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De la mano de CristinaVuelve el FMIEl gran cambio que se viene en el país, fruto de la crisis económica capitalista mundial, no será precisamente el adelantamiento de una hora en los relojes. Cristina ya delineó un Plan B, diseñando un ajuste para que la crisis la paguen los trabajadores y el pueblo. “Estamos en condiciones de enfrentar el temporal”, dijo la señora presidenta. ¿De qué manera? ¿Permitiendo suspensiones y despidos? ¿Devaluando nuevamente el peso para que haya más inflación y menos salarios? ¿Dejando que las AFJP sigan especulando con la plata de los jubilados, provocándoles grandes pérdidas? ¿Aumentando tarifas, congelando salarios de estatales y docentes y subsidiando a patronales de la ciudad y el campo? ¿Pagando la deuda externa y permitiendo que Repsol se siga llevando nuestro petróleo?
Eso no es todo. La “novedad” es que volvió el FMI. El ministro de economía Carlos Rodríguez y Martín Redrado, titular del Banco Central, estuvieron escuchando atentamente a su presidente, Dominique Straus Kahn, en el cierre de las deliberaciones de su asamblea anual en Estados Unidos. Este los tentó diciendo que el organismo tiene 250.000 millones de dólares que pone a “disposición de los países emergentes”. Rápidamente el gobierno pidió créditos más baratos y flexibles, lo que significaría más endeudamiento y sufrimiento para nuestro pueblo. El FMI, tratando de utilizar la crisis mundial, vuelve a la escena para presionar a los países periféricos para que se vuelvan a endeudar, vía supuestos nuevos “créditos blandos”. Una nueva maniobra para que, luego de firmar nuevos acuerdos, Argentina siga destinando dinero para que los banqueros imperialistas recuperen la plata que se patinaron en esta crisis y vuelvan sus imposiciones y recetas. Las cuales, aún sin acuerdo con el FMI, Cristina las está aplicando. “En las últimas semanas, Argentina adoptó varias medidas que coinciden con los históricos reclamos del FMI: subió las tarifas, recortó subsidios, dejó subir las tasas, reforzó el control del gasto público, anunció la cancelación de la deuda al Club de París y empezó a sondear una solución para los bonistas que no entraron al canje” (Clarín, 11-10). ¿Dónde está la ruptura con sus recetas y consejos? Además, los funcionarios kirchneristas han ido a garantizar a Estados Unidos que se le pagará al Club de París y arreglará con los bonistas, sólo que no será de contado, lo que ya fue criticado como una locura hasta por economistas burgueses, habida cuenta del vendaval internacional.
Si alguien cree que con los créditos que nos prestan los usureros internacionales el país se beneficia, se equivoca. “Argentina le paga al banco más de lo que recibe... Entre enero y junio de este año, el país pagó al Banco Mundial 569 millones de dólares más de lo que recibió por créditos. Y entre 2000 y la mitad de 2008, la suma asciende a 3.118 millones de dólares. La situación se repite también con el Banco interamericano de Desarrollo. Desde el año 2000 hasta junio de este año hubo un flujo negativo de dinero de 1.194 millones de dólares” (Clarín, 12-10). Por eso es que, el gobierno, ha cambiado todas las normativas internas del Banco Central que le impedían disponer dinero de las reservas para pagar deuda externa a usureros por fuera de los organismos internacionales de crédito, como el Club de París y otros. Incluso modificó una ley del PAMI para que le permita usar los fondos de los jubilados para “otros activos financieros”. En estos días el gobierno volvió a meter la mano en el ANSeS sacando 400 millones.
Gracias a Cristina, las recetas del FMI ya están con nosotros, y el gobierno se prepara para seguir endeudándonos. Un nuevo ajuste contra el pueblo que significará menos salario, menos presupuesto en salud y educación, y menos fondos para combatir la pobreza y la desocupación. Esto es obra del kirchnerismo, pero también de toda la oposición patronal. Consultados sobre qué hacer con los salarios, Julio Cobos dijo “no hay que generar procesos que se trasladen a los precios”; Lilita Carrió que “hay que bajar la tensión en la demanda salarial”; Macri “hay que sostener el superávit y evitar políticas generales” y Morales, de la UCR, que “está bien el aporte de la CGT que busca evitar una posible escalada en la discusión”. Pruebas al canto. Llamamos a los trabajadores, luchadores y a la izquierda, a enfrentar las suspensiones y despidos, a luchar por un aumento salarial de emergencia, por no pagar ni un peso de deuda externa, a no aceptar nuevos créditos del FMI, entre otras medidas, como mostramos en la contratapa, para que la crisis la paguen los capitalistas, no los trabajadores y demás sectores populares. |
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