, montando un juicio en los tribunales en Miami.
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Antonini haciendo declaraciones en EE. UU. |
El 7 de agosto del año pasado, una agente de la Policía aduanera en Aeroparque abrió una valija y se encontró con 800.000 dólares. La transportaba un venezolano, Guido Antonini Wilson. Venía con funcionarios argentinos y venezolanos en un avión alquilado por el presidente de Enarsa, la empresa “petrolera” inventada por el entonces presidente Kirchner y su par venezolano Chávez.
Corrupción con y sin valijas
Tanto los negocios con Venezuela como toda la esfera de actuación del superministro De Vido y su mano derecha Ricardo Jaime, el secretario de Transportes, están rodeados de denuncias y sospechas de coimas y corrupción. Hasta ahora, nada se ha investigado a fondo. El gobierno calla y esconde. En aquel avión viajaba Claudio Uberti, quien había sido uno de los “cajeros informales” que recaudaba para la campaña presidencial de Kirchner en 2003. Por el escándalo de la valija tuvo que renunciar a su jugoso cargo de jefe de las concesiones a los peajes en las autopistas. En su gestión, el presupuesto del área aumento de 8 a 440 millones de pesos (¡¡6.600%!!). Antonini declaró que Uberti, cuando bajaron en Aeroparque, le dijo “Llevame la valija”. Todo el episodio se fue diluyendo. Antonini se fue silenciosamente del país y se volvió a su casa en Miami ¿Era plata de coimas? ¿Era lavado? ¿Había unos millones más? ¿Eran para la campaña de Cristina? Nada se sabe.
El gobierno de Cristina, protegiendo a los privatizadores, facilitando los negocios de las multinacionales, y pagando la fraudulenta deuda externa, es un foco permanente de corrupción. Las “conexiones” entre PDVSA y su “filial” local, la invención de ENARSA, el fallido megaproyecto del “gasoducto del sur”, todos los negocios controlados por el superministro De Vido y sus secuaces, son fuente de grandes negociados y suculentas coimas para ambos lados. Así como en Venezuela los trabajadores organizados en C-Cura y encabezados por Orlando Chirino denuncias y rechazan la corrupción, y reclaman una PDVSA 100% estatal y controlada por sus trabajadadores, acá también tenemos que hacer lo mismo y exigir que se investigue a fondo qué pasó en aquel vuelo y todos los focos de corruptos.
Que no se metan los tribunales de Miami y el FBI
Aunque parecidos en cuanto a corrupción, el gobierno venezolano, al contrario de los Kirchner, tiene roces importantes con el gobierno yanqui. En numerosas oportunidades, Chávez ha provocado la ira del imperialismo, como cuando salió en defensa de Irán ante los ataques yanquis, denunciando su presencia en Irak y Afganistán, o cuando se negó a enviar tropas a Haití.
Al caer en prácticas corruptas, Chávez ha servido en bandeja un “caso” para que lo hostigue el imperialismo.
Meses después del incidente en Aeroparque, comenzó en Miami un juicio del FBI contra el gobierno venezolano por supuesta actuación de sus agentes en otros países. Reapareció el célebre Guido Antonini Wilson, pero como “testigo”. Durante meses, este aventurero venezolano residente en Miami ha sido un informante del FBI, que estuvo grabando conversaciones con los funcionarios participantes de aquel viaje, para demostrar que eran ellos los responsables de los 800.000 dólares, que había millones más en otra valija, que era todo para la campaña de Cristina. En fin, un brulote jurídico, para atacar a Venezuela. Al mismo tiempo, Shannon y otros responsables de las relaciones políticas se ocupan de bajarle los decibeles a los ataques al gobierno argentino.
Ni el FBI, ni la justicia yanqui y mucho menos su gobierno imperialista, tienen ningún derecho a meterse, y muchos menos a detener y a juzgar a esos ciudadanos venezolanos. Son los yanquis quienes tienen el récord mundial de mandar ejércitos a invadir otros pueblos, de tener cárceles clandestinas y poner presas personas en forma secreta en cualquier lugar del mundo. Bush con sus agentes impulsó el golpe contra Chávez en 2002 y recientemente la ofensiva fascista contra Evo en Bolivia. Ese país tiene récord en lavado de dinero y tienen de vicepresidente a uno de los más grandes corruptos del mundo, Dick Chenney, envuelto en los mayores escándalos de las empresas contratistas que actúan en Irak. No tienen autoridad ni jurídica, ni política ni moral para meterse en los asuntos de Venezuela o de la Argentina, sean casos de corrupción o lo que sea.
Llamamos a los trabajadores y todos los luchadores a rechazar la farsa jurídica de Miami. Al mismo tiempo es imprescindible luchar por cambios de fondo que acaben con el modelo de entrega y corrupción de los Kirchner. Comenzando por la reestatización de todas las empresas privatizadas, acabando con esos focos de corrupción para ponerlas a funcionar bajo control de sus trabajadores y usuarios. Porque el gobierno de Cristina, no sólo defiende a los privatizadores como los gobiernos anteriores, sino también es tan corrupto como ellos.
Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.
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